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Relato de un viaje a Namibia

Un lugar soñado para quienes gustan del turismo aventura y la naturaleza, con todos los consejos que nos pueden dar un relato de primera mano: Windhoek

 

3/8/99:


Después de dos meses de viaje virtual y entiéndase por virtual el hecho de
prepararlo, imaginarlo, vivirlo y soñarlo, por fin el 3 de agosto nos vamos,
Namibia nos espera, ¿cómo  serán las dunas? ¿me impactarán tanto en la realidad
como lo están haciendo en la imaginación?. La espera compensará, seguro.

 La
salida era a las 00:30, embarcamos a las 00:30 y se mueve el avión a las 00:50,
despegamos a las 00.54. que más queremos, Iberia, no te pasas tanto, solo que se
cumple lo de crea fama y échate a dormir – sufrir en este caso -.

Vamos a Windhoek vía Johannesburg, hasta la primera escala, el vuelo dura 9h
40m, el número  de pasajeros es inferior al número total de asientos, dato muy
importante, si tenemos en cuenta que gracias a eso, podemos dormir toda la noche
estiraditos en 3 asientos, la temperatura de cabina es fría con una frialdad
intensa y duradera.

Facturamos hasta Johannesburg, con sus ventajas e inconvenientes. Como
inconveniente cabe destacar el pase por el control de pasajeros, que si conoces
el idioma del lugar de tránsito es inconveniente, pero,  la de aquel, haces
amigos, practicas el idioma, y te colocas un chute de autoestima, que nunca
viene mal,  pero si no es el caso este sino el contrario que el conocimiento del
idioma brilla por su ausencia, o dicho conocimiento es tan pequeño que sigue el
brillo, se comprende fácilmente, el inconveniente que conlleva esta facturación
por partes.

En cuanto a las ventajas, al facturar al punto intermedio, hay que
destacar lo de recoger equipaje en dicho punto, por lo cual si no lo ves
aparecer en ese paseíllo de maletas que lleva consigo todo viaje que se precie,
puedes empezar a hacerte una idea de en que trozo de viaje, el avión voló con
unos cuantos kilos menos, kilos de menos que coincidirán con el peso de tu
maleta, mas el peso de otras posibles maletas que tampoco desfilaron en la cinta
transportadora, esto es lo que se entiende por logística de posible ubicación de
maletas mediante el control de peso del avión.

Conviene, de todas formas, antes de decidir la opción a escoger, valorar el
tiempo que se tiene para hacer el trasbordo, pues si el tiempo es pequeño puede
suceder, que factures, que llegue el equipaje, que desfile con todo su cache en
el punto de destino y tú en el punto anterior. ¡Ole!


4/8/99:

La
llegada a Johannesburg la efectuamos a las 10:30, recogemos el equipaje. ¡Que
puesta en escena cuando apareció!. Pues hay que tener presente que uno de los
momentos importante en un viaje es el reencuentro con tus pertenencias, vamos,
como si ya hubieras superado el primer salto de obstáculos, valga la
comparación, vamos, como decir: mis cosas y yo vamos a por todas.

Pasamos por el control del país, ¡qué dominio de la situación! En la primera
pregunta que me hacen  muy digna, contesto: I don´t understand, con lo cual se
les pasa las ganas de meterse en mi vida y ni 10.000 palabras más.


Facturamos y embarcamos rumbo Windhoek.  El vuelo sale a las 16h, y con ese
vestido de paciencia que es conveniente colocarse siempre que se emprende una
andadura en avión, nos dedicamos a buscar a Willy –gente con sacos en la mano-
que nos llevaría a la deducción lógica de futuribles compañeros de viaje.

No
conseguimos nuestro objetivo, pero teniendo en cuenta que en la vida, no siempre
consigues lo que quieres, pero si lo intentas, es posible que consigas lo que
necesitas, pegamos la hebra durante un rato con los gorditos de Madrid  y así
nos enteramos de que Bidón 5 tiene una mayorista que es Tierras Inéditas,
información que nos ahorrara un 5% de dinerito por persona en el próximo viaje
que hagamos con ellos, pues compraremos el paquete en Marsans, donde nos hacen
descuento por la compra de paquetes de cualquier mayorista.

Salimos a las 16:15, llegamos
a Windhoek a las 18h, en este vuelo tenemos una nueva experiencia,  
pues es la primera vez que en una línea aérea  nos dan un polo de postre,
además es invierno,  ¡cuantas cosas nos quedan todavía por ver en esta
vida!.


Windhoek, tiene 170.000 habitantes, es pequeña, moderna, limpia y tranquila. Su
arquitectura recuerda el estilo alemán de primeros de siglo y es verdaderamente
agradable pasear por ella, como pudimos comprobar a final de viaje, que fue
cuando pudimos pasearla.

La impresión inicial es que se trata de una ciudad más
pequeña, pues esta situada en un ancho valle, con los barrios periféricos
escondidos en las colinas adyacentes.

La
animación de la mañana desaparece a las 6 de la tarde, cuando cierran los
comercios y quedan las calles desiertas, aunque no especialmente inseguras. Los
restaurantes y cafeterías cierran a las 8 de la tarde.

Es
una ciudad con todo lo necesario para la “vida moderna”. Toda la vida social y
económica gira en torno  a la Avenida de la Independencia y sus calles
limítrofes.


Los transportes públicos son escasos pero las distancias son cortas y pueden
hacerse muchas cosas caminando. El aeropuerto esta a 45km de la ciudad.

Paseando y observando, que es lo mejor a hacer en
cualquier ciudad, que se desee conocer, nos empapamos de la arquitectura
colonial alemana, vimos también, la Torre del Reloj en estilo alemán – africano,
y como no la Casa Gathemann, con su techo inclinado (1913), esta fue la que mas
observamos entre regateo y regateo, por la compra de souvenirs varios, pues la
teníamos en el punto de mira, al levantar la cabeza.

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