Córdoba, la joya andalusí

Córdoba es testigo de la época de esplendor de la convivencia entre las tres religiones monoteístas en Andalucía. Visitarla es renovar la esperanza en que esa convivencia es posible hoy en día 

Córdoba, la joya andalusí


 

  


 

Historia y geografía de Córdoba

Córdoba fue erigida allí donde el Guadalquivir, el río mayor de Andalucía, dejaba de ser navegable. El general romano Claudio Marcelo estableció un campamento permanente a orillas de la ciudad en el año 164 antes de Cristo.

Aquel modesto núcleo de la Roma imperial multiplicó en pocos años su población y pasados dos siglos compitió en belleza, importancia y. magnificencia con la capital del imperio.

Tanto que la ciudad que vio nacer al erudito Séneca y a su sobrino Lucano poseía un teatro romano apenas nueve metros más pequeño que el de Roma, un circo tan grande como el de aquella ciudad y obras civiles y militares que la convirtieron en capital de la Bética.

La decadencia del imperio romano coincidió con la apogeo de la cultura visigoda. La llegada de los árabes a la península en el año 711 convirtió a Córdoba en sede del emirato fundado por el omeya Abd al-Rahman I.

Sus descendientes hicieron de la Córdoba árabe la ciudad más rica y suntuosa del mundo conocido, tanto que en el primer tercio del siglo X, en el año 929, Abd al-Rahman 111 proclamó un califato independiente e hizo de Córdoba capital de al-Andaluz. En 1236 las huestes cristianas del rey castellano Fernando 111 el santo entran en Córdoba.

La Mezquita, el monumento más insigne de la cultura hispanoárabe, es consagrada a la cristiandad.

Tiempo después en el centro del gran edificio es construida una catedral. Fue encrucijada de caminos cuando los viajeros y escritores del XIX la redescubrieron con los ojos de la curiosidad y la poesía.

Bajo los dictados del arte barroco se construyeron iglesias y palacios en barrios como la Judería o la Ajerquía, a la sombra de las iglesias fernandinas.

En la actualidad, Córdoba es una ciudad adscrita a la modernidad, sede de una de las universidades más pujantes de Andalucía y nudo de comunicaciones entre la Andalucía alta y la Andalucía baja.


Córdoba posee más de tres mil horas de sol al año y una temperatura media de 21 grados.

Monumentos y museos de Córdoba

La Mezquita es el monumento principal de Córdoba. Se comenzó a construir poco tiempo después de que Abd al Rahman I tomara posesión del emirato.

Sus cimientos más antiguos toman asiento sobre los restos de la primitiva basílica visigoda de San Vicente.

Conquistada Córdoba para la cristiandad, el cabildo de la ciudad decide a principios del siglo XVI erigir en el corazón de la Mezquita una catedral que en la actualidad se alza en mitad del deslumbrante bosque de arcos árabes. Frente a la Mezquita se halla el Guadalquivir.

El puente romano conduce hasta la Torre de la Calahorra, donde toma asiento la Fundación Roger Garaudy.

El Alcázar de tos Reyes Cristianos, situado junto al Campo de la Verdad, es un espacio poblado de aterrazados jardines. Frente a él abren algunas de las puertas de la Judería.

La Córdoba extramuros fue conocida como la Ajerquía, donde tomaron asiento las iglesias fernandinas de san Pedro, Santiago, La Magdalena, Santa Marina y San Lorenzo. En mitad de ellos se extiende la plaza de la Corredera, de acusado sabor barroco.

Aliado se alzan las columnas del viejo templo romano de Diana, situado aliado del ayuntamiento y de la iglesia de San Pablo.

 A las afueras de la ciudad, a tan sólo ocho kilómetros, se hallan los restos arqueológicos de la ciudad de Medina Azahara, construida por el primer califa Abd al-Rahman III como sede de su nuevo poder.

 Museos como el de Julio Romero de Torres o el Regina donde se realiza un recorrido por la historia de las joyas cordobesas.

Fiestas y tradiciones de Córdoba

La Semana Santa de Córdoba es silenciosa y recogida, a diferencia de otras ciudades andaluzas.

La procesión más representativa es la del Cristo del Remedio de Ánimas que realiza su estación de penitencia en la tarde noche del Lunes Santo desde la iglesia de San Lorenzo.

La Batalla de las Flores es antesala al concurso de las Cruces de Mayo, una d las fiestas de mayor tradición en Córdoba. El primer domingo de mayo los cordobeses festejan la romería de la Virgen de Linares.

El santuario está en la sierra, a pocos kilómetros de la capital, por un ramal próximo a la carretera que conduce a Badajoz.

 Pero es a mediados de mayo cuando se celebra una de las grandes fiestas de la ciudad: El Festival de Patios, Rejas y Balcones convierte la ciudad en un gran escenario de color, animación y gratos aromas.

La Feria de Córdoba está dedicada a Nuestra Señora de la Salud. Se celebra la última semana del mes de mayo y tiene lugar en el paraje del Arenal, próximo al estadio de los Arcángeles.

El Festival Internacional de Música Sefardí se celebra a mediados de julio, poco antes que el Festival de la Guitarra, una de las citas flamencas más importantes del año en Andalucía con el ciclo Noches Flamencas en el Casco Histórico, una serie de veladas que se prolongan hasta finales del mes de noviembre y que reúnen en las Caballerizas Reales, en la Casa de las Campanas y en la Plaza del Potro a jóvenes promesas y consagradas figuras del arte mayúsculo andaluz.

El día 24 de octubre es la fiesta de San Rafael, custodio de la ciudad de Córdoba. La tradición marca visitar su iglesia, próxima a San Lorenzo, para participar de los actos religiosos.

Hacia mediodía miles de cordobeses se desplazan a parajes naturales de la sierra, especialmente el parque forestal de Los Villares, a comer el "perol", un arroz caldoso, acompañado de vino de Montilla-Moriles.

Gastronomía y artesanías de Córdoba

Hay mucho arte y tradición en la gastronomía cordobesa. Se siente el peso de la historia y de las tradiciones, en especial en platos que tienen su origen en la cocina árabe y judía, y que hoy en día llegan a la mesa del comensal con toques innovadores y la fusión de sabores.

Hay platos que tienen su marca peculiar cordobesa como el salmorejo, el flamenquín de jamón serrano, el rabo de toro de lidia, el cordero a la miel o las alcachofas perfumadas con un toque del vino de Montilla. En postres, hay que hacer mención allegado que dejaron los mozárabes.

El recetario también acoge recios platos de caza, jamones y embutidos ibéricos que llegan del valle de Los Pedroches. En Córdoba gana fama y prestigio una costumbre típica de Andalucía: ir de tapas.

Tabernas hay en los alrededores de la plaza de La Corredera, en los barrios de la Ajerquía o en las proximidades a la plaza de Las Tendillas para paladear infinidad de pequeños bocaditos que resumen a la perfección la exquisitez de la cocina mediterránea.

La platería constituye la mayor actividad artesanal de Córdoba y la principal fuente de ingresos económicos de la capital.

Los talleres plateros están repartidos por toda la ciudad, buena parte de ellos en casas particulares.

Los mayoristas cordobeses distribuyen las joyas talladas artesanalmente en Córdoba por todos los países de Europa.

Asimismo, son famosos los cordobanes, trabajos en cuero repujado que evoca las tradiciones artesanales andalusíes. Córdoba, además, posee importantes fabricantes de guitarras clásicas y flamencas.

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