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Cómo conducir con mal tiempo

¿Qué medidas debes tomar cuando estás detrás del volante y los elementos de la naturaleza se la toman contigo?


Quien haya manejado alguna vez sabe que es verdaderamente difícil tener un “buen
viaje” en auto cuando llueve a cántaros y el viento sopla en forma endemoniada.

Sin embargo, a veces no es posible quedarnos viendo tele en
casa, y debemos
salir a pesar de la inclemencia de los elementos.

Cuando no tengas la
posibilidad de quedarte en casa, o cuando la ferocidad de la naturaleza te
sorprenda en la ruta, sigue los siguientes consejos de seguridad:

Consejos generales:


·

Asegúrate de que las luces estén encendidas.


·

Incrementa la distancia de frenado. Si vas a baja velocidad a causa del mal
tiempo, ¿qué sentido tiene ir a tres metros del auto de adelante?


·

Baja la velocidad. Los frenos tardan más en detener al auto sobre pistas
mojadas. Mientras más lento conduzcas, más fácil te será detenerte.


·

Asegúrate de que tu auto se encuentre preparado para las condiciones (revisa la
batería, el anticongelante, las escobillas y el fluido del parabrisas, las
luces, y los neumáticos).


·

Sé precavido cerca de las intersecciones. Nunca asumas que porque tienes la luz
verde o el derecho de prioridad en el cruce vas a poder pasar sin problemas.
Siempre pisa el freno y mira a ambos lados antes de lanzarte a cruzar.


·

Mantente en tu carril tanto como sea posible. Evita los cambios de carril
innecesarios (no vayas zigzagueando de un lado a otro, esquivando coches ni
personas).


·

Mantén ambas manos sobre el volante y los dos ojos sobre la ruta todo el
tiempo. 


Condiciones especiales


·

Sol abrasador


Uno de los puntos vitales de la conducción de un automóvil es la visibilidad.
Tanto el brillo del solo como la bruma de la niebla pueden limitar nuestra
visibilidad.

Para combatir esa bola de fuego ardiente que pende del cielo, lleva
siempre gafas de sol en alguna parte del auto. Asimismo, despliega el visor para
reducir el resplandor tan molesto.


·

Bruma


La niebla puede ser un poco más difícil de manejar que la luz del sol. La niebla
puede reducir la visibilidad enormemente.

Asimismo, la niebla puede engañarte y
hacerte creer que vas más lento de lo que en realidad estás yendo, así que
procura mantener una velocidad baja.

Cuando no puedes ver hacia delante, se hace
difícil distinguir las luces de los frenos o las señales de tránsito hasta
tenerlas casi encima.

Y el hecho de que no puedas ver no quiere decir que con
las luces altas vayas a mejorar la visibilidad.

De hecho, las luces altas
reducen la visibilidad en la niebla. Si tu auto tiene faroles antiniebla, pues
úsalos.


·

Manejar en un túnel de viento


Aunque es un día de sol espectacular, esto no quiere decir que las condiciones
de manejo vayan a ser excelentes.

El viento puede hacer que hasta el más pesado
de los autos se bambolee o vire en forma abrupta. Sé doblemente precavido si
conduces un auto alto, como un SUV, una minivan, o un camión, pues estos autos
son más susceptibles a los vientos fuertes.

Al mismo tiempo, aprende que los
espacios abiertos y los puentes suelen ser espacios extra-ventosos. Si tu auto
comienza a bambolearse, sujeta el volante firmemente con ambas
manos y mantén el
curso.

Siguiente: Cómo
conducir con hielo y nieve