Cómo llegar más tranquilo a la jubilación    

Mucha gente se preocupa por los ingresos que tendrá durante sus años de retiro. Pero se olvida que la clave esta en ocuparse de administrarlos bien durante la vida laboral...

Cómo llegar más tranquilo a la jubilación


 

  


Frente a la recesión, lla gente se pregunta: ¿Cómo apoyaré a mis hijos si pierdo el empleo? ¿Recuperare el dinero que he perdido a causa de la caída de las acciones y del bajo interés bancario? ¿Podré retirarme en el momento que había planeado? ¿Han cambiado las reglas del juego?

Según los expertos, la clave está en no asustarse ni entrar en pánico. Los fundamentos básicos de la economía mundial no han cambiado pese a la  recesión y la guerra, y las reglas del juego continúan siendo las mismas.

Para ello, existen una serie de medidas que pueden ayudarlo a proteger sus finanzas y a mantener sus ahorros destinados a la vida de retiro. Es posible que en estos duros tiempos no logre amasar una fortuna, pero sí puede llegar a prosperar en sus inversiones.

1.Cree una red financiera segura

La vieja frase “espere lo mejor preparándose para lo peor” tiene mucha actualidad por estos días. Nadie le está sugiriendo que empiece a temer por su futuro, sino que posea un plan de emergencia para enfrentar cualquier tormenta financiera.

Su primera forma de defensa puede ser tener una cuenta de reservas en efectivo disponible para cualquier eventualidad. Puede ser un depósito bancario a corto plazo en algún banco del exterior.

Esto es absolutamente legal, y se hace para que frente a algún problema financiero que pueda surgir en su banco o su país, usted disponga de efectivo para afrontar sus gastos diarios. De esta forma, podrá evitar la utilización de tarjetas de créditos, cuyos intereses son altísimos, o de la necesidad de desprenderse de activos para mantener su nivel de vida.

Los planificadores financieros recomiendan mantener una cantidad de dinero como para cubrir entre tres y seis meses sus gastos normales, ya que las crisis financieras duran este lapso. Sin embargo, en la actualidad, es recomendable tener mayores reservas.

La nueva regla, entonces, es disponer de reservas similares a entre seis y nueve veces su gasto mensual. Más aún si usted trabaja en una empresa cuya producción sea para consumo interno del país en recesión.

Otra posibilidad es abrir una carpeta de crédito en algún banco exterior. Mientras usted conserve el empleo, es muy posible que el banco acepte otorgárselo, aunque usted no tenga apuro en recibirlo. Manténgalo en Stand- By por si en algún momento llegara a necesitarlo.

Otras medidas muy recomendadas son: realizar duplicaciones certificadas por escribano de sus expedientes financieros importantes, como recibos de pago de impuestos, escrituras de propiedades, o pólizas de seguro. Luego, depositarlos en una caja de seguridad del banco, o cualquier lugar seguro, lejos de su hogar u oficina. También guarde algún dinero en efectivo en un lugar seguro de su casa, por si algún imprevisto le impidiese retirar efectivo del sistema bancario nacional o internacional.

2. Mejore su cartera de inversiones

En esto, todos los analistas financieros coinciden: no son tiempos de tomar grandes riesgos para las inversiones. En momentos de incertidumbre económica, no perder dinero ya significa haberlo ganado "Mirando hacia a adelante, me imagino que la frase de moda de los planificadores de inversión va a ser ‘a la defensiva’" dice Robert Estévez, un empleado de una firma financiera de Chicago. "Sin una mínima precaución muchos podrán hundirse"

Comience repasando en donde invierten el dinero de su Fondo de Inversión, como andan las empresas en la que posee acciones, y cuan solvente es el banco en el que tiene depositados sus plazos fijos. O como dice un veterano inversor "convierta en dinero cash cualquier patrimonio que no lo deje dormir durante la noche".

Pregúntese: ¿Por qué tengo esto? ¿vale la pena que lo siga manteniendo? ¿Lo compraría de nuevo hoy en día? Si la acción está en una industria cuya producción podría ser afectada en el futuro la recesión, o si el fondo mutuo ha bajado aún mas que sus pares y no ve en el horizonte nada que pueda revertir estas tendencias, deshágase de ellos "mucha gente es renuente a vender cuando sus inversiones tienen pérdidas notorias, con la esperanza de que se recuperen y su inversión no resulte un fiasco" dice Houston.

"Lo que no se dan cuenta es que retirarse de una mala inversión no significa una perdida, ya que ese dinero puede ser utilizado en otros tipos de opciones financieras. La perdida será cuando ya no tenga posibilidades de utilizar su capital". De cualquier forma, no es recomendable desprenderse de todo el capital al mismo tiempo: usted podría haber vendido en un pico mínimo del mercado.

Lo ideal es ir desprendiéndose de sus activos gradualmente, cada dos o tres meses. Invierta en varios tipos de opciones financieras, diversifique su capital lo máximo posible, y apueste siempre a lo seguro.

Para otros, lo ideal son los fondos de inversión limitados “Lo interesante de estas opciones es que son una mezcla de seguridad y rendimiento. Usted tiene una seguridad parecida a la de un plazo fijo, en la medida de que no podrá tener pérdidas graves, pero, por otra parte, su rendimiento es mucho mayor que la de cualquier tipo de deposito bancario”.

3. Mantenga sus asuntos financieros y jurídicos en orden

Los últimos atentados en Estados Unidos nos han hecho tomar conciencia de nuestra vulnerabilidad, y de que nada es para siempre, y la gente se ha dado cuento de que no puede dejar todo para mañana por que ese mañana podría no existir.

En principio, usted necesita un testamento actualizado, donde de cuenta de quienes heredarán sus activos financieros y otras pertenencia (dependiendo de las leyes de su país de residencia).

Debe también nombrar a un tutor para sus niños si ellos son aún menores de edad, para que se encargue tanto de la educación como de administrarles el dinero hasta que cumplan los 18. Sin un documento jurídico que indique sus deseos, las leyes determinarán la disposición de sus activos y quién tomará el cuidado de sus niños, si ambos padres han muerto.

Pero no sólo se trata de la muerte. También podría quedar usted mentalmente incapacitado para tomar decisiones, por lo que debe designar a la persona que en ese caso lo representaría en todo tipo de aspectos jurídicos y financieros.

Diversos instrumentos legales (dependiendo del país de su residencia) permiten a un representante designado por usted tomar decisiones médicas en su favor, y dar cuenta de los tratamientos médicos que usted elige o rechaza, en caso de que no pudiera hacerlo en ese momento.

4. La importancia de un buen seguro

Si su familia entera depende de sus ingresos, un buen seguro de vida que otorgue beneficios mensuales iguales o mayores al seis o siete por ciento de su renta anual le será de extrema utilidad.

También debería poseer una cobertura frente a riegos de accidentes que lo incapaciten laboralmente, que sustituyan por lo menos el 60 por ciento de sus ingresos mensuales. Los seguros que no necesita de forma imprescindible son los de vuelo,  recorrido, y contra acciones terroristas con los qué estaría gastando alrededor de $1.000 mensuales sin ninguna justificación. Si desea una protección financiera adicional, es preferible que invierta en una póliza de seguro contra todo riesgo, cuyo costo es, de todas formas, menor.

Estos cuatro ítems tienen algo en común: Cuando los tiempos políticos y económicos son preocupantes, debemos poner manos a la obra en nuestra planificación económicas sin desesperarnos, pero sin dejar tampoco que el tiempo le gane a nuestra inacción.

Necesitamos tomar medidas adicionales para vigilar y reducir al mínimo el impacto de las fuerzas exteriores sobre nuestra seguridad financiera. Más que suspender las actividades de inversión, debemos replanificarlas con un criterio sustentable, para que no se reduzcan al mismo ritmo que el mercado.

Debemos mantener nuestra cabeza fría y aprovechar las oportunidades que se nos presentan, como acciones subvaluadas o compras de activos a bajo costo. Y debemos tomarnos la desagradable tarea de ocuparnos de eventuales desgracias personales que puedan dejar desamparada a nuestra familia o a nosotros mismos.

Si cuando capee el temporal hayamos podido lograr mantener nuestras reservas intactas (o mejor aún acrecentadas), no solo podremos volver a liberarnos de nuestra ansiedad, sino que además sentiremos el orgullo de haber actuado como verdaderos adultos.

   

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