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Cómo estimular el punto G masculino

Técnicas para estimular el punto G masculino y experimentar los mejores orgasmos de tu vida

Cómo estimular el punto G masculino

El primer paso a la hora de estimular el punto G masculino es lograr sentirte cómodo. Darte una ducha previamente puede ayudarte a relajar el proceso, por lo que será bueno que comiences con un buen baño caliente.

Si quieres ir un poco más lejos, la práctica de enemas no es algo alocado, y podrías optar por incorporarlos a tu rutina.

Una vez que estés listo para la estimulación, hay una cantidad de métodos diferentes a los que puedes recurrir, aunque lo mejor será mantener la simpleza si eres un novato: un dedo será suficiente para los principiantes.

En cualquier caso, será necesario que tengas la mano lubricada en forma abundante. Busca uno de esos lubricantes diseñados especialmente para los jugueteos anales.

Se requerirá de un poco de experimentación para descubrir qué te gusta más en términos de estimulación.

Vuelve a colocarte en una de las posiciones que mencionamos antes (recostado de espaldas con tus piernas levantadas) y repite los pasos que utilizaste para localizar la próstata.

Ahora que ha llegado el momento de la estimulación, ten en mente que las técnicas son numerosas. Algunos hombres disfrutan de embestidas suaves, y otros prefieren realizar una presión intensa y constante sobre la próstata.

Tal vez quieras combinar ambas técnicas o buscar algo completamente distinto. La clave pasa por darle a tu cuerpo la posibilidad de reaccionar y responder; tómate tu tiempo, el orgasmo resultante bien lo valdrá.

Es importante señalar que estos métodos pueden no resultar del todo agradables durante la primera exploración, y es algo absolutamente normal. Siempre puedes volver a intentar en el futuro.

Técnicas de estimulación del punto G masculino

· El dedo juguetón

Ya hemos hablado de esta técnica, pero nadie ha dicho que eres tú el único que puede realizarla. Lo creas o no, muchas mujeres disfrutan al llevar a cabo esta clase de estimulación, particularmente al ver el poderío de los orgasmos resultantes.

Si quieres intentar algo altamente erótico, dile a tu pareja que te practique sexo oral mientras te estimula la próstata.

Nuestra sugerencia: coloca los brazos contra el respaldo de un sofá e inclina el cuerpo hasta alcanzar un ángulo de 90º.

Separa tus piernas y deja que tu mujer se arrodille frente a ti. De esta manera ella podrá practicarte el sexo oral a la vez que estimula tu próstata.

· Beso negro

Hubo una época en que la mayoría de las mujeres no tenían idea de lo que era un beso negro. Por suerte, esos días han quedado atrás, y hoy casi todas están familiarizadas con esta técnica.

Si quieres agregar una dosis adicional de éxtasis a tu próxima sesión amatoria, simplemente sugiere la práctica de la técnica del beso negro.

Es muy sencillo, a decir verdad: cuando ambos estén recién salidos de la ducha, utilicen sus lenguas para lamerse los anos. La sensación es verdaderamente increíble, y es un hecho que van a disfrutarlo.

Nuestra sugerencia: magnifiquen el poder de tus orgasmos estimulándose manualmente el uno al otro durante el beso negro.

Juguetear con su clítoris debería llevarla a un clímax inconmensurable. Lo mismo te ocurrirá cuando ella te masturbe con su mano mientras te practica el beso negro.

· Estimulador anal

Si te gusta combinar el sexo y la estimulación prostática, los estimuladores anales son una de las opciones más sencillas y convenientes del mercado.

Éstos pueden usarse durante el sexo oral o durante el coito. Los estimuladores anales vienen en gran variedad de formas y tamaños, de modo que no necesitas preocuparte por el dolor o la incomodidad; simplemente elige el tamaño y la forma que satisfaga tus necesidades.

Nuestra sugerencia: si quieres experimentar algo realmente increíble, pon a trabajar tu músculo pubococcígeno mientras estés penetrando a tu mujer. Esto estimulará tu punto G en una forma que nunca habías imaginado.

Punto G, no sólo de las mujeres…

Gozar del punto G no es un privilegio de exclusividad de las mujeres. Tú también puedes hacerlo. Si bien no es de esperar que todos se sientan cómodos de inmediato con este tipo de exploración, es preciso dejar en claro que se trata de una práctica aceptable; de ninguna manera extraña o perversa.

El punto G masculino es una glándula capaz de propiciarte orgasmos que te harán perder la noción del mundo, del tiempo, y todos tenemos derecho a experimentar esa clase de placer.

Si no estás listo para este tipo de juego, es absolutamente comprensible y, desde luego, no es preciso que hagas nada que no deseas hacer.

No obstante, si tienes la cabeza abierta en cuanto a las posibilidades de la estimulación del punto G masculino, definitivamente vale la pena intentarlo. Comienza a trabajar en busca del mayor orgasmo de tu vida.

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