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¿Se queja usted de su trabajo?

Un hombre preguntó a un anciano jubilado, cuál era la carga más pesada. El anciano le miró con ojos tristes, y respondió: “No llevar ninguna”. ¿Cuántas veces nos quejamos de nuestro trabajo diario?

No hay estadísticas al respecto, pero si las hubiera quizá nos sorprendería. El trabajo es posiblemente el tema sobre el cual más se queja la gente.  De hecho, hay personas que tienen literalmente que fustigarse todos los días para ir a trabajar. 

Puede usted estar seguro de que no irían si no fuera porque necesitan el dinero para seguir viviendo. Se puede decir con propiedad que “sufren su trabajo”. ¿Tiene necesariamente que ser así?  Los expertos nos dicen que no.  

Ellos creen que el trabajo da sentido a la vida. Nos obliga a levantarnos y acicalarnos, nos proporciona compañeros y amigos, labores que hacer, nos hace necesarios y útiles. Y debería también darnos la oportunidad de disfrutarlo, aprender y  prosperar. 

Pero sé que usted podrá argumentar que su trabajo es rutinario,  o en un ambiente hostil, e incluso que no es remunerado como en el caso de las amas de casa. Y es aquí donde los expertos nos dicen que hay que hacer cambios.  

Fundamentalmente, un cambio de actitud. Debemos contar nuestras bendiciones. Por que puede ocurrir que de tanto quejarnos del baso medio vacío, no nos demos cuenta que también está medio lleno. 

¿Qué bendiciones? Una de ellas es tener la oportunidad de trabajar, aun cuando la labor nos parezca terrible en el momento. Es posible que algún día, cuando la oportunidad haya desaparecido, la echemos de menos.  

Recuerde el caso de aquella mujer que moría en su cama de hospital, y a quien la trabajadora social trataba de consolar. Su principal aflicción eran sus dos hijos pequeños, el menor un bebé de brazos aún. La moribunda confesó: “Daría cualquier cosa por estar en casa lavando pañales sucios”. 

Finalmente déjeme decirle que usted pasará trabajando, en una u otra forma, alrededor de noventa mil horas en su vida. Son demasiadas horas. ¿No indica el sentido común que debería aprender a disfrutarlas? 

LO NEGATIVO: Quejarnos tanto de nuestro trabajo, que llenemos nuestros días de frustración.

LO POSITIVO: Ver nuestro trabajo como una oportunidad, realizarlo con  la actitud adecuada, y conseguir a cambio una buena dosis de felicidad.  

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