Mucha gente asume en
parte esta tendencia, pero no hasta el punto en que puede resultar mortal.
Lamentablemente, no puede decirse lo mismo de los hermanos Collyer, de Nueva
York.
Langley y Homer Collyer se trasladaron al barrio de Harlem, en Nueva York, en
1909, cuando tenían alrededor de veinte años.
Hijos de una familia de clase alta,
los hermanos se volvieron cada vez más ermitaños con los años, y comenzaron a
acumular objetos.
¿Cuántas cosas acumularon? Se estima que había 180 toneladas
de "chatarra" en su departamento.
Candelabros
oxidados, cochecitos rotos, pianos, relojes arruinados y muebles abandonados se
apilaban en cada rincón de la casa.
Homer se quedó ciego en 1930 y quedó
postrado en cama debido a un reumatismo, allá por 1940. Su hermano menor se
preocupaba por todas sus necesidades, e incluso guardó cientos de miles de
diarios, con la esperanza de que Homer recuperara la vista.
Curiosamente, la casa también contaba con trampas explosivas, para evitar que
ingresaran intrusos.
Esto llegaría a ser la ruina de Langley, cuando tropezó con
una de las trampas y quedó enterrado bajo una avalancha de basura.
Incapaz de
ayudar, Homer sólo pudo morir lentamente de hambre, mientras su hermano yacía
muerto bajo el montón de basura.
La policía realizó búsquedas por todo Manhattan
durante semanas, antes de darse cuenta de que Langley estaba enterrado en su
propia casa.
Muerte por un fenómeno inexplicable
Lo que ocurrió exactamente para causar la muerte de nueve excursionistas en los
Montes Urales de Rusia, el 2 de febrero de 1959, sigue siendo uno de los más
notorios misterios sin resolver del país.
El 28 de enero, 10 alumnos del
“Instituto Politécnico Ural” partieron para realizar un poco de senderismo de
invierno. Uno de los miembros se enfermó y se quedó atrás, para recuperarse en
un establecimiento de montaña.
Los otros nueve nunca lograron salir del bosque, y lo que los investigadores
encontraron resultó aterrador y confuso.
Sus carpas abandonadas fueron halladas
desgarradas por dentro, medio enterradas en la nieve, con los zapatos y las
pertenencias de los estudiantes todavía en su interior.
Los dos primeros cuerpos
fueron encontrados al borde del bosque, descalzos y vestidos sólo con ropa
interior.
Los siguientes tres cuerpos fueron encontrados cerca, en condiciones similares.
Dos meses más tarde, los últimos cuerpos fueron encontrados enterrados en la
nieve a unos 75 metros de las otras víctimas.
Estos cuatro estudiantes tenían lesiones internas masivas, las costillas rotas y
los cráneos aplastados. A uno de ellos le faltaba la lengua.
Una cosa que
sorprendió a los investigadores fue el hecho de que no había señales de lucha ni
heridas externas. Las últimas cuatro víctimas llevaban puestas algunas prendas
de los otros, y se demostró que tenían altos niveles de radiación.
LLas teorías abundan, especialmente en los últimos años: avalancha, presencia
alienígena y pruebas militares, para nombrar unos pocos ejemplos.
Los
expedientes fueron sellados hasta 1990, cuando se supo que otros excursionistas
habían avistado unas esferas brillantes de color naranja en el cielo de la noche.
Esto y la radiación de las prendas, lleva a la mayoría de la gente a creer que
se trató de ciertas travesuras militares secretas, a pesar de que el gobierno
ruso nunca ha admitido.
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