Este síndrome puede tener la aceptación previamente mencionada o según destacan
otros especialistas, tratarse de niños que acusan falsamente a sus
madrastras o
madres adoptivas de malos tratos.

Sin embargo, la definición más utilizada y tratada es aquella que expone la
idealización de una mujer que no encuentra lo que quiere y que nada la conforma.
“Este tipo de mujer es muy exigente en el amor y ningún acto es suficiente
para completarla.

Se la pasan esperando la
perfección
y lo imposible sin medir las
consecuencias de su anhelo. En realidad son mujeres que temen a la independencia
y lo que buscan es que sea otra persona externa la que les solucione la vida sin
tener que ser ellas las que se comprometen y avanzan por ser mejores cada día y
conseguir todo aquello que se proponen”, sostiene el psicólogo español
Fernando Ángel Saer.

Perfil de las mujeres con síndrome de Cenicienta

– Son idealistas y fantasiosas hasta el extremo de paralizarse y no hacer nada
por progresar o cambiar aquello que les ocasiona frustración

– Están convencidas de que un príncipe azul las rescatará y liberará del tedio
que es su acontecer diario ya sea en el ámbito social, amoroso, afectivo o
laboral

– Son dependientes de esta fantasía. Se escudan en ella para no enfrentar sus
temores

– Tienen miedo a la independencia y todo lo que tienen es insuficiente por más
que haya costado mucho esfuerzo conseguirlo.

Cómo superar el síndrome de Cenicienta

“Lo primero que hay que lograr es que la mujer acepte lo que está ocurriendo. Es
el paso más complejo ya que estas cenicientas prefieren vivir y fundamentar sus
vidas en una burbuja de ensueño.

Traerlas a la realidad es tan cruel como necesario. El entorno y el apoyo que
tengan al lado será fundamental para el éxito de la recuperación. Estas mujeres
deben aceptar que no hay nada perfecto y mucho menos un alguien.

Esperar por alguien que no existe solamente ocasiona bloqueos emocionales muy
poderosos. El mejor consejo que se le puede dar a una mujer que experimenta el
síndrome de cenicienta es que si verdaderamente cree que hay alguien especial
ahí fuera que será capaz de rescatarla de todo mal, debe salir a su encuentro.

Hay que enfrentarla con esa supuesta realidad para que ella misma se dé cuenta
de lo que implica vivir en una fantasía y en una mentira”,
recomienda el experto.

Es importante la paciencia y comprensión de quienes la rodean. “Hay que
hacerle entender que se puede ser feliz y llevar una vida satisfecha y plena sin
necesidad de buscar la perfección en cada acto cotidiano.

Una vez entiendan esta verdad, dispondrán de más tranquilidad y lógica para
encarar la vida”, opina el profesional.

Rodearla de un entorno positivo que pueda darle fuerza a las palabras que se le
dicen. “Intentar que se rodee de amigos emocionalmente sanos, que valoren el
trabajo, la familia, la vida con sus pequeñas alegrías de todos los días, con
los que pueda compartir momentos, paseos o deportes.

Estas actitudes provocarán reacciones positivas y de a poco se podrá ir
logrando un cambio de comportamiento en esta clase de mujer”, finaliza
diciendo el psicólogo.

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