Tienes tanorexia?
Cada vez más hombres y mujeres quieren permanecer bronceados todo el año. Los
solariums están llenos de gente que quiere estar morena siempre, pero los
efectos dañinos son muchos y la exposición frecuente puede llevar a contraer
cáncer de piel. “Quienes están bajo los efectos de esta obsesión creen que
nunca están demasiado bronceados, siempre quieren estar más morenos y nunca es
suficiente. Pierden el sentido de la realidad y la apariencia, así como suele
pesar con otras adicciones como la anorexia”, sostiene la dermatóloga
argentina Mónica Rey.
Son mujeres quienes más sufren esta enfermedad, según las estadísticas. El
margen de edad oscila entre los 25 y 40 años. “Las mujeres deben tomar
conciencia al respecto, ya que el cáncer de piel mata cada vez más a más
personas en el mundo. Los efectos nocivos del sol y de las cámaras artificiales
de bronceado son demasiados y no hay que exponerse innecesariamente. Para estar
bonitas no es necesario carbonizarse al sol ni mucho menos dejar la salud en la
piel”, argumenta la especialista.
Para tener en cuenta:
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Puede provocar cáncer de piel
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Abrasiones
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Arrugas prematuras
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Los daños que se produce el sol y los rayos ultravioletas son acumulativos
Los adictos al sol o al bronceado artificial sufren fotoenvejecimiento
prematuro. “Se diagnostican dos millones de casos nuevos al año en el mundo
de cáncer de piel, de los cuales el 90 por ciento corresponde a las radiaciones
ultravioletas”, asegura Rey. Quienes están más expuestos a sufrir de
tanorexia son las personas delgadas, fumadoras y de raza blanca.
Consejos:
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No perder de vista que el bronceado produce enfermedades peligrosas
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Protegerse debidamente cuando se acude a la playa con protectores y cremas
solares y no abusar del sol en horas punta.
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Evitar acudir a los centros de estética para broncearse. Si se los frecuenta,
empezar por disminuir el número de visitas.
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Acudir al dermatólogo una vez al año. Mucho más si se ha estado expuesta al sol
durante toda una vida. Las arrugas prematuras, aparición de manchas o lunares
requieren observación, mucho más si se ha tomado el sol de manera constante.
“El culto a la apariencia física ha despertado innumerables trastornos. Uno
de ellos es la obsesión por estar bonitas. El bronceado es sinónimo de estar
bien y pasarla bien. Los cuerpos se exhiben casi desnudos en la playa y un tono
bronceado puede ser seductor, pero ya cuando se necesita estar cada vez más
moreno, se piensa solamente en eso y se va todos los días al solarium para
acentuar cada vez más el color, es un vicio y como cualquier adicción, se
convierte en una enfermedad que requiere tratamiento inmediato”, comenta la
psicóloga española Marta García Ruel.