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Trastorno de Pánico

“¡Tengo tanto miedo! Cada vez que voy a salir tengo esa horrible sensación en la boca del estómago y me aterroriza pensar que voy a sufrir otro ataque de pánico…”

"Intempestivamente
sentí una oleada de
miedo sin que hubiera razón alguna. El corazón me latía
apresuradamente, me dolía el pecho y se me dificultaba cada vez más respirar.
Llegué a creer que me iba a morir."

¿Cuáles son los síntomas
de un ataque de pánico?

Como se describe
arriba, los síntomas de un
ataque de pánico se presentan intempestivamente y sin
causa alguna aparente. Los síntomas pueden incluir:

  • Palpitaciones
    rápidas o violentas
  • Dolores
    en el pecho
  • Vértigo,
    mareo, náusea
  • Dificultad
    para respirar
  • Cosquilleo
    o entumecimiento en las manos
  • Sofoco
    o escalofrío
  • Sensación
    de estar soñando o deformación de percepción
  • Terror: sentir que algo horrible va a pasar y que no puede uno evitarlo
  • Miedo
    de perder el control y hacer algo que le cause a uno vergüenza
  • Miedo
    de morir

Por lo general, un
ataque de pánico dura varios minutos y se considera una de las situaciones más
penosas que pueda experimentar una persona. Casi todos los que sufren un ataque
sufrirán otros más. Cuando una persona sufre continuos ataques o siente una
fuerte ansiedad por miedo a tener otro ataque, se dice que sufre trastorno
causado por pánico.

¿Qué es un trastorno
causado por pánico?

Es un serio
problema de salud. Cuando menos, un 1,5 por ciento de los adultos sufrirá un
trastorno causado por pánico en un momento dado en su vida. Este trastorno es
bastante diferente a otros tipos de ansiedad en cuanto a que los ataques de pánico
se presentan inesperadamente, aparentemente sin causa alguna y frecuentemente
causan incapacidad.

Una vez que una
persona sufre un ataque de pánico, por ejemplo mientras maneja un vehículo,
hace compras en una tienda llena de gente, o se encuentra dentro de un elevador,
pueden crearse miedos irracionales llamados fobias, relacionados con esas
situaciones, y comenzará a tratar de evitarlas. 

Con el tiempo, la necesidad de
evitar esas situaciones y el grado de ansiedad por miedo a otro ataque pueden
llegar al punto en que esa persona que sufre un trastorno causado por pánico no
podrá volver a manejar un vehículo, ni siquiera dar un paso fuera de su casa. 

Cuando llega a este punto, se dice que la persona sufre trastorno de pánico
con agorafobia. 

Es así como el trastorno de pánico puede tener un
serio impacto en la vida diaria de una persona, tanto como cualquier otra
enfermedad seria, a menos que la persona reciba tratamiento efectivo.

¿Es el trastorno
de pánico una enfermedad?

Sí. El trastorno
de pánico es una enfermedad real con posibilidades de causar
invalidez, pero que puede controlarse por medio de tratamiento específicamente diseñado
para este mal. 

Desafortunadamente, debido a los síntomas molestos que se
presentan con el trastorno de pánico, frecuentemente se confunde este
mal con una afección cardiaca o cualquier otra enfermedad que amenaza la vida.

Frecuentemente, las personas acuden a las salas de emergencia de los hospitales
cuando son presas de un ataque de pánico, donde posiblemente se les hagan
pruebas exhaustivas para descartar la existencia de esos otros males.

Por regla general,
el personal médico trata de reasegurar al paciente de que no está en grave
peligro. Sin embargo, estos intentos de calmar al paciente pueden hacer más daño
de lo que uno se imagina.

Si el doctor usa expresiones tales como "no es
algo serio", "es cosa de su imaginación" o "no es algo por
qué preocuparse" puede dar al paciente la impresión equivocada de que el
tratamiento no es posible o no es necesario.

¿Cuál es el
tratamiento para un trastorno de pánico?

Gracias a la
investigación que se ha llevado a cabo en este campo, existen varios
tratamientos disponibles, incluyendo diferentes medicamentos eficaces y distintas
clases de psicoterapia. Frecuentemente, una combinación de psicoterapia y
medicamentos da buen resultado en más o menos corto tiempo. 

Por lo tanto, un
tratamiento adecuado para el trastorno de pánico puede prevenir
ataques posteriores o hacer éstos menos severos y frecuentes, lo que trae
consigo un gran alivio al 70 o 90 por ciento de las personas que padecen
trastornos de pánico.

Además, las
personas que padecen trastornos de pánico pueden necesitar
tratamientos para otros problemas emocionales. 

La depresión se asocia
frecuentemente con los trastornos de pánico, de la misma manera que el
abuso del alcohol o de las drogas.

Recientemente se ha llegado a la conclusión
de que el suicidio es más prevalente entre las personas que sufren trastornos
de pánico. Afortunadamente los problemas asociados con los trastornos de pánico, así como éstos mismos, pueden resolverse eficazmente.

Por desgracia
muchas personas que sufren trastornos de pánico no reciben
tratamiento alguno.

¿Qué sucede si no se
atiende un trastorno de pánico?

El trastorno
causado por pánico puede durar meses o años. Aunque por lo general éste
comienza en la pubertad, en algunas personas los síntomas se presentan más
tarde en su vida. 

Si no se atiende, puede empeorar al punto de que la vida de
esa persona se afecte seriamente. De hecho, muchas personas han tenido problemas
con sus amistades o con sus familiares o aún en sus trabajos debido al
trastorno causado por pánico. 

Es posible que se presente cierta mejoría
ocasionalmente pero por lo general no desaparece el mal a menos que la
persona reciba los tratamientos adecuados, diseñados para ayudar a quienes
padecen trastornos causados por pánico.

¿Qué ocasiona un
trastorno causado por pánico?

De acuerdo con una
teoría existente sobre el trastorno causado por pánico, el "sistema de
alarma" normal de un cuerpo, o sea el conjunto de mecanismos mentales y físicos
que le permiten a una persona hacer frente a una amenaza, entra en acción sin
que sea necesario, o sea cuando no hay peligro. 

Los científicos dedicados a esta
clase de estudios no han podido saber exactamente cómo sucede o por qué
algunas personas son más susceptibles que otras a este problema. Se ha llegado
a determinar que el trastorno causado por pánico se extiende en la familia, lo
que puede sugerir que los genes juegan un papel decisivo al determinar quién lo va a heredar. 

Sin embargo, algunas personas sin
antecedentes familiares de este mal llegan a sufrirlo. Frecuentemente los
ataques se provocan por una enfermedad física, una seria tensión emocional en
la vida o posiblemente por medicamentos que aumentan la actividad de la parte
del cerebro responsable de las reacciones de miedo.

Fuente:
Adaptado de National Institute of Mental Health (USA)

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