Muchas personas consideran a los informes de riesgo crediticio como una amenaza propagada por desalmados gerentes, que sólo buscan coartar las posibilidades de negocios de los simples mortales. Pero la realidad es algo más compleja…
Los informes de riegos crediticios no son tan útiles como lo podrían ser, pero tampoco tan malos como muchos creen. De hecho, podría sorprenderse de algunas cuestiones relacionadas a esta actividad, que quizás no sepa, pero sin lugar a dudas debería conocer, para ser más objetivo en su análisis.
En primer lugar, tendría que saber que los informes de riesgos crediticios son tal vez uno de los desarrollos más importantes en la historia de la sociedad, particularmente en lo que respecta a sus relaciones económicas. O acaso… ¿No es bueno disponer de una información exacta sobre todo lo que acontece en el mundo, incluyendo la solvencia y responsabilidad de la gente y las empresas, tal como se puede lograr en muchos países del primer mundo?
Y es que, sólo gracias a esta información, es posible determinar una tasa de interés acorde con el cliente. De hecho… ¿Por qué debería pagar una tasa alta alguien que siempre se comportó con responsabilidad y rectitud, es decir con antecedentes que no harían temer mayores riesgos? O, en el caso contrario ¿Por qué una persona que incumplió una o más veces sus compromisos, debería acceder a un crédito “blando” (o simplemente, acceder)? En este punto, los informes de riesgos actúan como un arma justiciera, premiando a los responsables y castigando a quines no lo son.
Cierto es que, más de una vez, se comenten errores en este tipo de informes. Estos errores pueden ser muy perjudicial para un potencial cliente, que debe tomarse el trabajo de limpiar un “prontuario” inmerecido, o bien por que jamás lo tuvo, o bien por que ya cumplió con sus errores, y por ende pagó su deuda con el sistema económico. Pero, por cierto, son miles y miles los reportes que se confeccionan diariamente, y, como cualquier producción en cantidad, los errores no están ausentes.
Claro que, en los actuales tiempos tecnológicos, dotados con computadoras de última generación, esta excusa es cada vez más insostenible, por lo que las empresas deberían mejorar cuanto antes su eficiencia en este aspecto.
Lo que se debe tener en cuenta, igualmente, es que los errores casi siempre son involuntarios, y muy pocas veces a causa de una “real malicia”, ya que las empresas están muy interesadas en dar una buena imagen de sí mismas, lo cual es la base de sus negocios. En definitiva, el sistema hace mucho más bien que mal, aunque son innegables sus groseros errores.
Cierto es, además, que nadie, a excepción de usted, se hará cargo de modificar los posibles errores que surjan. Y es que, verdaderamente, no existe una estructura que soluciones por sí misma, o prevenga los errores en los informes crediticios. Si bien la mayoría de las empresas de informes crediticios poseen algunas medidas de seguridad, con el fin de cerciorarse que los datos que informan son correctos y fidedignos, no menos cierto es que las mismas todavía no han podido encontrar un sistema de verificación más apropiado que los prevenga de dar datos inexactos.
Con todo, existen formas de corregir estos problemas. Si bien es cierto que en los países del primer mundo será mucho más sencillo que en los de Latinoamérica, donde a menudo el Estado no multa ni castiga a quienes cometen daños a terceros, esto no significa que en estos últimos no sea posible tomar acciones, asesorándose convenientemente con un abogado.
Además, en muchos países, el paso del tiempo, por sí mismo, puede convertirse en un gran aliado, ya que ciertas leyes requieren que se deje de informar ciertos incumplimientos luego de pasado un tiempo (por lo general siete años, dependiendo del país y a compañía), con excepción de la Quiebra u otros problemas financieros graves, que suelen permanecer por diez años o más.
Incluso, el tiempo, por sí mismo, también lo podría ayudar en algunos casos con respecto a la resolución de las disputas judiciales, ya que, en algunos países, tanto las compañías de informes de crédito como los acreedores, disponen de una cierta cantidad de tiempo para investigar y resolver su acusación, y si por alguna razón estas empresas o acreedores no resuelven su acusación a tiempo, los mismos están obligados a quitar las observaciones negativas de su informe de crédito, más allá de que las mismas sean ciertas o no.
Claro que hacer cumplir la ley, en el ineficaz (y a menudo corrupto) sistema judicial latinoamericano, no es nada sencillo. Además, las leyes, en sí mismas, sólo podrían ayudarlo claramente sólo si usted logra probar que existió un daño efectivo sobre su vida (Ej.: Que a causa de no poder tomar el crédito, -por erróneos informes crediticios-, para montar un local, debió tirar toda la mercadería).
Pero en relación a la información en sí, la cuestión es más compleja, ya que se entra en los terrenos de libertad de información o información privada. Como sabemos, todos tenemos derecho a mantener nuestra información personal de forma privada, (aunque las llamadas personalizadas de telemarketing, el correo de publicidad, y el molesto spam de correo electrónico se empeñan en demostrarnos lo contrario), pero desgraciadamente, como señalábamos, no es nada sencillo hacer cumplir las leyes en Latinoamérica.
Con todo, siempre hay espacio para intentar lograr justicia, y de hecho se sabe de casos que han logrado tener sentencias favorables, para impedir que se suministre su información personal.
Pero lo cierto es que nada de esto es fácil, ya que nadie obliga a los prestamistas a confiar en los informes de estas compañías, sino que los mismos son sólo una opción que ellos pueden, pero no deben, tomar por sí mismos. Aún así, desde hace varios años, muchas organizaciones de consumidores intentan llenar más este aparente vacío legal.
Pero, en definitiva, ninguno de los defectos señalados anteriormente deberían ser una justificación para eliminar los informes crediticios… ¿O acaso usted talaría los campos para evitar los incendios de bosques, tal como propuso George W. Bush hace unos meses? En todo caso, se debe presionar para que este sistema mejore, pero no para que desaparezca.