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Muñecas de porcelana: historia antigua

La historia de las muñecas se remonta a épocas prehistóricas cuando representaban objetos mágicos religiosos que con el correr de los siglos, comenzaron a llamar la atención de los chicos.

Estas
tradiciones nacieron en la civilización
egipcia, y con el paso del tiempo
fueron adoptando distintas formas, distintos usos, y principalmente el material
con el que se fabricaban.

Las
mas antiguas eran totalmente de madera, pero las mas relacionadas a las
actualmente conocidas, son las surgidas durante el siglo XIX y XX.

Por los años
1840, no existían desfiles de moda, ni agraciadas y cuidadas modelos como en la actualidad, surgió entonces la idea de fabricar muñecas con cara de
porcelana, cuya figura representaba mujeres de manera que vestidas con distintas
prendas, fueran mostradas a las damas de la burguesía como modelos de líneas
de moda.

Hasta
1935 se fabricaron este tipo de muñecas con cara de porcelana, existieron
cientos de fabricas, la mayoría alemanas, francesas e inglesas. En general, las
marcas están gravadas en la nuca de la muñeca, en donde se indica el nombre
del fabricante, la fecha de fabricación, y la medida que varia en tres
“talles” por cada modelo.

Las
muñecas francesas son en general, anteriores a las alemanas y tienen algunas
características propias como la forma del corte de la cabeza, la boca cerrada y
la forma del cuerpo.

La
muñeca es considerada en casi todo el mundo, un objeto de colección, y la
marca, el modelo y el estado de conservación, fijan el valor promedio de venta.

Estos valores están reflejados en catálogos. La diferencia que existe entre
una misma muñeca que por ejemplo, tiene el mismo tamaño, la misma marca, y
modelo, es muy amplia a favor de una que tiene la boca abierta, por sobre la que
la tiene cerrada.

Otro
factor de importante valor para los
coleccionistas, es la rareza del modelo. Las
marcas mas reconocidas son Simon & Halbig, Reinhardt, Armand Marselle y
otras. Por el lado de las francesas, las mas conocidas son las Poru, Steiner,
Jumean, etc.

Como
objeto coleccionable, la muñeca se ha convertido en objeto de diversión para
niños, en objeto de colección de grandes en todo el mundo, principalmente en
EE.UU. y Europa.

El
precio de venta, es para muchas personas la suma de muchos factores. Según un
coleccionista de muñecas con negocio en San Telmo, el despegarse de una muñeca,
para su dueño, es como desprenderse de una parte de si mismo: “una vez vino
una señora a ver si podía vender su muñeca, cuando convenimos la forma de
venta… me dijo: “está bien, pero voy a la esquina a tomar un café y
enseguida se la entrego”.