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Várices: no las ocultes, gánales la batalla

La aparición de arañas lilas en los tobillos no es normal. ¿A qué se deben?, ¿cómo combatirlas?

Lo que parecía ser solo un problema de estética corporal es un verdadero problema de salud. Cerca del 20% de la población padece de várices y muchos no le dan la importancia que esta enfermedad merece, la subestiman sin saber que sus consecuencias pueden ser fatales.

Las várices es una enfermedad crónica evolutiva, que se da en hombres y mujeres a una determinada edad.

Si te duelen las piernas, los tobillos se te hinchan especialmente en las noches, tienes calambres y pesadez en tus extremidades inferiores con sensación de hormigueo debes tomar cartas en el asunto, pues aunque no se vean, las várices están dando sus primeros síntomas.

“Las várices no son otra cosa que la dilatación del sistema venoso superficial (cuando es visible) y el sistema venoso profundo, en donde las paredes de las venas se han vuelto tortuosas y ha habido ruptura de sus válvulas”, explica el Presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Flebología Ernesto Intriago Giler, quien agrega además que esta no es una enfermedad propia del género femenino.

Los hombres la padecen con mucha frecuencia pero son muy pocos los que consultan con el especialista.

Las venas dilatadas no ocurren por una sola causa, es una enfermedad multifactorial. Los factores que la desencadenan son muchos entre ellos, la obesidad, el uso de anticonceptivos hormonales, trastornos hormonales y ginecológicos, la multiparidad, etc.

Por eso no basta con suprimir la causa para que desaparezcan sino que se debe valorar al paciente de manera global y cambiar ciertos hábitos negativos.

“Hay personas que están predispuestas genéticamente a tener várices y también influye mucho el factor hereditario”, menciona Intriago.

Son más propensas a desarrollar la enfermedad personas que permanecen de pie o en una misma posición (policías, panaderos, secretarias) por mucho tiempo.

¿Cómo evoluciona este mal?

Normalmente las várices aparecen como unas arañas muy visibles que obligan a la consulta médica.

Cuando ocurre la ruptura de las válvulas venosas en las venas profundas, el flujo ascendente normal circulatorio se afecta, la sangre se regresa produciéndose un reflujo y por acción de la gravedad esta sangre se dirige a otras venas superficiales volviéndolas dilatadas, dando como resultado una circulación sanguínea alterada y se forman las arañas vasculares, luego las venas se brotan.

Que tus piernas dejen de ser atractivas no es el único problema de las várices pues si aparecen quiere decir que esa persona tiene mala circulación y esas venas brotadas pueden aparecer en otras zonas como en el ano (hemorroides), en los testículos (varicocele) o hasta en la vulva en la mujer.

Las várices sin tratamiento especializado podrían desembocar en una úlcera varicosa (estadío final), la ruptura de la vena (varicorragia) o que esa vena forme coágulos en la sangre (tromboflebitis) que puede ser mortal.

Además, este trastorno circulatorio produce cambios tróficos en la piel y si hay ruptura de úlceras muchas veces se complica con otros procesos infecciosos graves.

“Como Sociedad Ecuatoriana de Flebología hacemos conciencia en los pacientes a que se traten con el flebólogo o el médico linfólogo quien puede proporcionar los tratamientos efectivos, además instamos a que no se automediquen. No hay tratamientos estéticos ni pastillas milagrosas que curen”, finaliza Intriago.

Los tratamientos existen además de los cambios en hábitos como la alimentación y el uso de medias especiales para várices son la solución a este problema.

Por Susana Landívar
Periodista, redactora de periodismo médico en Guayaquil, Ecuador
Ganadora de Cuarto Premio de Periodismo Médico de Merck Sharp & Dohme 2006

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