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Malos hábitos de negocios

Hay malos hábitos de negocios que pueden parecer tonterías, rutinas hechas sin pensar que acarrean una gran cantidad de consecuencias nocivas. Conocerlos, es el primer paso para comenzar a evitarlos

Como un hombre de negocios
firme y decidido, usted hace todo lo que está a su alcance para llegar a
decisiones hábiles y realizar acciones fructíferas. Hace lo mejor para evitar
errores, pero aún así puede estar haciendo malos movimientos cada día. No son la
clase de errores que usted nota, porque está acostumbrado a ellos.


Al llegar a usted tan
naturalmente, usted puede no encontrar nada de malo en ellas. Pero esté seguro
de que usted es culpable de alguno de estos nueve hábitos ante los cuales sus
superiores y colegas ponen mala cara.



1-
Usted es adicto a su móvil, ipod, palm…


Ser organizado en todo está
muy bien, pero si pasa la mayor parte de su día datando y chequeando su teléfono
celular, su palm, su ipod o su nuevo “chiche” tecnológico… toda esa
organización lo terminando alejando de sus tareas actuales. Imagine los negocios
que podría traer a la empresa con el tiempo que pierde obsesivamente en esa
tarea.

Este hábito es aún peor cuando se practica en un ambiente social, porque
demuestra una insalubre fijación con el trabajo.


Cómo romper el hábito


Trabaje con su “gadget” en
casa o durante su hora del almuerzo



2- Usted
envía e-mails grupales inútiles


Una cosa es enviar artículos
de ayuda e información a sus colaboradores. Pero hacer clic a cada momento y
llenar a sus colegas de comentarios inútiles, sin embargo, desperdicia tiempo y
garantiza que sus pocos mensajes importantes serán despreciados. Por lo tanto,
escribir e-mails repletos de acrónimos, jerga o mala gramática , le servirá para
que lo miren con malos ojos. ¿Usted no habla de esa forma, no?


Cómo
romperlo


Mande solamente información
relevante y asegúrese que el contenido de sus mensajes sea siempre claro. Puede
hacerlo verificando cada una de las respuestas a las cinco grandes preguntas
(quién, qué, cuándo, dónde, por qué). Los comentarios que no requieren la
atención de nadie pueden ser guardados para un mejor momento.



3.- Usted
usa muchos clichés de negocios


Usted le dice a sus
colaboradores que traten de lograr “cometidos” con resultados a “escala” porque
es una “misión crítica”. Como cualquier cliché, estas frases de negocios han
sido usadas tanto que realmente no significan nada para nadie: son términos
prediseñados para comunicadores perezosos. Lo máximo que puede conseguir con
ellos son caras de desorientación.


Cómo
romperlo


Diga exactamente lo que
quiere decir y piense maneras frescas de decirlo. Evite a toda costa la jerga
muy usada y las metáforas muertas.



4- Usted
convoca reuniones con cualquier excusa


Las reuniones en exceso
proveen la oportunidad ideal a los trabajadores para haraganear en el edificio
de la compañía. Si usted llama a una reunión cada vez que quiere comentar algo
trivial, disminuye la importancia de las reuniones, pavimentando el camino para
el desastre de los que quiere manejar y con los que quiere discutir estrategias.


Cómo
romperlo


Si siente que algo necesita
atención pero no involucra a todos, discútalo solamente con quien corresponda.
Siga una agenda y evite arrastrar con usted a sus colaboradores.



5- Usted
hace alarde de todo lo que hace


Si cerró un trato por 10
millones o si hizo ahorrar $20.000 a la empresa usando productos reciclados, no
es necesario hacerlo notar. Ser jactancioso no le ayudará a ganarse el favor de
la gente. Piénselo: ¿a usted le cae simpático alguien que deambula con el
teléfono mientras camina por la oficina para que todo el mundo pueda oír lo que
está haciendo? A los demás tampoco.


Cómo
romperlo


Deje que los resultados
hablen por sí mismos. La gente se va a dar cuenta de que lo ha hecho sin la
ayuda de la autopromoción y lo van a admirar más por eso.



6- Usted
interrumpe a los demás

¿Cree que lo que tiene que decir es tan importante que
puede pasar por encima de los otros? Quizás piense que puede ser mejor
ofreciendo una mejor solución antes de que otra persona haya terminado su
pensamiento, pero haciéndolo no hace más que ser rudo y ofensivo.

 

Cómo
romperlo


Escuche a los demás mientras
hablan y ofrezca su opinión luego de que hayan terminado de redondear su idea.



7- Usted
está constantemente criticando


Una cosa es ofrecer consejos
para aumentar su desempeño en el trabajo. Pero si está revoloteando sobre los
trabajadores y poniendo la lupa sobre las pequeñas cosas (la manera en que
alguien usa la fotocopiadora o archiva un informe), entonces está frustrando a
la gente más que ayudarla.

Aunque sus intenciones son buenas, su ejecución no lo
es. De hecho, usted queda como un obsesivo, especialmente si en realidad no
comprende qué está haciendo la persona o por qué lo hace de la manera en que lo
hace. Además, hay más de una manera de hacer las cosas, ¿no?


Cómo
romperlo


Si tiene críticas respecto
al trabajo de cualquiera, asegúrese de ofrecer una solución. Entienda de lo que
está hablando antes de abrir la boca. Lo más importante, resista la urgencia de
ofrecer su consejo sobre cosas poco trascendentes.



8- Usted
hace todo según el manual


Usted internaliza todo lo
que los libros le enseñaron, pero todavía no se dio cuenta de que en el mundo
real no todo funciona como en la teoría. Es hora de cerrar los libros por un
rato. La teoría nos da un fundamento para nuestro conocimiento, pero el
protocolo puede y debe ser roto a veces.

Lo impredecible exige soluciones
creativas que su profesor nunca le enseñó. Si un colaborador está al borde del
agotamiento, ¿usted le regurgita algo de lo aprendido en las aulas o le responde
como un ser humano?


Cómo
romperlo


Todo está en cómo estar
alerta de la situación corriente y trabajar sobre ello. Aprenda a confiar en su
instinto y aplique soluciones que parezcan ideales, no las que están en los
libros.



9- Usted
gasta de más en todo


Una cosa es gastar en un
viaje al exterior para una reunión de negocios, y otra muy distinta quedarse en
la suite presidencial y comer en un restaurante cinco tenedores. Gastar el
dinero de la empresa descuidadamente puede y debe ser mirado como un desprecio
hacia los demás.


Cómo
romperlo


Aplique la misma frugalidad
astuta que usa en sus negocios y en sus gastos. Ahorre dinero de la compañía y
le será reconocido.


Vuelva a aguzar su sentido
para los negocios


Los malos hábitos de
negocios, como todos los hábitos, son difíciles de romper. Son acciones
automáticas disparadas por determinados estímulos. Una vez que usted reconoce
que su hábito es dañino, ya hizo la mitad del trabajo.

Ahora trate de
sorprenderse en el acto y en ese momento reflexione. Entonces dígase a usted
mismo qué debería hacer en lugar de lo que viene haciendo. Con persistencia
desterrará ese tic antes de lo que piensa.

 

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