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Atención psicológica domiciliaria

Conozca cuando es necesario recurrir a este recurso terapéutico

La atención
psicológica domiciliaria se brinda a personas que se hallan temporaria o
definitivamente privadas de la posibilidad de movilizarse fuera de su propio
domicilio.
Ello ocurre por causas predominantemente asociadas a trastornos físicos y
orgánicos de diversa índole. La asistencia domiciliaria de la salud se inscribe
dentro de las mas humanizadas y progresistas corrientes contemporáneas.
Su beneficio se asocia a que no extraña a la persona de su hábitat natural ni
del vínculo con sus familiares.

Esta alternativa aumenta la sobrevida del paciente, a la vez que ofrece a sus
familiares la oportunidad y satisfacción de brindarle un sostén afectivo y
personalizado.
Por otra parte, es menos costosa en términos estrictamente económicos, que la
internación en una institución .
La atención incluye la concurrencia, al domicilio particular del asistido, de
un profesional psicólogo para realizar la correspondiente evaluación
psicológica de la problemática que atraviesa, así como de los recursos y
posibilidades con que cuenta para afrontarla y a partir de allí brindar apoyo
psicológico con sesiones semanales de carácter individual.
El psicólogo informa los resultados de la evaluación al asistido y a sus
familiares. La tarea deberá articularse en forma permanente con la intervención
de los otros miembros del equipo de salud: el médico clínico y cada uno de los
especialistas intervinientes.

Los objetivos
consisten en:

*Brindar a los
asistidos la contención, el apoyo y el sostén necesario ante la situación
crítica que atraviesan, generando un espacio propicio para que sean escuchados
y escuchen, interesen y se interesen, pongan en palabras sus necesidades,
deseos y dificultades.

*Ayudarles a
delimitar sus problemas y descubrir las estrategias para resolverlos
contribuyendo a que tomen parte activa en la evaluación de sus posibilidades y
participen en la toma de decisiones que corresponden a su propia vida, y la de
sus familiares mas cercanos.

*Ampliar las
posibilidades de interrelación familiar y social mejorando la comunicación
interpersonal, logrando mejor ajuste y gratificación.

*Participar en la
construcción de un espacio de elaboración de los aspectos traumáticos de la
enfermedad, recreando la red social y familiar de sostén imprescindible.

*Generar una
dinamización capaz de transformar vivencias de estancamiento, aburrimiento y
empobrecimiento personal, a través de la creatividad, la sublimación y el juego
simbólico. 

La intervención
terapéutica procura:

*Enfrentar la
situación crítica, propiciar cambios y mejorar la calidad de vida.

*Proporcionar
alivio a la tensión emocional desahogo y liberación a la angustia por medio del
marco de contención adecuado.

*Favorecer una
mejor adaptación a la realidad: ni la acomodación pasiva, sumisa y resignada,
ni la asimilación egocéntrica y puramente narcisista.

*Propiciar la
ampliación de las posibilidades personales revalorizando lo que se tiene y
puede en dirección a la elevación de la autoestima.

*Propender al
mayor ajuste y gratificación en las relaciones interpersonales, adecuando las
exigencias hacia ellos mismos y hacia los demás, tornando mas fluida la
comunicación y conexión.

Serán funciones
del psicólogo:

*Detectar el
motivo de consulta, generalmente asociado a situaciones de crisis a nivel
orgánico que alarman al grupo familiar que busca la posibilidad de brindar
alivio al paciente y a la familia misma, a través de la intervención
solicitada..

*Delimitar la
situación problemática que atraviesa el paciente, con la intención de brindar
un diagnóstico acorde, realizando posteriormente la devolución del mismo al
paciente y a los familiares.

*Establecido el
espacio y el vínculo terapéutico considerar el material disperso que el paciente
pueda aportar, seleccionando elementos significativos que posibiliten la
elaboración reflexiva de la problemática, favoreciendo asociaciones y ligaduras
entre elementos de la propia historia y del aquí y el ahora.

*Constituirse en
agente de salud calificado para sostener, evaluar, revisar y modificar el plan
terapéutico, del cual es portador, tanto frente a los familiares, como a los
médicos, enfermeros, kinesiólogos.

*Analizar y
manejar las resistencias al cambio que el paciente presenta y que emergen en el
vínculo terapéutico establecido, permitiéndole trabajarlas y superarlas
mediante el trabajo analítico.

*Considerar la
demanda basada en un pedido diferente que responde a la atención terapéutica y
no la psicoanalítica tradicional.

La evaluación
psicológica tenderá a:

*Abarcar la
personalidad del paciente, su vida pasada y presente, la agilidad de sus
funciones mentales, la utilización de mecanismos de defensa, el monto y
cualidad de la ansiedad predominante.

*Recaudar la
mayor cantidad de datos posibles sobre su historia, sobre la evolución de su
enfermedad, escuchar versiones que sobre esto tienen los miembros de la
familia. Confirmar, con los médicos a cargo, el diagnóstico actual y evaluar la
resonancia subjetiva del impacto de su enfermedad física y consecuencias.

*Establecer el
vínculo adecuado con los familiares a cargo del paciente informando sobre el
plan terapéutico a desarrollar.

Beneficiarios de
la atención psicológica domiciliaria:

-Trastornos
psíquicos por afecciones cerebrales: Demencias, Alzheimer, Epilepsias.

-Perturbaciones
psicomotrices: Debilidad motriz, inestabilidad psicomotriz.

-Trastornos
psíquicos de pacientes oncológicos: Fases inicial, intermedia y terminal.

-Psicopatologías
específicas: Neurosis graves, fobias, hipocondría, depresión, psicosis
pre-psicosis, autismo.

-Trastornos
psíquicos de patologías de dependencia: Fármacos, tabaquismo, alcoholismo.

-Enfermedades
psicosomáticas: Asma, artritis reumatoidea, osteoporosis, colitis ulcerosa.

-Trastornos psíquicos
de patologías alimenticias: Obesidad, anorexia, bulimia.

-Trastornos
psíquicos y somato-psíquicos de la Tercera Edad.