Doctor   ¿Tomar mucha agua te puede matar?
Sí, aunque no lo creas: la intoxicación con agua existe, y puede ser fatal...
 

 

 

 

En su forma más básica, la intoxicación por agua se produce cuando una persona toma tanta agua que los otros nutrientes del cuerpo se diluyen hasta el punto de que ya no pueden cumplir sus funciones.

Usted probablemente haya escuchado el término electrolito, ya sea en referencia a las bebidas deportivas (que proporcionan electrolitos, además de otros fluidos) o para ciertas enfermedades, como la bulimia o la diarrea, que causan peligrosos "desequilibrios electrolíticos" en el cuerpo.

Los electrolitos son simplemente sales iónicas (átomos con una carga general positiva o negativa) que las células utilizan para transportar los líquidos y los mensajes de los nervios desde y hacia las células, y por todo el cuerpo.

Sin los electrolitos, el cuerpo no puede funcionar. La intoxicación por agua provoca un desequilibrio electrolítico que afecta las concentraciones de sodio y provoca una condición llamada "hiponatremia".

En los casos de intoxicación por agua, es la hiponatremia extrema lo que, en última instancia, puede provocar el coma y la muerte.

Si se detecta a tiempo, el tratamiento intravenoso con fluidos que contienen electrolitos puede generar una recuperación completa; pero si no se la trata, la hiponatremia es fatal.

La intoxicación por agua es básicamente una forma de hiponatremia -que también puede ser causada por una sudoración excesiva, quemaduras graves, deshidratación prolongada y ciertos problemas hepáticos, entre otras causas-.

Cuando una persona muere de hiponatremia como consecuencia de una intoxicación por agua, el factor desencadenante es un severo desequilibrio de sodio, que provoca daño celular masivo.

El sodio es un ion con carga positiva, y su rol en el cuerpo es hacer circular los fluidos hacia el exterior de las células.

De esta manera, el sodio contribuye a regular la presión arterial y a mantener las señales que permiten que los músculos funcionen adecuadamente, entre otras cosas.

Las células mantienen activamente una concentración de sodio determinada. Dentro de las células, hay más electrolitos; fuera de ellas, hay más agua.

Las células mantienen niveles saludables de sodio moviendo el agua y los electrolitos dentro y fuera de la célula, para diluir o aumentar los niveles de sodio en los fluidos corporales.

Pero cuando alguien bebe una cantidad exagerada de agua en un corto período de tiempo, si el agua no contiene electrolitos añadidos, el sistema de mantenimiento celular no puede manejar el nivel de dilución de sodio que se produce.

El resultado es que las células tratan desesperadamente de aumentar la concentración de sodio de los fluidos corporales absorbiendo grandes cantidades de agua.

Algunas células tienen una gran capacidad de expansión; otras no pueden expandirse. Las células del cerebro están limitadas por el cráneo, y pueden llegar a estallar con la presión del agua que están absorbiendo.

La cantidad exacta de agua que puede generar una intoxicación es desconocida y varía para cada individuo.

Los síntomas de la intoxicación por agua se parecen mucho a los síntomas de la intoxicación por alcohol, incluyendo náuseas, alteración del estado mental y vómitos.

Otros síntomas que pueden presentarse son: dolores de cabeza, debilidad muscular y convulsiones. En casos graves de intoxicación por agua, el coma y la muerte aparecen con bastante rapidez como resultado de la inflamación cerebral.

En la población general, esta condición es muy rara, pero en el atletismo de distancia, es un riesgo frecuente y, a menudo, se evita tomando bebidas deportivas en lugar de agua durante los entrenamientos y las competencias.

 
 
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