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Cómo salir de compras con su pareja y no morir en el intento

Ir de compras con su novia o esposa puede ser como ir al dentista: es doloroso pero inevitable. Más tarde o más temprano, ella va a pedirle que la acompañe en sus escapadas. Consejos para sobrevivir a la experiencia

Si usted odia ir de compras
pero no puede escaparse, ¿qué puede hacer que ese día sea tolerable y rápido?
Si su idea no es cambiar de pareja, estos consejos lo ayudarán a que su
experiencia sea más llevadera.

 

Que
sea de a dos

 

Cuando las mujeres van de
compras, rara vez lo hacen solas. Entonces si ella le pide ir, asegúrese de que
ninguna de sus amigas o miembros de la familia sean de la partida, porque el
tiempo que lleva hacer compras se multiplicará por la cantidad de mujeres que
vaya con ustedes.

 


Pida una lista

 

Algunas mujeres son
impredecibles. Por esta razón, haga que su mujer haga una lista de todas las
cosas que necesita comprar y los negocios que quiere visitar. Ella va a
discutir, pero probablemente usted gane: la parte difícil es hacer que se atenga
a la lista.

 

Ir
a un shopping o mall

 

Usted ya está para el
trabajo de acompañante de compras, pero no quiere ser también su chofer. Elija
un centro de compras con una gran selección de tiendas para evitar manejar por
toda la ciudad todo el día.

 

Use
zapatos cómodos

 

Si usted se ha visto en una
situación parecida antes, sabe que las mujeres pueden convertir a una
experiencia de este tipo en un triatlón cuando llegan al centro de compras. Van
a cada negocio –y dos veces– entonces es importante que usted esté munido de un
buen par de zapatos.

 


Opción 2: las tiendas de departamentos

 

Es cierto, su mujer puede
tener en mente algunos negocios exclusivos, pero usted siempre puede tratar de
convencerla de que una tienda de departamentos también tiene cosas a la moda.
Por supuesto, la idea es que en una tienda por departamentos, tiene la
oportunidad de espiar las últimas novedades electrónicas y la selección de DVD
mientras ella hace lo suyo (en un shopping también, pero puede ser más difícil
disimular…)..

 


Visite tiendas con asientos

 

Cualquier tienda que provea
a sus clientes de asientos merece ser visitada. Al menos podrá descansar durante
la interminable selección de ropa y mientras se prueba lo que eligió.

 


No compre
zapatos

 

Evite ir a comprar zapatos
como si fuera una enfermedad contagiosa. Comprar zapatos es un proceso
extremadamente largo en el cual ella tiene que elegir un par entre cientos que
parecen gustarle, probar su medida y caminar un poco para darse cuenta lo
cómodos que son. Estos tres pasos se repiten para cada par que le fascinan.

 


Haga que use ropa con cierre relámpago

 

Si ella quiere ir de compras
de ropa, existe la posibilidad de que se la tenga que probar. Es una buena idea
hacerle usar prendas fáciles de sacar para aligerar el proceso. Recuerde: al ir
de compras los cierres son sus mejores amigos.

 


Elija prendas para ella

 

Ya que usted tendrá que
verla más a menudo que ninguna otra persona, ¿por qué no elegir ropa para ella y
piropearla si le quedan bien? Si es lo bastante sutil, ella apreciará el
gesto… y la experiencia de comprar se terminará más rápido.

 

Sea
firme

 

Generalmente suceden escenas
como esta: luego de tomarse 20 minutos para elegir entre las prendas que le
gustan, se las prueba todas… y luego le pide su opinión. Si le dice que le van
“bien”, probablemente se sentirá fea, poco apreciada o (Dios no lo permita)
dubitativa. El truco es ser positivo y confiar en que ella valorará su opinión.

 


Evite que llame a sus amigas

 

Esconda su teléfono celular,
apáguelo o téngalo con usted. Bajo ninguna circunstancia debe permitirle que
hable con sus amigas para que la aconsejen. Esas conversaciones son más largas
que las negociaciones de Medio Oriente. Sea romántico y sentimental, y dígale
que este día tiene que ser sólo para los dos.

 


Tenga previsto un descanso

 

Si usted divide el día,
encontrará que las compras pueden ser una experiencia soportable. Hacia el
final, programe un descanso durante el día, sea para almorzar o para tomar un
trago.

 


Manténgase ocupado

 

Ir de compras con una mujer
tiene dos fases. En la primera debe caminar con ella mientras mira vidrieras. Y
en la segunda es cuando selecciona prendas para probarse. Esta fase requiere que
usted ejercite la paciencia. Para hacerlo, haga algunas llamadas o llene el
tiempo con algunos juegos de su celular.

 


Fije un horario de salida

 

Para que la jornada tenga un
final a la vista en el horizonte, haga planes concretos para ese día más tarde,
de manera que ella se vea forzada a finalizar en un horario determinado. Por
ejemplo, haga reservas para cenar con amigos o compre entradas para el cine de
antemano.

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