Taranto, la ciudad de los dos mares
Taranto está situada al sur de Italia, en la provincia de Puglia, entre el Mar Grande y una laguna imponente llamada Mar pequeño.
Fue construida en el año 706 a.C por dorios. Es sede del mayor centro siderúrgico de Europa. Se destaca un gran puerto comercial e industrial y en tiempos pasados fue uno de los sitios más ricos, prósperos e importantes de Grecia.
A lo largo de su costa descansan bellos poblados ideales para descansar durante las vacaciones. Sus costas están rodeadas de pinares.
Marina di Leporano es una de las zonas más atractivas ya que es posible advertir mares transparentes, viñedos y olivares. También es posible recorrer grutas y barrancos.
Un poco más alejado, se encuentra Massafra, un área formada por sendas con depresiones rocosas que invitan a ser recorridas y mantener así un contacto muy directo con la naturaleza.
Martina Franca es una villa que emerge entre la exuberante vegetación, rodeada de masías y de una antigua arquitectura que transporta inmediatamente al pasado histórico de la ciudad.
El Castillo Aragonés data del Siglo X. Protegía de los ataques por mar. Su estructura es cuadrangular y posee en sus esquinas torres cilíndricas. La construcción fue erigida sobre una fortificación defensiva antiquísima.
Los parques marinos que existen en Taranto son dignos de visitar. En ellos es posible divisar la flora y fauna de la zona que se encuentra en perfecto estado de conservación.
El cuidado que se prodiga a los animales y plantas es de destacar y cuenta con el apoyo de varias organizaciones ecológicas internacionales.
El Museo Arqueológico es uno de los más reconocidos en toda Europa. En él es posible conocer los hallazgos efectuados durante el transcurso de la historia en la ciudad.
Cada sala posee pantallas provistas de imágenes y relatos que explican a los visitantes sobre las diferentes épocas y el valor histórico de cada una de ellas.
Las principales tareas económicas son la agricultura, la industria y la pesca. Sus habitantes trabajan con profesionalidad la madera, cerámica y el vidrio.
La base de la alimentación es la pasta, el vino y el aceite, aunque también se consume mucho pescado y verduras, alimentos típicos de la cocina mediterránea. Los menús que se ofrecen suelen ser sencillos.
Como entrante se sirven embutidos y la pasta más famosa de la zona son los “orecchiette”, que tiene forma de conchilla. Los condimentos también son característicos, y el uso de las salsas en la cocina es fundamental.
Como postre, nada mejor que fruta fresca, la trufa negra es deliciosa y muy consumida. En cuanto a la comida de mar, los berberechos, el “cecenielli”, un pescado pequeño de intenso sabor y las anchoas son características.
Si lo que se desea es visitar el sur de Italia, Taranto es una opción que no hay que descartar si lo que se desea es pasar unos días de tranquilidad, en un entorno natural bello que confluye armónicamente al ritmo de una ciudad industrial.
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