8 personajes que te pueden arruinar un viaje   Magia y descanso en Provenza y la Riviera francesa
Conoce todas las posibilidades de uno de las regiones más impactantes de Francia, la Provenza
 

 

 

 

El mar mediterráneo es, sencillamente, impresionante, ya sea que lo contemples desde el aire –cuando tu avión esté aterrizando por primera vez en Nice- o mientras estás caminando a lo largo de las playas rocosas de Cannes. 

Las aguas siempre son claras y permanecen cálidas durante seis meses al año, y sus colores cambian según su antojo –turquesa, esmeralda y zafiro-. En el invierno, aunque está muy frío para nadar –salvo para las almas más valerosas-, el color de las aguas imita el gris de las nubes, y puedes disfrutar de las playas desiertas y de los vientos frescos mientras caminas por la costa. 

Las opciones de alojamiento son muchas en Provenza. Hospédate en un hotel cuatro estrellas y encuéntrate durmiendo sobre sábanas de algodón egipcio, en una cama alguna vez utilizada por reyes y reinas.  

Hay encantadores cabañas en las que, aparte de alojamiento, sirven comidas caseras y en las que puedes obtener datos históricos y recomendaciones un cuanto a los lugares a visitar. Si estás en busca de paz y tranquilidad, podrías hospedarte en un antiguo monasterio y quedarte en sus pequeñas y silenciosas habitaciones, con paredes de gruesa piedra, o disfrutar de sus jardines exteriores con grandes fuentes donde el romero silvestre y el tomillo crecen abundantemente. 

Las personas de Provenza son amistosas y serviciales. Ellas no se molestarán si tu francés es un poco tosco, y buscarán una forma de comunicarse contigo y de contestar a tus preguntas. 

El clima en Provenza 

Cada estación tiene sus encantos particulares. En primavera, las mimosas están adornadas con delicadas flores amarillas, las amapolas rojas crecen a lo largo de la carretera y hay campos de tulipanes que nada tienen que envidiar a los de Holanda. 

En verano, las frutas suculentas son abundantes por doquier, las hojas de las parras se convierten en un infinito “mar de color verde”, cuando son vistas desde la ruta, y el mar mediterráneo ofrece un respiro del calor tropical. 

Durante el otoño, las parras están pesadas y llenas de sus frutos. Las hojas rojas, amarillas y naranjas visten los árboles en espléndidos mantos, y los festivales comunales se suceden casi a diario. 

El invierno, por otra parte, se muestra lleno de días templados y soleados, aunque con una afluencia mucho menor de turistas. 

Provenza es un sitio ideal para unas vacaciones perfectas en cualquier momento del año. Este lugar es tan espectacular que incluso aquellos visitantes que atraviesan casualmente sus rutas se ven en dificultades a la hora de decir adiós. 

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