Hombres maltratados
Si nos refiriéramos al maltrato hacia las personas independientemente del sexo,
se avanzaría muchísimo. No hay que obviar que dentro del ámbito familiar, no
sólo existe la mujer maltratada, sino también los hombres maltratados.
En muchos países, entre ellos algunos del continente americano, el número de
hombres que reciben malos tratos de sus parejas es prácticamente similar al de
las mujeres, cuando no mayor.
En los Estados Unidos, por ejemplo, el número de hombres maltratados por sus
esposas supera al de las mujeres golpeadas por sus maridos, mientras que en
España, la carga está pareja, lo que ha motivado a un grupo de hombres de este
último país a crear una plataforma institucional con miras a revertir esa
tendencia
Un hombre maltratado es aquel que es habitualmente agredido, en forma física o
verbal, por su esposa, sus hijos o por quienes conviven con él. Por el tipo de
sociedad patriarcal en la que vivimos, la golpeada suele ser la mujer. A un
hombre le cuesta admitirlo.
Los hombres maltratados no se atreven a denunciar estos hechos, porque los ven
como algo que puede afectar a su hombría.
La percepción común es que los hombres nunca son las víctimas de la violencia
doméstica. Para resolver el problema debemos liberarnos de este tabú y tener un
acercamiento más equilibrado al problema.
Como sucede con la mayoría de los problemas de violencia familiar, la situación
empeora día tras día y los maltratos aumentan puertas adentro y con más de un
cómplice.
Si bien cuando se habla de violencia familiar se suele pensar en la agresión
física, el maltrato verbal o psicológico es a veces mucho más doloroso.
La valorización que se hace de los actos del hombre y cómo se le habla suelen
ser formas de violencia mucho más comunes de lo que se cree.
La agresión verbal es más citada ante los profesionales por los hombres que por
las mujeres.
La desautorización de la palabra frente a los hijos es sumamente agresiva para
los hombres, aunque la comunidad tiene poca conciencia de esto. Cuando este tipo
de críticas no se realiza en la intimidad, las agresiones se transforman en
graves denigraciones.
La principal causa reside en el hecho de que se trata de matrimonios enfermos.
Aunque los problemas económicos, la falta de trabajo y las adicciones aumentan
las formas de violencia, las principales causas de la violencia doméstica son el
deterioro de la relación de la pareja y la incompatibilidad de caracteres, que
empiezan a chocar y llegan los malos tratos.
La problemática puede ser enfocada desde distintas aristas: desde la desigualdad
social entre los géneros en cuánto al ejercicio del poder entre varones y
mujeres- a en la actualidad, posturas machistas y feministas y autoritarismo.
El hombre está siendo desplazado del lugar de proveedor de los bienes de la
familia. Al disminuir su salario o quedar sin trabajo, aparece una situación que
daña su autoestima y aumenta la agresión del grupo familiar hacia él.
Muchas mujeres viven en una encrucijada caótica entre el hogar y el trabajo, y
su casa es el único lugar de desahogo para ellas. La mujer pelea contra el varón
que la oprime y el hombre golpeado, en este caso su marido, es un representante
de esta opresión.
El enfoque psicológico, sostiene que la violencia es el resultado de
experiencias traumáticas sufridas en la infancia.
Los varones maltratados constituyen un tema tabú, un tema que en la mayoría de
los casos nos sorprende o nos angustia, y al que damos por respuesta alguna
frasecita "machista" .
El maltrato que reciben tantos varones como mujeres exige una mirada a los
cambios que se están generando en nuestra sociedad globalizada, pues se está
distorsionando la realidad de las personas maltratadas.
Por una cuestión cultural o de falso machismo, debido a una estima
desvalorizada, estos varones se niegan la posibilidad de trabajar estos aspectos
que los lastiman tanto, y la misma sociedad no les ha dado un lugar
significativo en la misma, precisamente porque no ha sido demandado por ellos,
víctimas del autoritarismo.
El hombre no sale solo de un problema como éste. Necesita de un grupo de pares,
sentir que existe la posibilidad de salir de esta trampa y encontrar su lugar en
el mundo.