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Recursos naturales para el cabello

¿Por qué gastar toneladas de dinero en cosas que podemos lograr por nosotros mismos y en nuestro hogar?

Muchas personas gastan
fortunas en los salones de la belleza, por cosas realmente muy simples, que sin
dudas podrían hacer en su propia casa, con no más de un cierto tiempo y el
conocimiento de algunos sencillos conceptos.

 Es cierto que un
corte de
cabello
necesita inevitablemente de la presencia de un tercero, que además tenga
conocimientos del tema. Pero distinto es el caso de todo lo que acompaña a estos
cortes, que engrosan exageradamente la boleta de la peluquería.

 Los beneficios de
convertirnos en nuestras propias estilistas, no solo tienen que ver con el
dinero ahorrado, sino también con la posibilidad de conocer qué elementos
estamos proporcionando a nuestro organismo, y la seguridad de ser nosotras
mismas quienes determinemos los resultados finales.

 Si suele concurrir a
estilistas, todos estos procedimientos podrán sin dudas ayudarla a ahorrar mucho
dinero en un “mantenimiento profesional”. Sin embargo, lo sabemos, la sola idea
de ser las únicos responsables del cuidado de nuestro cabello, nos puede hacer
poner los pelos de punta…

 La depilación del rostro

La primera cuestión será
la depilación en la zona de las cejas y el bozo. Lo más recomendable, sería
conseguir alguien que le ayude con este trabajo. La cera depilatoria se vende en
cualquier farmacia, y se puede calentar en cualquier olla con agua o en el horno
a microondas. Solo debe estar segura de probarla con el dedo, antes de aplicar
en la piel alrededor de los ojos o labios.

La cera debe estar bien caliente,
pero no hirviendo. Aplique la cera en las áreas donde haya rastros de bello, y
espárzala con un palillo, presionando suavemente.

Espere algunos minutos que la
cera se adhiera, y luego, cuando esté dura, quítela rápidamente, de un tirón,
utilizando el mismo palillo. Recuerde que sacarla lentamente, y no de un tirón,
causa un malestar y un dolor innecesario.

Acondicionamiento del cabello

 Luego vienen los
tratamientos de acondicionamiento. Para esto, puede comprar los acondicionadores
oleosos que se pueden encontrar en las perfumerías, o bien, simplemente,
utilizar aceite de oliva tibio (no caliente).

Aplique el acondicionador que haya
elegido, y después envuelva su pelo en una toalla tibia, que puede haber sido
calentada en el horno a microondas (nuevamente, compruebe cuan caliente  está
antes de aplicársela).

Déjela puesta, mientras se relaja o toma una taza de
café. Luego, lávese o remoje su pelo (si utiliza el aceite, podría ser mejor
utilizar champú). Esto le dará a su pelo un renovado brillo, por solo unos pocos
centavos.

 Los reflejos

Más tarde, llegará el
turno de hacerse los reflejos. Si lo que en realidad desea es  hacerse un cambio
total del color, lo ideal sería ir a un salón de belleza, a menos que sepa muy
bien lo que está haciendo. Pero si lo que solo desea es darle un toque de brillo
a su pelo (que no esté teñido), no es necesario que cruce la puerta de su hogar.

Simplemente, compre un kit de tintura para “reflejos”, que vienen con
instrucciones completas sobre como realizar el procedimiento, así como un
aplicador. Si apenas desea agregar un muy sutil toque de brillo, exprima un
limón, moje supelo con el jugo y siéntese en su patio a tomar sol por un rato.

Rejuveneciendo el rostro

Los
tratamientos faciales
también se pueden hacer utilizando elementos… con los que contamos en nuestra
propia heladera. Hágase una máscara facial con palta triturada y humedecida, use
clara de huevo para disminuir la grasitud de la piel, y  rodajas de pepinos para
suavizar las ojeras y el aspecto de cansancio.