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¿Por qué circular con las luces prendidas?

Esta norma, vigente en muchos países, tiene el fin de evitar los accidentes que se producen por falta de visibilidad.

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Ahora
en Argentina para circular por rutas y

autopistas
habrá que llevar las luces
bajas encendidas, tanto de noche como de día, llueva o brille el sol.

La
ley para que obliga a manejar con las
luces bajas, tiene el fin de reducir los
accidentes de tránsito ocurridos por falta de visibilidad.

La
norma modifica el artículo 47 inciso a de la ley 24.449 (de tránsito) y
establece: "Mientras el vehículo transite por rutas nacionales, las luces
bajas permanecerán encendidas, tanto de día como de noche, independientemente
del grado de luz natural, o de las condiciones de visibilidad que se
registren".

El
proyecto también establece que los fabricantes de rodados deberán
incorporarles un dispositivo automático de encendido de las luces bajas y se
les impondrá un plazo para que los automóviles ya en circulación lo
incorporen. La iniciativa extiende la obligatoriedad en el encendido de las
luces de posición y a la de la chapa patente del rodado.

En
1999 se registraron 10.280 víctimas de accidentes de tránsito, a razón de 27
por día. El encendido de luces bajas mejora la visibilidad y evita el fenómeno
de la mimetización, que impide ver con definición vehículos que circulan en
sentido contrario. También ayuda a calcular mejor la distancia y la velocidad a
la que circulan los demás
autos.

También
en la ciudad

La
norma invita a los gobiernos provinciales y al de la Ciudad de Buenos Aires a
adherir a ella. Ocurre que tendrá vigor en rutas y autopistas nacionales, pero
en el caso de las vías rápidas provinciales o urbanas los gobiernos locales
deberán decidir si adhieren a la disposición nacional.

Consultado
el secretario de Obras y Servicios Públicos porteño, Abel Fatala, aseguró que
la ciudad impulsará un proyecto similar, de aplicación en las vías rápidas
de la metrópoli.

La
propuesta no es nueva y se aplica con éxito en países como Canadá, Suecia,
Estados Unidos, donde se logró reducir cerca del 20 por ciento las muertes en
accidentes de tránsito. Desde junio de 1999, también se instrumentó en
Uruguay, donde ha dado resultados muy positivos.

Dicha
medida tuvo en cuenta que se habían constatado accidentes ocurridos en rutas
nacionales que obedecían a la escasa visualización de uno o ambos vehículos y
que, fundamentalmente, se trataba de choques frontales.

Un
informe realizado por el Ministerio del Interior uruguayo, con datos de la policía,
indica que durante los meses de entrada en vigor de la medida, los choques se
redujeron en el 9,55 por ciento. En cuanto a la clase de accidentes, se verificó
una baja del 14,8% en las colisiones y un 27% en los vuelcos.