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Plantas enredaderas: cómo cuidarlas y hacerlas lucir

Hiedras, Dama de Noche, Parra Virgen, Pasionaria Clemátide, Buganvilla, Glicina, …al elegir una planta enredadera, son dos los factores a tener en cuenta

Si hablamos de las flores, las hay de muy distintos colores, forma, tamaños y colores. Pero también hay que tener en cuenta que las hojas son de una variedad muy amplia y muchas veces, algunas de estas plantas decorativas trepadoras se caracterizan por tener hojas que se destacan más que las flores de las mismas.

Se ha dicho muchas veces que las plantas trepadoras que se aferran a muros u otras superficies, pueden llegar a causarles daños o deterioros.

La clave es: cada planta tiene un trato especializado y si se cumple correctamente, una enredadera puede colaborar a lograr un buen mantenimiento de los muros, ya que absorben la humedad.

Dos consejos básicos para el mantenimiento de las enredaderas:

Primero, no permitir su crecimiento desmesurado, podándola adecuadamente, segundo, tener la precaución de cuidar que las hojas y raíces no tapen desagües o agujeros de paso.              

A la hora de seleccionar las trepadoras para el jardín, porche, terraza o patio, hay 4 puntos a tener en cuenta:

El clima y suelo que tengas.

La función que cumplirá: si es para cubrir una pared, como pérgola, etc.

Tus propios gustos estéticos…y por último, el presupuesto con qué se cuente.

Clima y suelo

La enredadera debe adaptarse al clima y al suelo que le tengas reservado, los factores que inciden son los siguientes: temperatura, luz, viento, agua, textura del suelo, ph del suelo y riqueza en nutrientes.

La Temperatura

Asegúrate que resiste el frío que pueda haber en tu zona, si resiste las heladas o no.

La Luz

En rincones o zonas con mucha sombra, se pueden plantar trepadoras como la Hiedra, Madreselva, Ficus repens, Dipladenia, Parra virgen, que se adaptan a ambientes oscuros.

En cambio otras como la Buganvilla, Bignonias, el Rosal trepador, crecen poco a la sombra, desarrollándose en toda su dimensión al sol.

El  Viento

Los vientos fuertes, fríos o secos son toda una amenaza. En climas marítimos, además, traen sal que se deposita en las plantas y las quema. Resisten suelos y vientos salinos: Madreselva, Bungavilla, Hiedra, Pasionaria, Celestina, Bignonia.

El agua

Para olvidarse de regar todos los días,  conviene plantar trepadoras resistentes capaces de sobrevivir a pesar de la escasez de agua o falta de riego.

La Buganvilla vive y florece perfectamente sin ningún riego cuando está establecida, y es muy resistente. Otras especies como la Clemátides o Dipladenia, por el contrario, necesitan más agua.            

Textura del suelo

Si es muy arcilloso o se encharca, tener precauciones; la mayoría de las trepadoras no aguantan los suelos con agua estancada o muy húmedos; las raíces se pudren y mueren. Asegurarse de que el suelo drene adecuadamente.

El pH del suelo

Un suelo puede ser ácido, neutro o alcalino. En estos últimos, algunas trepadoras, tienden a amarillear sus hojas debido a la carencia de Hierro y con el tiempo pueden llegar a morir.

Riqueza del suelo

Hay trepadoras que necesitan un suelo más rico y otras viven perfectamente en suelos pobres, tenlo en cuenta para abonar más o menos según la especie. Una Clematide necesita un suelo más rico que una Madreselva, por ejemplo.

Hay muchas especies para elegir, pueden ser interesantes por sus hojas, flores y aromas, pero lo más importante es tu gusto estético.

Si lo que necesitas es una trepadora que te cubra rápidamente la superficie, recomendamos: Hiedra, Madreselva, Correquetepillo (Polygonum baldschuanicum),…

– Las de mayor tamaño cuestan más caras y unas especies de trepadoras también son más caras que otras (una Glicinia es más cara que una Hiedra, por ejemplo).

– Si tienes que comprar mucha cantidad (cubrir un muro largo, por ej.) probablemente optarás por planta más pequeña que si tienes que comprar 2 ó 3 nada más.

– Si quieres que cubra antes, cómpralas más grandes; pero si no tienes tanta prisa, con trepadoras pequeñas de 1 ó 1,5 m. vale perfectamente. La mayoría de especies crecen rápido.

En resumen: mira, busca, y conoce las enredaderas. Verifica que se dan bien en tu clima y suelo, que son buenas para el uso que quieres darle (pérgola, muro, etc.) y cómpralas pequeñas (si es mucha cantidad) o ejemplares (para pocas unidades).

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