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¿Por qué parece que ya no le intereso?

¿Por qué algunos hombres parecen perder interés en una mujer de repente y sin motivo aparente?

¡Ya no le intereso! 

¿Alguna vez te preguntaste por qué los hombres pierden interés en las relaciones? Todo parece maravilloso y, de un momento a otro, el castillo de naipes se derrumba.

Desde luego, es una actitud que muchas veces resulta incompresible para la parte damnificada. ¿Aún no está lo suficientemente claro?

Grafiquemos la situación: 

¿Has pasado alguna vez una velada sensacional con un hombre, compartiendo sentimientos de todo tipo y toda clase de intereses, sintiendo una atracción intensa, e incluso tal vez llegando a la cama, para nunca más volver a saber de él?

O, en una de esas, has encontrado a un hombre diferente, y has compartido unas semanas excelentes con él; te dice lo que quieres escuchar y aparentemente es el hombre de tu vida…, y de pronto se vuelve frío y distante, o simplemente desaparece. Ahora sí está claro. 

Tal vez haya algo de esto arraigado genéticamente en los hombres. Algo de obtener lo que quiero y salir corriendo, podría decirse.

Seguramente se trate del miedo al compromiso. Muchos hombres desarrollan este tipo de actitudes —decididamente patológicas— a medida que pasan los años, pero otros no.

Aprende a reconocer al hombre confiable y estable, que no necesita recitar unas cuantas líneas estudiadas al momento de conocerte, y que no saldrá corriendo después de la segunda cita. 

¿No le intereso yo… o le tiene miedo al compromiso?

Los hombres —algunos— son valientes a la hora de matar cucarachas y mirar películas de terror. No obstante, son verdaderos polluelos en lo referente a la intimidad y al compromiso.
 

Si un hombre no está listo para el compromiso, seguramente terminará dejándote esa pregunta en la cabeza que muchas se repiten: “¿Qué hay de malo con los hombres hoy día?”

Algunos hombres entran y salen de las relaciones a través de una puerta giratoria simplemente porque no quieren perder ese frenesí típico del inicio de las relaciones y porque su ego les obliga a conectarse con nuevas personas. 

Para que siga interesado en ti… ¡no le des todo!

Con la mayoría de los hombres, todo se trata de lograr la conquista. Ellos quieren saber que pueden tenerte. Una vez que estés en su poder, ya no necesitarán probarse nada, por lo que se moverán hacia la próxima presa —la que sí probará cuán atractivos, inteligentes, divertidos y perfectos son—. 

Hay quienes creen que el tema del miedo al compromiso en los hombres no es del todo cierto. Ellos suelen postular que lo que verdaderamente temen es perder esa excitación que sienten cuando una nueva mujer los encuentra irresistibles. Muy interesante. 

Ahora bien, ¿cómo puedes tú minimizar las posibilidades de ser atrapada por un sujeto de estas características? Pues, en primer lugar, tómate las cosas con calma. Ve en forma lenta.

No permitas que la cacería termine. Nadie debe dejar todas las cartas a la vista en una relación. ¡Nunca!

Si él se aparece con un deseo de verte constantemente, no sucumbas, incluso cuando se sienta delicioso ser tan deseada.

Quédate donde estás y mantén cierta distancia. Sigue viéndote con tus amigas y disfrutando de tu tiempo de soledad.

Pídeles ayuda si sientes deseos irrefrenables de revolotear a su alrededor. Mientras tanto, él estará preocupado pensando si te asustará al ir demasiado rápido. 

Las personas suelen apresurarse, y se encuentran rápidamente en lugares impensados y se asustan. La reacción a esto es huir; escapar en lugar de confrontar.

Cuando te tomas las cosas con calma, existe una mayor posibilidad de comunicación. Ésta es la clave de todo. Al principio todo es fácil, pero luego comenzarán a aparecer los asuntos.

Y luego las personas salen corriendo. Esto se da, generalmente, cuando alguien no está emocionalmente disponible.

Si te empeñas en buscar personas que no están disponibles desde el plano emocional, esto quiere decir que tú padeces de la misma patología. Algo hará que tú apures las cosas. 

¿El no está interesado en ti?… ya lo estará otro 

Cuando tienes otras cosas aparte de él, entonces él no se sentirá sofocado. No permitas que el entusiasmo se apodere de ti. Mantén un paso lento.

Los hombres que no pueden controlar su paso —para ir a tu lado— tarde o temprano perderán el control. Si esto ocurre, tu castillo de naipes se derrumbará irremediablemente, y el sueño del hombre perfecto se convertirá en una pesadilla.

Ahórrate el dolor del abandono y evita esa tediosa pregunta que tanto tú como tus amigas no podrán dejar de formular: “¿Cómo es que se fue si parecían el uno para el otro?” 

Una reacción extrema al comienzo de una relación merece ser verdaderamente examinada. Debes ser capaz de tomar distancia y mirar con frialdad el acontecimiento.

Eso es lo que haría una persona inteligente: retroceder, mirar lo sucedido y pensar: “Esto está viniendo de algún otro lugar, y debo averiguarlo antes de aventurarme en la relación.” 

Muchas suelen preguntarse —con cierto aire de reproche— por qué los hombres son tan parecidos unos a otros, cuando en realidad lo que deben hacer es tomarse el tiempo necesario, al principio de la relación, para efectuar un análisis de la otra persona.

Debes tomarte un tiempo antes de zambullirte en una relación. Y no siempre debemos culpar al hombre por salir corriendo.

Si estás muy necesitada de un hombre, se hace fácil ignorar los patrones obvios y dejarte llevar —y disfrutar— de los primeros buenos tiempos.

No obstante, cuando eres capaz de controlarte, no saltarás a sus brazos sin pensar primero. Con frecuencia, cuando un hombre se apresura es porque tiene algún problema.

Mantén el pie sobre el freno tanto como puedas, sin importar cuánto lo ames y cuán deseosa estés de caer en sus brazos. Esa es el mejor manera de que el siga interesado en ti… 

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