Biodanza para recuperar el equilibrio

La biodanza es un sistema de integración entre personas que tiene como objetivo la renovación orgánica. El método se vale de la música, el canto y los movimientos corporales para lograr su objetivo...   

Biodanza para recuperar el equilibrio


 

  


La biodanza fue creada por el psicólogo chileno Rolando Toro quien investigó el con pacientes, los efectos de la música sobre los estados alterados de la consciencia.

Mediante el uso de músicas intensas, eufóricas o suaves y relajantes observó que podía recuperar el equilibrio psicofísico.

Este método de integración afectiva es un camino para abrir la puerta a los sentimientos y rendirse ante la comunicación emocional.

“Este tipo de comunicación es innata en el ser humano, pero que se olvida sin darle el mínimo valor”, sostiene la profesora de biodanza, la española Giselle Salvador Solá.

Contrariamente a lo que se cree, para poner en práctica este técnica no se necesita saber bailar ni siquiera tener facilidad para moverse. Solamente hay que dejar fluir al cuerpo e intentar recuperar la capacidad de vincularse con el otro de manera sociable.

En qué consiste una práctica de biodanza:

Los participantes no pueden hablar entre ellos. La intención es poner toda la intensidad en la comunicación e integración corporales.

Mediante la ayuda de la música es posible lograr que cada uno se suelte y se sienta lo suficientemente libre para dejar fluir las emociones que se rigen tan solo por la intuición.

Esta danza expresiva tiene como finalidad poder estimular el vínculo con otra persona por más que ésta sea un extraño.

Algunos ejercicios de biodanza

Ponerse en parejas, enfrentados entre sí, se extenderán las manos hasta unir las palmas con el compañero. Comenzar a mover muy lentamente en círculos primero hacia el lado de una de las personas y luego hacia el lado del otro participante.

Enfrentados unos con otros, en pareja fundirse en un abrazo y moverse lentamente al ritmo de la música. Realizar suaves masajes en la espalda del compañero.

Hacer una ronda entre todos los participantes y tomarse de las manos. Al ritmo de la música se irá caminando o un poco más rápido.

Las músicas pueden ir cambiando para que cada uno tenga la oportunidad de experimentar diferentes sensaciones haciendo un mismo ejercicio.

Antes de finalizar el ejercicio, en ronda se abrazarán e irán juntando hasta terminar quietos y en silencio por unos minutos para relajarse.

Hacer pequeños grupos de cuatro o cinco personas y sentarse en el suelo y en ronda. Extender las manos y acariciarse al ritmo de la música, subiendo las manos y brazos, bajando o moviéndose hacia los costados.

¿Quiénes pueden practicar biodanza?

Todo tipo de persona se verá beneficiada. “Es ideal para aquellas personas tímidas que no cuentan con facilidad para expresar sus sentimientos a través del cuerpo, quienes se encuentran muy nerviosos por la rutina diaria y quienes sienten la necesidad de recuperar algo básico de la vida como lo es la calidez y el vínculo afectivos”, aconseja la española.

Es importante destacar la contención afectiva que recibe del grupo cada uno de los participantes. “Es una de las virtudes fundamentales de esta práctica.

Se supone que cada uno, al irse a sus hogares estará más abierto a experiencias ligadas con las emociones
”, finaliza diciendo la especialista.

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