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Abuelos al diván

¿Existe una edad en la que sea imposible modificar la conducta y los sentimientos? Según los especialistas, el mito de “ya es tarde para cambiar”, es una gran falacia que solo puede empeorar la situación de una persona con problemas emocionales.



“A esta altura es tarde para cambiar” “¿Justo ahora empezar con algo nuevo?” “A
esta edad, uno es el mejor psicólogo de uno de mismo”
.
Todas estas frases que esgrimen los mayores, -o sus familiares-, para negarse al
comienzo de un tratamiento terapéutico, serían definidas por cualquier
psicoanalista con una sola palabra: Resistencias.

 En efecto, los
profesionales de la salud mental creen que cualquier negativa a tratar los
síntomas de malestar que se experimentan, es tan solo la búsqueda de no
enfrentarse a muchas verdades “ocultas”, cualquiera sea la edad de las
personas que los experimentan
.

 De hecho, cuanto mayor es
una persona, más chances podría tener de atravesar problemas emocionales, desde
el momento en que es justamente en esta etapa cuando se comienza a hacer un
balance de la vida, se debe enfrentar el retiro de la actividad laboral, se
suele experimentar la viudez y posiblemente la soledad y el aislamiento, se ve
como más cercano el fin de la vida, y se debe hacer frente a una sociedad que
discrimina y margina a todo lo relacionado con la vejez.

 En el caso de los
latinoamericanos, estos problemas pueden profundizarse por la crisis económica
que atraviesan sus respectivos países, que los obliga a sobrevivir con magras
jubilaciones, tener que aceptar la convivencia con la familia de alguno de sus
hijos, que ha perdido su casa por no poder afrontar la hipoteca o el alquiler (y
que además, por su propia delicada situación, se comporta de una manera hostil
con sus padres), o incluso enfrentar la emigración de alguno de sus hijos a
algún país lejano.

Por eso, la mayoría de
los psicoanalistas, psicólogos, y psiquiatras, señalan que la frase “tarde
para empezar
” es una gran falacia, que solo provoca que muchas personas
deban seguir conviviendo con un dolor que, de otro modo, podrían remover.
 

Los tiempos cambian 

Sin embargo, ya son
varios los mayores que han comprendido esta realidad, y es por ello que una gran
cantidad de centros públicos y privados con áreas destinadas al tratamientos y
cura de la salud mental, están comenzando a ofrecer una amplia gama de
tratamientos, individuales o grupales, especialmente destinados a los mayores,
que les permitan sobrellevar o vencer definitivamente sus síntomas de
pesimismos, desesperanza,  aislamiento, soledad, vacío, miedo o depresión, por
medio de la búsqueda de nuevos puntos de interés y objetivos para su vida.

 Los mismos, van desde las
clásicas terapias individuales de diván, hasta talleres de autoayuda, que
incluyen la estimulación de memoria, cursos de nutrición y calidad de vida, la
práctica de yoga, gimnasia, actuación, etc.

 Según los especialistas,
muchos de los trastornos aparentemente orgánicos de muchos pacientes, como la
falta de memoria, responden en realidad a cuestiones psíquico-emocionales, que,
una vez que son tratadas, les permiten recuperar sus aptitudes.

 Por eso, todos los
entendidos en la materia coinciden en afirmar que, si se experimenta algún
síntoma de malestar, se debe concurrir cuanto antes a realizar una consulta,
venciendo las propias (y externas) resistencias. Nunca es tarde para
empezar, pero cuanto más tiempo pase, más dificultades podrán existir…