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Relato de un viaje a Namibia, VII

Las dunas, Valdenvijoen y vuelta a casa.

13/8/99:

Nos levantamos a las 4 de la mañana, habíamos dormido como señores en blando,
Alfie nos comentó que nos quedáramos con el saco fuera por el frío, esto si el
viaje fue una experiencia no vivida anteriormente fue como otra experiencia
independiente pues íbamos como piojos en costura con todo tirado no se veía el
suelo, pero lo mejor fue cuando nos echaron la comida, y fue con las mochilas
sacos, anorak, jerseys, humanidad, … y el salchichón, el chorizo, las galletas
los cubiertos la fruta y todos pasando por la parte delantera, nunca pensé que
iba a lograr salir de aquel follón, pero milagro, lo que es la supervivencia y
no agobiarse recogimos sacos y empezamos a ver la luz. Y luego recogimos comida
y siguió haciéndose la luz y luego ya nos quedamos como siempre y bieennn.

Llegamos a Sesriem como a las 10 y nos comenta que no hay sitio de para acampar
y que debemos volver a las 5:30 para ver si conseguimos sitio, yo comento la
posibilidad de partir de no acampar allí y ver la puesta de sol, pero la gente
paso y volvimos al camping no había sitio, nos fuimos a 30km y nos perdimos la
puesta de sol y el amanecer del día siguiente. ¡Lo siento!

Pues para mi las
dunas era lo mas importante del viaje y y las vimos a medias, ahí comprendí que
cada uno íbamos con unas necesidades al viaje, hay gente que viaja para risas y
buscar amigos, y otra gente que viajamos para conocer y si te haces amigos pues
estupendo,  pero el programa es importantísimo. Para mi fue un fallo importante
de la organización y la verdad que me mosquee mucho.

Llegamos a la duna 17 y podíamos subirla o ir hasta Sousvelei o montar en
avioneta, yo quería subirla y así lo hicimos, llegamos  arriba (casi) Angela Olga
Ana y yo. Gracias a Ángela pues ella iba abriendo camino, es lo mas difícil y
cansado que yo he hecho nunca en montaña es agotador, pero la belleza de lo que
se ve compensa con creces Ana y yo fuimos las ultimas pero lo conseguimos, como
envidiábamos a Angela y a Olga cuando desde arriba las veíamos descansar, pero
luego la bajada fue way ni nos enteramos y nos gusto. Nos hicimos fotos,
estábamos felices. Eso me compensó bastante el mosqueo anterior.

Tardamos 2,30 hras en subir y cuando llegamos a las 4 regresamos al camping no
había sitio y nos fuimos a 30km, ya era nuestro ultimo día de acampada.

Nos paramos a ver una semi puesta de sol en un hotel, de súper lujo y Santi en
un paseo vió las cocina y una mesa buffet con todo tipo de manjares y que susto
no se llevaría que vino enseguida y dijo: hay un negrito ahí que esta preparando
un buffet divino, ¡que da una dentera!.

El
camping era un erial, los lavabos bien pero las duchas sin luz, pero como ya
estábamos hechos a todo pues ni nos importo. Además era la ultima acampada, que
importaba ya nada.

Todas las niñas habían decidido dormir en el techo del camión, pero se fuero
rajando poco a poco hasta que al final dejaron a Barry y Olga solos, que manía
la de dejaros solos ¿verdad Olguita?, bueno tu tenias muy claras las cosas. Me
encanta tu seguridad.

Contra todo pronostico de prolongar la noche por ser la ultima acampada, nos
acostamos pronto, Fdo. estaba acatarrado, Olga también, Ángela con problemas de
cabeza y estomago, vamos que estábamos cual piltrafas.

14/8/99:

Nos levantamos a las 5 para salir a las 7:30. Llegamos a Valdenvijoen a las 14h.
Para nuestra toma, nos duchamos nos escoscamos y la gente se echo la siesta, yo
salía a pasear y me encontré con Eleonora, una bebita negrita preciosa que se
quedo encantada conmigo y no me quitaba ojo, vamos que me la hubiera podido
traer a España. Pero no era el caso claro. Era una familia de Windohek que
pasaba allí su fin de semana, nos dieron su dirección y nosotros a ellos.

Por la tarde nos llevan a la ciudad y compramos cosas en unos puestos en la
calle, la ciudad es coqueta y bonita con muchos espacios libres, hay mucho
inglés y alemán, tienen bonitas tiendas y bonitos parques, estaba todo cerrado
pues era sábado, luego fuimos a cenar animalitos de los parques, kudu, cebra,
avestruz, cocodrilo, vamos que no tenemos vergüenza pero la curiosidad es la
curiosidad. Nos acostamos a las 23h.

15/8/99:  

Nos levantamos a las 7h. Y desayunamos en el restaurante del camping, estaba
estupendo, y se podía coger desde desayuno americano hasta el continental. A las
9:30 llegamos a Windhoek. Ya nos despedimos de Alfie, y la verdad es que te da
pena pensar que hasta … nunca, pues ¿cuándo vamos a volver?, esta vida es un
poco así, pues si no perdiéramos a mucha gente de la que conocemos, ¿cómo íbamos
a conocer a otra?, luego  paseamos hasta las 12.15, que nos llevan al
aeropuerto.

Salimos a las 14:05 en British Air y llegamos a las 16h. Retrasamos una hora los
relojes y ya nos quedamos con horario español. Y solo esperamos ya 6h, no, 7,
hasta el vuelo de España.

Cuando llegamos a Johanesburgo, estuvimos con Olga, cotilleando y comentando
cosas y apreciaciones, la verdad es que hay personas con las que no se necesita
hacer un esfuerzo para estar a gusto y con otras ni aunque hagan el pino.

Y
con esto se acaba, nuestra primera incursión en África que es como esa semilla
que da fruto en nuestro interés de volver a otra zona, nos hicimos especialistas
en desiertos, era todo un catalogo de ellos, nos reímos, aprendí a  no
encariñarme demasiado y a estar un poco al margen. El viaje como terapia way.