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Placeres de otoño en Hungría

Termas & Opera en Budapest para relajarte. Prepara un viaje con glamour a Hungría.






El Danubio remansa sus aguas cuando entra en el corazón de Hungría y<br /> pasea majestuoso por sus reales balnearios: Gellért ,Sz

El Danubio
remansa sus aguas cuando entra en el corazón de Hungría y pasea majestuoso por
sus reales balnearios: Gellért ,Széchenyi, Király , Rudas… Budapest presenta
todo su “glamour” como capital termal de la nueva Europa. Conquistada por los
romanos y turcos y elegida por la nobleza europea, perderse en Buda y Pest, es
vivir una aventura con la historia.





Nuestra Ruta es una invitación para recrear el cuerpo y el espíritu en emociones
y placeres termales. Un fascinante viaje en el tiempo por una de las ciudades
más bellas del mundo, reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Relajantes vacaciones que revitalizarán nuestros deseos por volver a este país
amigo, que celebra con burbujeantes actos culturales el 2003, declarado Año de
la Salud.



Hungría es un país privilegiado en aguas termales. Su patrimonio en fuentes y
manantiales de aguas minero medicinales está considerado como uno de los más
importantes de Europa. Frescos, mosaicos y restos de casas de baños son el
testimonio de una cultura del agua con más de 2000 años de historia.




Aunque no tiene salida al mar, el agua es fuente de salud para sus ciudadanos y
uno de sus principales atractivos turísticos . Dispone de grandes lagos, como el
Balatón – el mayor de la Europa central y occidental- , el Velence, el Tisza y
el Fertó; caudalosos ríos como el Danubio y el Tisza y decenas de otros ríos que
cruzan el país en todas las direcciones .




El agua termal es una riqueza de incalculable valor, ya que buena parte del
territorio húngaro, y especialmente, su capital Budapest, guarda en el subsuelo
una auténtica reserva de aguas minero medicinales




Hacia Hungría llegan las Rutas Saludables. La conferencia de Turismo en
Budapest, donde se ha declarado el 2003 , Año de la Salud, es la escapada
perfecta . Un atractivo encuentro con la cultura del agua para cualquier amante
del termalismo. Una experiencia única que compartimos con otros ruteros de
Polonia, Rusia, Italia, Bélgica, Rumania, Reino Unido y Alemania.




En un vuelo regular de la compañía MALEV, salimos de Barajas rumbo a la capital
de los baños termales, Budapest. Hungría entrará como miembro de la UE en mayo
de 2004, y como ciudadanos comunitarios, no necesitamos visado, solo el
pasaporte o el documento de identidad para embarcar. Apenas llevamos equipaje.
Tan solo un deseo: revitalizarnos en un baño de historia, antigua y moderna, en
este país que se prepara para ser la capital termal de la nueva Europa.


Una especie de ensayo general que tendremos la ocasión de experimentar
personalmente durante dos días y que se inicia a bordo, con un agradable trato y
múltiples atenciones del personal de la línea aérea húngara.




Desde el aire, el Danubio nos dibuja la silueta de un país conquistado por las
salutíferas aguas que son el orgullo de todo un pueblo. Con la mirada seguimos
el curso de este majestuoso río que nos recuerda también que Hungría, es el país
de la música donde pervive el culto a Franz Liszt, uno de sus hijos más
ilustres.


No olvidamos a su amigo Ferenc Erkel, creador de la Opera de Budapest y autor de
la música del himno nacional húngaro y los compositores Béla Bartók que junto a
Zoltán Kodály, recuperaron la música folclórica y aportaron un concepto moderno
en sus obras interpretadas en todo el mundo.




Y así, entre pensamientos y recreando la imaginación, llegamos al final del
vuelo. En poco más de tres horas aterrizamos en el aeropuerto Ferihegy de
Budapest, donde nos recibe un anfitrión de excepción: D. József Németh, Director
de la Oficina Nacional de Turismo de Hungría, en España.



BUDAPEST


La superficie de Budapest es de 525 kilómetros cuadrados y el Danubio- el mayor
río de Europa después del Volga- atraviesa la ciudad de norte a sur, separando
la llanura de las colinas: Pest y Buda. Dos tercios de la ciudad ocupan la
orilla izquierda del río, la zona más moderna Pest; y el tercio restante
corresponde a la antigua y señorial Buda, en la orilla derecha. Sin embargo el
río prodigioso, que impregna de poética personalidad a la capital húngara, más
que separar, lo que hace realmente es unir las dos antiguas ciudades formando
una sola.




Budapest con sus más de dos millones de habitantes, dividida administrativamente
en 23 distritos, y con gran atractivo para los inversores, es el corazón de la
historia, el arte, las iniciativas y la creatividad de Hungría, como tendremos
ocasión de descubrir y mucho más de disfrutar.


El aeropuerto queda relativamente lejos de la ciudad, a unos 15 Km., pero se
llega fácilmente al centro de Budapest. Nos dirigimos a Erzsébert Krt, 43-48 en
la parte de Pest, donde se encuentra el



Corinthia
Gran Hotel Royal
,
sede de la Conferencia de Turismo y donde nos alojaremos durante nuestra
estancia en la capital.




Este Hotel, inaugurado en el año 1896, pertenece al Grupo Corinthia con fuertes
inversiones hoteleras en el centro de Europa. Con motivo de la celebración de
este gran evento, y por el significado que tiene para el país, ha sido
totalmente remodelado con el lujo que merece su categoría de cinco estrellas. El
hall y la escalinata con candelabros y esculturas de bronce, son impresionantes.
Hay un gran movimiento con los preparativos para el acto inaugural, donde se
espera la asistencia de las autoridades del Estado.




Pendiente de las presentaciones oficiales y de cualquier petición de
información, el Director de la Oficina Nacional de Turismo de Hungría, en
España, nos comenta que, coincidiendo también con la declaración del Año de la
Salud, Budapest a través de Turismo de Hungría, desde enero de 2003, forma parte
como socio de la Royal Spas of Europe, organización que agrupa a las principales
ciudades europeas elegidas por la nobleza para el descanso en sus reales
balnearios.


Mientras conversamos con amigos de Alemania y Francia, siguen llegando al Gran
Hotel Royal ruteros de países como Italia, Bélgica, Rumania y Polonia. Y surge
la anécdota. La representante de Rusia no habla inglés.




Desde la organización de la Conferencia de Turismo se hizo un gran esfuerzo para
solucionar lo que era ya evidente. Colegas unidos por una moneda única pero sin
un idioma común. La rusa no sabia inglés y nosotros no sabíamos ruso…yo apenas
hablaba inglés pero comprendía el italiano y la rumana entendía el español pero
no lo hablaba mientras yo no conocía el rumano pero me expresaba en español.




Alguien pregunta: ¿Quién necesita el idioma para compartir vivencias y emociones
relajantes en el país de las aguas mágicas y placeres termales?.




La proclamación del 2003, como Año de la Salud, ratifica el impulso del gobierno
por recuperar y rehabilitar su patrimonio termal. Hungría cuenta con cerca de
1.300 fuentes y manantiales, unas 35 localidades con certificado oficial de
interés balneario termal medicinal, 5 cuevas medicinales, 13 lugares de terapia
medicinal, 48 fuentes de agua mineral con certificado oficial, 136 fuentes de
agua mineral medicinal, 4 lugares de barro/ fangos medicinales, un pueblo mofeta
y el mayor lago de aguas terapéuticas calientes de Europa: Héviz.




Todas estas acciones se complementarán con promociones turísticas y actividades
culturales y deportivas. Será el 2003, un Año para unas burbujeantes vacaciones
con encanto lúdico-termal en un país amigo, hospitalario y siempre abierto a
nuevas culturas y tendencias europeas.



RUTA POR PEST


La Ruta por los Reales Balnearios es una experiencia excepcional para los
estudiosos del Termalismo. Budapest, también conocida como “el París del Este”,
es la única ciudad del mundo con más de 130 manantiales de agua minero medicinal
con efectos curativos. Precisamente estos manantiales de aguas termales
calientes son uno de los atractivos de la capital húngara, destacando su
arquitectura termal influencia de la cultura romana y del más puro estilo
otomano, con cúpulas de cobre, bellos mosaicos y el característico remate de
media luna en lo alto.




Con los albores del día, iniciamos los preparativos para conocer la ciudad.
Partimos del bulevar Erzsébet, donde se encuentra el Gran Hotel Royal, dirección
Andrássy út. Antes de penetrar en el corazón de Pest, nos advierten que el
comité del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO añadió otros dos lugares, las
orillas del Danubio y Andrássy út a los ocho que ya figuraban en la lista, (
Hollókó, Budapest, Pannonhalma, Hortobágy, Pécs, Tokaj, Aggtelek, lago Fertó).




Por tanto se consideran ahora Patrimonio de la Humanidad, Andrássy út y su
entorno histórico. El barrio de Andrássy y sus alrededores, forman un conjunto
arquitectónico homogéneo de finales del siglo XIX. Es la primera avenida
elegante de la ciudad, también conocida como la avenida de las embajadas.
Empieza como una ancha calle de altos edificios de vecindad, convirtiéndose
paulatinamente en una alameda bordeada de palacetes y jardines.


La avenida recibe el nombre del primer ministro de la época, que hizo grandes
esfuerzos en convertir a Budapest en una gran metrópoli. De minucioso trazado-
casi dos kilómetros y medio de largo- se construyó siguiendo el modelo de los
bulevares franceses . Una de las particularidades de Andrássy út son las
barandillas de hierro forjado de las escaleras que conducen al primer tren
subterráneo del continente europeo.




Siento una increíble curiosidad por conocer la primera línea de metro y la
tercera del mundo después de Chicago y Londres. Lleva funcionando desde hace 125
años. Impresionante. Las estaciones de metro conservan el ambiente de finales
del siglo XIX. Contrasta con la modernidad en los pasos subterráneos de la
antigua Pest . Este país, poderoso y creativo, tiene interés por avanzar en la
línea del progreso pero conservando su pasado y monumentalidad arquitectónica.




La avenida Andrássy út termina en la Plaza de los Héroes ( Hosök tere), la mayor
de la ciudad. Aquí se encuentra el gigantesco Monumento al Milenario, grandes
estatuas en torno a la columna central coronada por el arcángel Gabriel, que
representa a los jefes de las siete tribus magiares conducidas por su jefe Árpád
desde los Cárpatos hasta Hungría, en el año 896. Sigo impresionada. Todo es
grande, inmenso, como la historia del Estado magiar.





BAÑOS SZÉCHENYI


Continuando el sano ejercicio de caminar, llegamos al Parque Municipal (
Városliget), ubicado detrás de la plaza de los Héroes . En sus proximidades se
encuentran varias instituciones culturales y de ocio muy populares, como el
Parque Zoológico, el Parque de Atracciones, el Gran Circo de la Ciudad y el
Castillo de Vajdahunyad, erigido en una pequeña isla.




Similar a un gran lago artificial, el estanque tiene una doble función. En
verano se puede remar en bote y en invierno patinar. Por la noche se ilumina
ofreciendo un hermoso espectáculo. En invierno se venden “sorbitos calientes
aromáticos” para hacer más llevaderas las bajas temperaturas. El Parque alberga
otros edificios como el Museo de Agricultura y los Baños Széchenyi, único
balneario termal situado en la parte de Pest.


Me emociona contemplar el santuario termal Széchenyi. Esperamos turno y
compramos un ticket – 7 euros- para entrar en sus instalaciones. ¿Sería posible
jugar una partida de ajedrez en sus tableros flotantes.?. Es la imagen de la
tradición urbana que identifica a este inmenso balneario, uno de los más grandes
de Europa.




Su extensión -dispone de 15 piscinas- y el agua terapéutica cuya temperatura no
supera los 38º impresiona pero mucho más su construcción. Es un edificio noble
de gran monumentalidad donde se ha prestado una especial atención a las estatuas
y vitrales que decoran el balneario, obras realizadas por relevantes artistas de
Hungría.




Recorremos sus amplias y luminosas salas de piscinas y percibimos el efecto de
la cultura balnearia de los romanos en las bañeras, la cultura de los griegos y
también las huellas de la cultura balnearia del norte ( Finlandia y Rusia). Las
salas de baños y vapor son diferentes para hombre y mujeres que se turnan
durante la semana.




Dado que hoy es día impar, entramos en la sección de baños donde nos indican que
debemos cubrir las partes íntimas con un “delantal” o algo similar. En otras
salas permiten estar completamente desnudos. Experimentamos los distintos tipos
de calor en los cuartos sudaderos. Finalmente nos perdemos en el servicio de
Balneoterapia: baños de piscina, baño con agua salada, tratamiento con barro y
en bañeras con dióxido de carbono.




Los métodos de tratamiento tradicional de baños han experimentado un cambio. Los
tratamientos por agua termal ahora se combinan con otros psicoterapéuticos.
Coincido con el inglés y la alemana. Es una terapia para no olvidar .




El actual edificio se construyó en 1927. La sección de baños y el departamento
completo de fisioterapia (hospital de día) se estableció en el mismo año. Para
una estudiosa de las termas , conocer y participar del ambiente termal en este
emblemático baño público, es una vivencia enriquecedora además de una
experiencia de gran valor profesional. Realmente me siento afortunada.




Baños Széchenyi, dispone de dos secciones bien diferenciadas. El servicio de
hospital de día. Aquí los tratamientos con agua termal se incluyen en la sanidad
pública y por tanto se benefician de estas salutíferas aguas, por prescripción
médica. Vemos personas de todas las edades. La gran mayoría con problemas
articulares, otros para rehabilitación después de operaciones ortopédicas , por
accidentes o con problemas de hernia de disco. Los servicios médicos están
atendidos por especialistas.




La otra sección, la parte de piscinas o baños públicos, la utilizan personas que
desean disfrutar del baño como entretenimiento: baños de burbujas, chorros de
agua, masajes, etc. Hombres y mujeres envueltos en albornoces, cruzan los
pasillos de un pabellón a otro. Me agrada el ambiente.





Los húngaros acuden a sus balnearios para tratar dolencias reumáticas,
estomacales, intestinales, ginecológicas, cardíacas, de la piel o los huesos.
Pero otros lo hacen como un acto social más, siguiendo una tradición milenaria
que les permite reunirse con sus amigos, familia, practicar deportes o,
simplemente, dejarse acariciar por las cálidas y benéficas aguas mientras pasa
lentamente el tiempo. Es la auténtica cultura del agua en la sociedad del
bienestar.



El balneario está abierto todo el año. Sus aguas terapéuticas están cargadas de
iones de sulfato y sodio, con un considerable contenido en fluoruros y ácido
bórico, de hidrocarbonato de calcio y de magnesio. También para curas
hidropínicas. Tiene ciertos componentes alcalinos. Me ofrecen un vaso de agua
para bebida. La saboreo lentamente y no me desagrada. Se tolera bien aún sin
necesidad de hacer tratamiento.




Nos reunimos con el resto del grupo en el hall de las vidrieras y estatuas
romanas. Después de un baño de salud y de gozar en las aguas mágicas de
Széchenyi, me siento totalmente revitalizada, igual que el resto de mis colegas.
Nos vamos sin la ansiada foto de la partida de ajedrez. Será la próxima vez.




Llega la hora del almuerzo. Esta parte de Pest, se la conoce por sus elegantes y
lujosos restaurantes como



Gundel

el mejor de todo el país. Según el programa, aquí hacemos un alto. Nuestro
anfitrión en Hungría, excelente gourmet, comenta que los platos típicos tienen
influencia de los magiares turcos, los pueblos de los Balcanes y la herencia
italiana. Si bien el secreto de la cocina húngara debe buscarse en la
preparación, que permite a cada uno desplegar todo su aroma. El ingrediente más
popular de la cocina húngara es la paprika y los platos que se condimentan con
ella se denominan paprikás.


El esmerado servicio y exquisito ambiente permite que disfrutemos aún más de un
agradable y delicioso menú: “City Park Salad” con salsa de queso azul. Pechugas
de pavo a la parrilla con salsa de setas y vegetales glaseados. De postre,
crêpes preparadas a la Gundel, rellenas con mermelada de albaricoque con
revestimiento de almendra. Lo acompañamos con vino de la casa, un Gundel Egri
Leányka 1999.




Antes de despedirnos, agradecemos las atenciones del personal de Gundel,
restaurante de gran categoría que recibió a comensales ilustres como la Reina de
Inglaterra, Alberto de Mónaco, Hillary Clinton, Antonio Banderas, Jaqués Chirac,
entre otros.


El tiempo apremia y regresamos hacia el centro de Pest, dirección Isla
Margarita. También admiramos la Estación de Ferrocarril Oeste ( Nyugati tér)
obra del ingeniero Alexandre Gustave Eiffel, autor de la estructura de la Torre
Eiffel de Paris. Muy cerca se ha instalado un globo aerostático que se eleva
hasta unos 150 metros, ofreciendo una asombrosa vista panorámica del Danubio en
toda su extensión y belleza.



EL DANUBIO


Utilizamos la tarjeta Budapest , válida por 2 días (3.400 forintos), que permite
viajar con descuento en los transportes públicos, para tomar el tranvía número 4
que nos llevará hasta el puente Margit. Bajamos en la parte central donde hace
como una especie de “pico”. Miramos hacia la izquierda.




Desde esta perspectiva, admiramos la majestuosidad del Danubio y el emblemático
edificio del Parlamento en la orilla de Pest; algo más lejos, el puente de las
Cadenas y más allá, casi perdiéndose en el horizonte, la Colina de Buda,
dibujando el perfil del Castillo, Palacio Real, Iglesia Matías y la Ciudadela.




Nos desborda tanta belleza. Budapest es la puerta de entrada en Hungría, una de
las más bellas capitales del mundo y ciudad de Manantiales Reales donde
encontramos la mayor parte de las fuentes medicinales de Hungría.




Estos manantiales naturales con agua a temperaturas entre 21 y 76 º C y los
pozos perforados -aproximadamente unos 118- de Budapest, dan 30.000 metros
cúbicos de agua termal cada 24 horas. El agua termal tiene la clasificación de
agua mineral de efectos curativos en todo el ámbito de la ciudad.




Preguntamos a nuestro anfitrión, quien se responsabiliza del cuidado de los
manantiales de agua caliente, manantiales medicinales y pozos de la capital, así
como del manejo y distribución del suministro de agua y servicio a las
diferentes piscinas y casas de baños.




Con esa cortesía húngara que le caracteriza, explica al grupo que el fundador y
único propietario, la municipalidad de la ciudad de Budapest, (Budapest Spas
Co.Ltd.) es responsable de 16 baños públicos, piscinas de natación, lidos y 10
baños médicos en la capital y disponen de tradicionales servicios terapéuticos
que ofrecen a los usuarios y visitantes. Los médicos especialistas de la empresa
también proporcionan asesoramiento como médicos de balneario.




De acuerdo con la última reglamentación legal, los especialistas están
capacitados para prescribir diferentes hidroterapias y los clientes pueden
recurrir a ellos para obtener rehabilitación, gratis, en la seguridad social.




También comenta los tres períodos de la cultura de los baños, situando el
primero en el territorio de Pannónia, donde se encontraron restos de varias
colonias tribales y del campamento de Aquincum, establecido como resultado de la
expansión del Imperio Romano y el primer establecimiento de baños en el
campamento de la 2ª Legión Romana, respectivamente.




La imaginación nos lleva a situarnos en Aquincum, antigua sede de la provincia
romana ubicada en las afueras de Budapest. En la actualidad, se puede visitar
este lugar y recorrer el Museo y Jardín de las Ruinas Romanas. Casi podemos
reconstruir los baños, el anfiteatro y hasta llenar la ciudad de soldados.




Evidentemente, y gracias a la desarrollada civilización romana, al sistema de
canalización y alcantarillado, se construyeron los baños con gran superficie de
agua, espaciosos y con luminosas salas.




Si volvemos la vista hacia la derecha, aparece en medio del Danubio el
impresionante paisaje de Isla Margarita, situada entre el puente Margit y el
Puente Áspád. Es el parque más bello de Budapest. Casi 100 hectáreas, más de dos
kilómetros y medio de longitud y 500 metros de anchura, y sin circulación de
vehículos. De nuevo interviene nuestro anfitrión en Hungría, para confirmar que
hay posibilidad de desplazarse mañana a la Isla. Es una invitación irresistible.



LOS BAÑOS TURCOS


Al final del puente Margit, en la parte de Buda, divisamos un moderno edificio
de varias plantas. Es Hotel Aquincum Corinthia, inaugurado en 1991 y de la misma
categoría que el Gran Hotel Royal. Su emplazamiento estratégicamente estudiado,
a orillas del Danubio, recibe el suministro de agua de los manantiales
medicinales de Isla Margarita.




Como observación indicar que los hoteles que disponen de los servicios de
balneario, se llaman “hoteles terapéuticos”. En el caso del Corinthia Aquincum,
estos servicios de diagnóstico y tratamiento, están abiertos también a los no
residentes.


Continuando en línea recta y enfrente al puente Margit, se encuentra el baño
turco Lukács. El balneario actual se construyó en 1894, y hasta que no se
terminó el balneario Széchenyi, éste era el más grande y más frecuentado de
Budapest. Junto a las secciones de baños terapéuticos es también muy popular su
piscina, lugar de encuentro de escritores y artistas.




Es impresionante la monumentalidad de sus piscinas. Del total de 8, hemos
contabilizado 4 terapéuticas ( 24º-40º), 1 piscina de baño de peso (35º), 2 de
natación para hombres ( 22º) e igual numero para mujeres ( 26º) y 1 dedicada a
mantenimiento ( 32º-33º). En el recorrido por las instalaciones y los distintos
servicios destaca la sección de fisioterapia (hospital de día) para hombres y
mujeres.




En los alrededores del Balneario Lukács, en el siglo XII, se instalaron los
caballeros de San Juan, que se dedicaban al cuidado de enfermos, y más tarde las
órdenes caballerescas de Rodas y de Malta, que también construyeron balnearios
junto a su monasterio. En 1894 se construyó el hotel terapéutico, se fundó la
sección moderna de hidroterapia y se reinstauró la piscina.




Aquellos que deseaban curarse llegaban desde todos los puntos del mundo, y
después de haberse recuperado, colocaban placas de mármol en los muros del
jardín del balneario, que se conservan todavía hoy. Nos hemos dedicado a leer
algunas de ellas y es realmente increíble. Un testimonio vivo de gratitud a las
aguas santas.




Resulta agradable pasear por el parque terapéutico de 1800 metros cuadrados con
árboles centenarios, combinando relax y naturaleza. Según pudimos apreciar, esta
parte del balneario es la más visitada.




La piscina de relajación al aire libre dispone de zonas de baños de burbujas
subacuáticas, masaje de chorro de agua a presión para el cuello, el chorro de
agua escondido en los bancos para masajear la espalda, whirpool, cama de
burbujas y otras atracciones acuáticas.




Aquí también encontramos mucho ambiente. Tanto, que animados y sin pensarlo dos
veces, los amigos de Polonia, Bélgica se lanzaron a la piscina. Sin duda, la
cultura del agua es un lenguaje universal como la música. Lukács como todos los
balnearios de Budapest está abierto todo el año, desde las 6 de la madrugada
hasta media la tarde ( 19:00h)




Muy próximo a Lukács se encuentra el personalísimo edificio Király, del más puro
estilo otomano. La ocupación turca abre el inicio de la segunda edad de la
cultura de baños en Hungría, y por tanto, la construcción de los baños que se
caracterizan por las salas abovedadas y salas con piscinas cerradas y de diseño
práctico y confortable.




Baños Király se hizo por orden del pachá turco en 1565 para tener un balneario
protegido y cercano a las murallas de la ciudad en caso de guerra. Su actual
forma data del año 1796. Entrar en este emblemático baño turco con más 400 años
es para mi todo un privilegio. Por suerte hoy está abierto para mujeres. Los
colegas de Reino Unido y Bélgica tiene acceso restringido y además no pueden
utilizar sus servicios públicos.




Es un balneario elegante y una de las pocas reliquias de la época turca, que hoy
en día, en forma de monumento, nos presenta la cultura balnearia otomana en su
pompa original. Su alimentación de aguas terapéuticas discurre por tuberías
desde el Balneario Lukács.


Las bóvedas y luces son parte del atractivo personal de los baños turcos. Tiene
4 piscinas terapéuticas con una temperatura que oscila entre los 26º- 40º
máximo. Dispone de completos servicios de balneoterapia, hidroterapia y
mecanoterapia y como instalación de interés, cuenta con una bañera familiar con
sauna finlandesa.




Las mujeres del grupo nos apuntamos a una sesión de masaje subacuático con
corrientes de agua a presión. Es uno de los placeres termales de la Ruta. Antes
de abandonar los baños, recorremos las instalaciones de uno de los novedosos
servicios especiales: una moderna sala fitness. El balneario está abierto en
días alternos para hombres y mujeres.





COLINA DE BUDA Y PALACIO REAL


Con el tiempo ajustado debido al denso programa, tomamos el autobús 86, que nos
lleva a la Plaza de Adam Clark, donde está el Kilómetro Cero junto al Puente de
las Cadenas. Es el primero que unió Buda y Pest, en 1849, y el más bello de los
nueve que comunican las dos partes de la ciudad. Fue construido por el ingeniero
Adam Clark y, según dicen, se suicidó al terminar la obra y darse cuenta que se
había olvidado de la lengua de los leones que custodian la entrada del puente
por el lado de Buda.




Tomamos el funicular y subimos a la colina de Buda, donde está el Palacio Real
que hoy alberga numerosos museos, como el de la Historia de Budapest y la
Galería Nacional Húngara. Aquí está el verdadero corazón de Buda. Viejos
edificios, testigos de un pasado glorioso, sucesos históricos que conmovieron a
Europa y una de las más bellas vistas panorámicas de Budapest.




Recorremos el Barrio del Castillo declarado por la UNESCO Patrimonio de la
Humanidad y uno de los lugares más románticos y hermosos de Budapest. Es un
núcleo urbano ancestral, que aún conserva recuerdos medievales y al mismo tiempo
el principal conjunto de monumentos del país.




Tenemos la sensación de volver al pasado, a un mundo distinto, sosegado en el
que los portales de las casas esconden piedras romanas y nichos esculpidos de la
época caballeresca. Debajo del barrio se oculta un Laberinto de Grutas, lo
suficientemente grande como para que en la II Guerra Mundial se pudieran
instalar en él, unos 20.000 soldados alemanes.




El lugar más concurrido es la Plaza de la Santísima Trinidad, donde se erige uno
de los edificios más característicos de Budapest, la Iglesia Matías, con más de
700 años, donde los ciudadanos de Budapest excomulgaron al Papa Inocencio VIII,
en 1302.




Aquí, tuvo lugar la coronación de Francisco José y Sissi, y el húngaro Franz
Liszt estrenó su Misa de la Coronación, aunque él mismo no pudo dirigirla porque
llegó a la iglesia sin invitación. Imaginamos esa fastuosa ceremonia principesca
e incluso el enfado de Liszt… ¡Aquí todo es posible! .


Curiosamente por primera vez encontramos una iglesia que no lleva nombre de
santo sino de gobernante: el rey Matías Corvino, que se desposó en esta iglesia
dos veces. El templo de torre gótica, junto con el Bastión de Pescadores, con
sus piedras blancas, situado detrás de la iglesia, constituyen un conjunto
armónico y es motivo de fotografías y postales. Junto al Director de la Oficina
Nacional de Turismo de Hungría en España, posamos todo el grupo rutero de Europa
con el telón de fondo de una de las más hermosas vistas de Pest y el Danubio.




Entramos en uno de los patios del Castillo donde se encuentra la bella Fuente de
Matías, que representa una alegoría de caza. Nuestro anfitrión que realmente
disfruta tanto o más que todo el grupo en esta Ruta, comenta que según la
tradición, quien arroje una moneda en sus aguas, tiene garantizado regresar a
Budapest. Sin pensarlo dos veces, unimos nuestras manos y cumplimos con esa
antigua costumbre. Cada uno de nosotros está realizando con este viaje un
auténtico sueño. ¿por qué no repetirlo? .


Las pintorescas callejuelas que forman el Barrio del Castillo están edificadas
con cimientos medievales y casi cerrado al tráfico. Es un sitio perfecto para
pasear contemplando sus bellas muestras de arquitectura y arte o para hacer un
alto en alguno de los buenos restaurantes , exquisitas pastelerías como Ruszwurm,
de 1827 y agradables terrazas.




Nuestro anfitrión nos lleva a visitar la Casa de los Vinos Húngaros o Magyar
Borok Háza. Un lugar típico para degustar hasta 70 deliciosos vinos del país. Es
costumbre enseñar documentales y planos sobre las regiones productoras , los
orígenes y métodos de su elaboración. El amigo belga reconoció que ya estaba
ansioso por hacer una cata de los reputados vinos nacionales, después de pasar
tantas horas entre baños y termas. Recibió un fuerte aplauso.




Oficialmente hay hasta 22 regiones vinícolas en Hungría, pero es en la parte
septentrional donde se producen los vinos mejores y más famosos del país,
gracias a los suelos volcánicos: el Tokaj, con sus muchas variedades . Esta
bebida mundialmente famosa, de color blanco y fuertemente afrutado y azucarado,
ha merecido el honor de figurar en la letra del himno nacional del país.




Seguimos por el Barrio del Castillo observando la diversidad de estilos en sus
edificios, unos muy estrechos y otros elegantes palacios barrocos y rococó que
proceden de la época posterior a los turcos. Entre ellos, el internacional y
lujoso Hotel Hilton, construido hace más de 25 años. Entramos para conocer su
patio donde se puede ver el claustro de un convento medieval, así como las
ruinas de una iglesia. En verano constituyen el escenario de representaciones
teatrales,.




Proseguimos nuestro programa y dejamos el barrio del Castillo para descender
hacia la orilla del Danubio y visitar las instalaciones del Baño Rudas, próximo
al Monte Gerardo (Gellérthegy).


El centro del balneario, el actual baño turco, se creó en el siglo XV, durante
el dominio turco. Bajo la cúpula de unos 10 metros, sostenida por ocho columnas,
se encuentra una piscina octogonal. Alrededor vemos un pasillo de bóveda de
medio cañón. Actualmente, la unidad de baño de vapor sólo puede ser utilizada
por hombres. Esto es muy importante. Y aunque se advierte en los folletos
turísticos, a veces genera cierta confusión.




¿Es un baño turco solo para HOMBRES?, pregunta la colega rumana. Al Director de
la Oficina Nacional de Turismo de Hungría en España, no le asombra la pregunta.
En realidad, la sección de baños termales es solo para hombres; las otras
secciones (bañeras, piscinas) son también para mujeres.




Nos reciben con gran amabilidad y además estamos de suerte. No esta utilizándose
a esta hora, la piscina de baños termales. Esto permiten que admiremos su
espectacularidad y diseño. El ambiente en semipenumbra me recuerda, los hamman
turcos. La piscina construida en 1896, funciona como piscina terapéutica con
sauna desde el año 1918. Cuenta con 6 piscinas termales (16 º- 42º) y otra
piscina, a unos 29º.




Recorremos las instalaciones del primer piso donde se ubica el departamento, muy
completo, de fisioterapia (hospital de día). Como en todos los balnearios
terapéuticos, el agua termal radioactiva tiene iones de sulfato y cloruro,
hidrocarbonato de potasio y magnesio. Observamos que aquí el contenido en flúor
es considerable.




Este patrimonio turco, al igual que los anteriores, es muy valioso no solo por
su estado de conservación sino por ser accesible su uso por prescripción
facultativa.


En el Gellért Spa todo está preparado para la recepción y cena de Gala, colofón
de la Conferencia de Turismo y apertura del Año de la Salud. El Grupo de ruteros
europeos coincide en definir la estancia en Baños Gellért como el mejor broche
de oro para una Ruta Termal por los Reales de Budapest.




Antes, sugerimos subir a lo alto de la Colina Gellért a cuyos pies está el
célebre balneario, donde se encuentra la Ciudadela. Desde el borde de las
murallas y entre miradores se consigue una espectacular perspectiva de Buda y
Pest abrazadas por el Danubio. Es la despedida a una jornada que resultó ser un
auténtico “revival” de emociones termales.




Una estancia en el emblemático edificio Gellért es la vivencia más deseada de
cualquier termalista. Es entrar en la historia de la cultura de los baños de la
Hungría, de su pasado ancestral y del futuro más vanguardista.




Al recorrer estos pasillos silenciosos y nobles del Hotel Gellért vino a mi
pensamiento el famoso Congreso de 1937. A instancia de la Asociación Budapest
Spa se organizó el primer Congreso Internacional de Baños. En aquel evento se
fundó la Asociación Internacional de Balnearios, con sede permanente en
Budapest. Gellért fue entonces el escenario. Hoy, cincuenta años después, sigue
siendo el escenario idóneo para unir la ciencia con la sociedad del bienestar.




Situado en la parte de Buda del Puente de la Libertad, el edificio noble fue
construido en 1918. La arquitectura monumental del Balneario y Hotel Terapéutico
San Gellért, como se conocía en las crónicas de la época, es clásico en sus
proporciones, pero húngara en sus detalles y decorada con rasgos orientales.
Impresionante para el visitante que llega por primera vez a este emblemático
edificio, el más bello de los baños reales.




Propongo una escapada relámpago a nuestras amigas de Polonia e Italia. Quiero
descubrir el efecto artístico del balneario en la orilla del Danubio. Tomamos el
tranvía número 2 que hace este recorrido y comprobamos que ese efecto óptico se
debe, simplemente, a las maravillosas esculturas, mosaicos de cerámica y
vitrales.




Este mismo efecto lo encontramos en los espacios interiores. Nos fascina la
monumentalidad de sus columnas romanas en sus piscinas interiores, pero no deja
de sorprendernos el diseño artístico de enormes dimensiones en la piscina de
olas artificiales, al aire libre.




Precisamente, sobre la fuente de “efectos maravillosos” del balneario Gellért,
existen anotaciones ya en el siglo XV . Este balneario que era el más grande y
con las aguas más cálidas de todos los balnearios de Buda, fue llamado por los
turcos “Purgatorio”. La denominación de “Baños de las Vírgenes” también procede
de los turcos, y se debe a los efectos curativos únicos del agua termal.


En el balneario terapéutico encontramos todos los servicios (hidroterapia,
balneoterapia, mecanoterapia y electroterapia) y por primera vez, una atención
médica odontológica (dentistas) de alto nivel. Un completo departamento
fisioterapéutico (hospital de día) con sección de inhalaciones y también un
excelente servicio en tratamientos de belleza.




Aún tengo tiempo para relajarme antes de la cena con un baño de burbujas, el
placer de los dioses … además de hacer unos largos en la piscina interior de
columnas griegas mientras siento en mi piel la suavidad de las aguas mágicas del
Gellért. Otros miembros del grupo disfrutan en la piscina de olas. La rumana y
la rusa optan, después del baño, por descansar en la terraza femenina y
naturista, aprovechando los últimos rayos de sol.




Los huéspedes del Hotel Gellért utilizan regularmente estos servicios del
balneario. El emblemático hotel dispone de un amplio parque, 5.950 metros
cuadrados, preservando así el medio ambiente con un espacio de descanso y salud
para sus visitantes.




En la recepción previa a la cena, autoridades e invitados intercambiamos
conocimientos y expresamos nuestra felicitación a los organizadores. Budapest
presentó todo su “glamour” como capital de manantiales reales de la nueva
Europa.




La cena de Gala en el Balneario de Gellért, en el centro de Budapest, fue una
brillante ceremonia con aplausos y gratitudes. Compartí mesa y emociones con la
colega italiana y el director de la Oficina Nacional de Turismo de Hungría en
España. Entre esculturas y columnas romanas, me parecía estar “sumergida” en la
antigua Roma, mientras la orquesta y el buffet, recordaban que era un sueño lo
que estaba viviendo en pleno siglo XXI. La noche se me hizo corta.





SEÑORIAL BUDAPEST


La experiencia de la Ruta Saludable por los Reales Balnearios ha interesado a
nuestros amigos de Italia y Rumania que no descartan realizar esta refrescante
idea en sus países. Los representantes de Bélgica y Reino Unido se despiden para
regresar a sus respectivos países y el grupo ahora más reducido, nos preparamos
para continuar la Ruta, ahora más lúdica por la capital de los reales baños
termales.




Si ayer conocimos la ciudad civil medieval de Buda, agradable y acogedora como
una pequeña aldea, hoy terminamos de recorrer la llanura Pest, la ciudad de la
libertad y la vitalidad, con sus oficinas, casas suntuosas y lugares mundanos.
Pest es el presente. Aquí uno intenta realizar sus sueños y triunfar. En esta
parte se encuentran la mayoría de los teatros, cines y clubs, muchos
restaurantes, cafeterías y deslumbrantes tiendas para hacer compras.

Nos acercamos
a uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad y uno de los que más
orgullosamente se muestra frente al Danubio: El Parlamento, que celebra su
centenario. Y mirando tanta belleza pensamos : un país que es capaz de construir
algo tan bello y al mismo tiempo expresar este poder en monumentalidad, merece
sin duda el respeto y consideración como gran nación que es de Europa.




Mezcla de estilo ecléctico, neogótico, renacentista y barroco es uno de los
mayores edificios del mundo que funciona como parlamento. Mide 260 metros de
largo, ocupa una superficie de 17.700 metros cuadrados y tiene casi 700 salas.
Debajo de la cúpula guarda la Sagrada Corona Húngara, con la característica cruz
torcida, una de las más antiguas de Europa.




Al parecer esta enorme cúpula del Parlamento sólo tiene una rival: la de la
Basílica de San Esteban, la mayor iglesia de la ciudad, desde cuya altura de 96
metros se puede disfrutar de un soberbio panorama . Tenemos ocasión de
contemplar la reliquia de mano derecha de San Esteban, fundador de Hungría.




De nuevo estamos en el corazón de Pest para admirar el Palacio de la Ópera
Nacional Húngara, estilo italiano renacentista y uno de los edificios más
importantes de Andrássy út. Su visita es obligada y no solo por sus espectáculos
y programación cada semana , sino para admirar de cerca la majestuosa escalera y
salas de palacio proyectadas por el gran arquitecto Miklos Ybl.




Además de la grandiosidad del exterior, su interior también es impresionante:
con una excelente acústica y su rica decoración, el teatro atrae a los grandes
cantantes, bailarines y directores de orquesta del mundo.




Esta zona y alrededores son el centro de la animación cultural y musical de
Budapest. La Ópera, el Teatro de la Opereta y la Academia de Música acoge los
lugares más elegantes, pero también se puede escoger entre numerosos locales
modernos con música en vivo .




En el



Budapest
Festival Center

se puede ver la programación del Festival de Otoño. Es la mejor convocatoria
para volver a la capital húngara . Además de organizar una cita con la música de
influencia vienesa e imperial que deslumbra durante las veladas nocturnas del



Teatro de
la Opera
.
La Academia de Música, Franz Liszt, ( Liszt Ferenc tér ) incluye en su programa
semanal orquestas de renombre ; el acceso a los ensayos matinales es gratuito.




Dada su proximidad, nos acercamos a visitar el antiguo barrio judío donde está
el impresionante edificio de la Sinagoga. Todo el grupo se rinde a su atractivo
como edificio donde se mezclan elementos bizantinos y moriscos. Tiene capacidad
para 3.000 personas y es la mayor en activo de Europa y la segunda del mundo.
Debido a encontrarnos fuera del horario para el público, no tenemos acceso a ver
su interior. Nuestra colega rusa lamenta esta circunstancia. Realmente todo el
grupo lo sentimos.




Paseando por algunas de las callejuelas estrechas y a través en pequeños
detalles de unos pocos edificios, descubrimos la antigua ciudad medieval que fue
Pest . Hoy posee la chispa y la vivacidad de Paris. Para comprobarlo, nada mejor
que tomar el tranvía número 2 que nos lleva hacia las animadas calles peatonales
donde se reúnen los jóvenes de la ciudad, Vörösmarty tér, lugar de cita de los
artistas ambulantes que me recuerda la atmósfera de Montmartre.




En esta plaza, auténtico corazón vital de Pest, se encuentran dos de los cafés
más concurridos: el



Gerbeaud

fundado en 1858, con su exquisita repostería de sabor imperial y el Szolnay
Kávéház, en el segundo piso del Béke Hotel. Aquí nos ofrecen deliciosas pastas
de té en platos de porcelana de las famosas fabricas Herend Porcelán Üzlet.




Coincidimos todo el grupo. Caminar por las anchas y elegantes calles de esta
parte de Pest recuerda a los bulevares parisinos. Al fin llegamos a la gran
calle comercial, la conocida Vaci út, repleta de boutiques, cafés, restaurantes
y grandes almacenes. Es la tentación. El deseo incontrolado de llevarnos no solo
vivencias relajantes como recuerdo de esta atractiva Ruta termal. Queremos algo
más.




Necesitamos el asesoramiento de nuestro anfitrión. ¿Qué elegir? Los chalecos y
atuendos de Tangó, los creativos y alegres bordados artesanales de Kalocsa, las
joyas inspiradas en modelos del siglo XIX de Reich Tamás o juegos de té de
Herend Porcelán Üzlet. Opciones para todos los gustos que nos permiten llevarnos
a casa un detalle típico del país centroeuropeo.



ISLA MARGARITA


Nuestro anfitrión recuerda que en Isla Margarita, esperan los directivos del
Grupo Danubius para acompañarnos en un recorrido por sus instalaciones en los
hoteles –balneario ubicados en la Isla.




El día lúdico termal se presenta especialmente atractivo en este lugar idílico.
No está permitido el acceso a los vehículos . Una medida necesaria para que Isla
Margarita cumpla su objetivo: ser un lugar para disfrutar al aire libre, caminar
o montar en bicicleta o en un extraño vehículo a pedales llamado “bringóhintó”,
mientras se respira naturaleza en una gran arboleda de más de 10.000 árboles y
se contemplan las bellas vistas del Danubio que abraza la isla.




Nos comentan que solamente se altera esta tranquilidad durante los primeros días
del mes de agosto , con motivo del “Pepsi Sziget Festival”, un acontecimiento
musical y festivo que reúne a cientos de miles de jóvenes de toda Europa en esta
emblemática isla. El resto del año, es lugar de auténtico relax.




Visitamos los balnearios de verano y hoteles balneario de agua termal. El



Gran Hotel
Danubius

que cumplió los 125 años en 1998 y su última renovación hace 10 años, y el Hotel
Termal, también de la mismo Grupo, inaugurado en 1979, siendo entonces el más
moderno establecimiento de baños del país.




Los balnearios son alimentados con agua de los manantiales de Isla Margarita.




Disponen de todas las opciones terapéuticas de los hoteles spa. Cabinas para
tratamientos de belleza y anti -aging y ofrecen ventajas especiales: los médicos
propios están asesorados por especialistas ( neurocirugía, cirugía deportiva,
cardiología, diagnostico por ultrasonido etc ). El Hotel Termal dispone de un
moderno servicio de cirugía dental y estomatología.




Almorzamos en la terraza del Hotel Termal. Las vistas al río son tan sugerentes
que nuestra amiga italiana pregunta por la posibilidad de hacer un tour nocturno
en barco como despedida. Estamos dispuestos a dejarnos seducir por el Danubio.




Nuestro anfitrión acepta el compromiso: la cita es en el embarcadero junto a la
Princesita. Una modesta escultura que adorna el paseo en la parte de Pest del
Puente de la Libertad.


Aún nos quedan las últimas compras, las más tradicionales. Disponemos todavía de
tiempo para acercarnos al Mercado Central en el tranvía número 2 que nos deja
frente al gran edificio también emblemático, construido en 1894-96. Estamos en
las proximidades del puente de la Libertad.




Este Mercado Central, es un auténtico bullicio de entradas y salidas de turistas
que curiosean o buscan ese recuerdo típico en los 180 puestos de volatería,
artesanías, panaderías y artículos de uso cotidiano.




Nos acompaña el director de la Oficina Nacional de Turismo de Hungría en España.
Bajo su buen criterio decido llevarme el apreciado foie, paprika (pimentón dulce
para condimento que según la leyenda infundía valor a los guerreros húngaros de
la baja Edad Media que conquistaron Europa Central ) y varias botellas de Tokaj.




En el piso superior visitamos las tiendas de artesanía popular y en uno de los
restaurantes típicos de autoservicio nos sentamos a tomar una popular Ászok . En
Hungría se elaboran excelentes cervezas pero no es recomendable brindar con
ella. Al parecer, ésta fue la forma con que celebraron la victoria los
austriacos sobre los húngaros en 1848.




Nos llama la atención que no se escucha apenas ruido a pesar de la gran cantidad
de gente que hay en el interior de este inmenso edificio. El pueblo húngaro es
educado y amable, muy hospitalario. Le agrada agasajar al visitante. Se lo
comento a nuestro anfitrión. Nuestros amigos de Italia, Polonia y Rumania están
de acuerdo. Nos vamos con muy buena impresión de este país que en pocos meses,
formará parte de la nueva Europa.


Budapest al atardecer, enseña todo su encanto. La belleza de los edificios
reflejados en las aguas del Danubio, regalan al visitante un espectáculo difícil
de describir e imposible de olvidar. Por la noche, cuando las siluetas se
desvanecen, los puentes y monumentos adquieren un aspecto mágico .Todo el
esplendor de épocas pasadas , cuando la ciudad era el centro del Imperio
Austro-Húngaro, parece volver a resurgir.




Estamos a bordo de un barco turístico y a punto de iniciar ese viaje en el
tiempo. Un volver al romántico siglo XIX paseando por el Danubio, mientras Buda
y Pest se engalanan de luz y color para el turista, según mire hacia una u otra
orilla.




Comienza el crucero por el Danubio. La cena “bouffet “ a la luz de las velas y
con música zíngara, imprimen cierta nostalgia. El grupo de colegas
centroeuropeos se felicitaba por esta inolvidable experiencia de convivencia y
amistad, sin límites de idioma. No hay despedidas. El final del viaje será el
principio de otra nueva ruta saludable.


Fuente:



TermasWorld

Por
último, recuerde aprender algunas palabras y frases básicas en el idioma de
los países que va a visitar. Puede hacerlo ya mismo inscribiéndose ahora en
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