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Si quieres volverte rico, los mitos sobre el dinero son tu enemigo

Hay pocas cosas en el mundo que estén rodeadas por tantos mitos como el dinero. Y los mitos no son realidades. Por lo tanto, cuanto más creamos en los mitos sobre el dinero, más lejos estaremos de alcanzar nuestros objetivos financieros.

La falta de dinero hace que nuestra vida en sociedad
se vuelva prácticamente imposible. No hay otra carencia que sea tan socialmente
difícil de llevar ni que sea tan complicada de desmitificar. Quien no tiene
dinero se llena de ideas respecto a las personas que lo tienen y también sobre
cómo deberían comportarse en el caso de alguna vez conseguirlo.

Estos mitos aparecen en nuestra mente desde que somos
pequeños y determinan en muchos casos como será nuestra relación con el dinero
cuando seamos grandes.

El problema que se plantea es que muchas veces se nos
hace imposible o, al menos, algo muy difícil salir de las paredes que
construyen estos mitos cuando ya somos grandes. Y esto ocasiona que en
numerosas ocasiones el ser incapaz de cambiar nuestra relación y mejorar la
forma en que conseguimos y gastamos nuestro dinero.

Estos mitos se relacionan con el hecho de tener
dinero, de carecer de él, de como actúan los ricos y que deben hacer los
pobres. Y, por supuesto, se los llama mitos porque, más allá de que puedan
tener alguna base cierta, no son verdad, sino simplemente formas de pensar,
muchas veces generadas por nuestros padres o abuelos, los cuales, obviamente,
vivían en una época muy distinta a la nuestra. O sea que, alguna vez, estos
mitos pueden haber sido verdad, pero en nuestros días ya no lo son. Hay que
dejarlos de lado y manejarnos de otra forma que sea más beneficiosa para
nosotros. 

Mejorando económicamente 

Muchos de estos mitos nos producen el efecto de
anclarnos en la posición en que estamos, ya que hasta esta nos han llevado y
todo lo que pensamos y conocemos determinan donde estamos. Suelen ser mitos
conservadores y que generan que tengamos costumbres que alguna vez fueron
útiles, pero que en los días que corren han quedado totalmente obsoletas y
deberían ser dejadas de lado inmediatamente.

Para mejorar financieramente no hay otra posibilidad
que vivir de la forma más “costosa” posible. 

Los Mitos 

Mito 1: Trabajar duro es el camino al dinero 

Este es el primer mito que vamos a ver. La mayor parte
de la gente supone que tener un trabajo en una compañía importante, luego de
matarnos trabajando durante años y años es el camino correcto a tener muchísimo
dinero en nuestra cuenta bancaria.
Pero hoy en día, la libertad financiera no está asegurada de esta forma, ya
que, lamentablemente, podemos quedarnos sin trabajo en cualquier momento. Las
empresas echan a sus empleados todo el tiempo.          
           

Es algo que pasa y, si bien no hay que ponerse paranoicos con respecto a esta
posibilidad, tampoco podemos estar cien por ciento de que nunca estaremos en
problemas en este aspecto. No hay nada que esté garantizado para durar
eternamente, así que deberíamos tener esto en cuenta y saber que por muy duro
que trabajemos, hay grandes posibilidades de que los únicos que se vuelvan más
y más ricos son los dueños de la empresa.

Muchas personas no duran en sus trabajos más que unos
pocos meses (o aún menos). Si lo piensan de esta forma, se darán cuenta de que,
en realidad, lo único que hace el tener un trabajo estable con un sueldo estable es permitirnos
vivir con menos preocupaciones, sabiendo
cómo haremos para pagar los impuestos y con qué compraremos la comida el mes
siguiente.
Saber utilizar el dinero que nos sobra de nuestro sueldo es el camino que nos
puede llevar a tener mucho más dinero extra.

Recuerde siempre: la única persona que se preocupa por
nuestro bienestar económico es, querámoslo o no, uno mismo. 

Mito 2: El
ahorro es la base de la fortuna
           

Es muy probable que desde muy chicos se nos haya
enseñado que ahorrar es algo que debemos hacer. En los tiempos de nuestros
padres, el ahorro era el camino a la tranquilidad tanto económica como de
espíritu, de cierta forma.

No queremos decir que saber ahorrar no sea algo bueno.
Todo lo contrario. Saber ahorrar es una forma de aprender a controlarnos, a
tener fuerza de voluntad suficiente como para no caer en todas las tentaciones
que se nos presentan. Esto es muy bueno, en mucho órdenes de la vida. Pero no
es suficiente para volverse ricos. El ahorro solo no es una forma de tener
mucho dinero alguna vez en la vida.

Bueno, en realidad, si podríamos volvernos ricos
gracias a nuestros ahorros… si no tenemos problemas en esperar durante
muchos, muchos años. Ese es el gran problema con los ahorros. No generan nuevos
ingresos, sino que se limitan a almacenar lo que ya tenemos.
La forma de lograr que nuestros ingresos no se estanquen, sino que crezcan, es
invirtiendo nuestro dinero. 

Mito 3: Las deudas son el enemigo 

Este es el otro mito más común con el que nos solemos
encontrar. Se trata de quien nos dice que tener deudas es algo que hay que
evitar a cualquier costo. Las deudas son un demonio que hay que evitar a
cualquier costo. O, al menos, eso es lo que nos han enseñado desde pequeños.    

Pedir dinero prestado no es algo malo que debemos
evitar a cualquier costo. Esta mirada es definitivamente el tipo de instrucción
que recibimos de nuestros padres y que se interpone en nuestro camino hacia el
éxito.

Tampoco queremos decir que tener cientos de deudas es
algo a lo que debemos aspirar. Pero el saber gastar (invertir, mejor dicho) el dinero de los préstamos que conseguimos
es una forma de poder generar dinero. La diferencia entre un desastre
financiero y un triunfo radica en nuestra inteligencia para hacer las cosas
bien. Por esto es que el tener unas pocas deudas no es algo a lo que debamos
tener miedo. Por supuesto, nos referimos a deudas contraídas por préstamos, no
a deudas de juego o por el estilo. Estas son definitivamente malas.

En definitiva, una deuda contraída para comprarnos un
auto es una mala deuda. Una contraída para fundar una pequeña empresa es buena.
Todas aquellas que a la larga puedan generarnos un beneficio son deudas a las
que no tendríamos que tenerle miedo. 

Mito 4: Se necesita dinero para generar dinero           

Sí, es cierto, se necesita dinero para generar dinero.
Hasta ahí estamos de acuerdo. Lo que no es cierto es que este dinero tenga que
ser el nuestro.

Nadie dispone de recursos ilimitados a la hora de
empezar a generar dinero, no al menos en un principio. Si somos Bill Gates,
probablemente si tengamos recursos ilimitados. Pero si somos una persona con un
ingreso común, no los tendremos. Entonces tenemos que poner en juego las
posibilidades que tengamos de conseguir nuevos recursos para poner en
funcionamiento nuestro negocio. Necesitaremos dinero, gente, maquinarias. Para
todo esto, podemos conseguir el apoyo de alguien con más experiencia que
nosotros. Alguien tiene todo lo que necesitamos. Y esta en nosotros poder
usarlo en nuestro (y el suyo también) beneficio.
           

Mito 5: Invertir es riesgoso 

Bueno, sí, invertir, cuando no sabemos muy bien lo que
estamos haciendo y cuando no tenemos la experiencia necesaria puede ser algo
riesgoso. También lo es cruzar la calle, manejar un auto o viajar en avión. Y
no por eso dejamos de hacerlo.

Como en muchas otras actividades, el riesgo
propiamente dicho no está en la inversión, sino en no saber lo que estamos
haciendo. Si sabemos controlar las inversiones y lo que estamos haciendo,
entonces el riesgo es mínimo.

Hacer un poco de investigación es la única forma de
reducir los riesgos. Apostar simplemente a lo que nos dicen que es bueno o que
nos va a dar ganancias es la mejor forma de aumentar el riesgo de lo que
estamos haciendo. Volar a ciegas es una invitación al desastre.

Aquellos que dicen que invertir es riesgoso son
aquellos que han perdido cuando invirtieron. Y son también los que nunca
volvieron a invertir luego de perder. Y esto les genera un error de impresión.
Por eso este rumor está tan repartido.

Las únicas formas de no correr riesgos es no hacer
absolutamente nada o, por el contrario, aprender mucho sobre lo que vamos a
intentar. Adivinen cual es la mejor opción. 

Mito 6: La fortuna se ve en lo que poseemos 

Este es probablemente el más paradójico de los mitos.
Por un lado, el tener posesiones costosas no siempre demuestra un alto nivel
adquisitivo. Y, por otro lado, muchas veces el tener mucho dinero permite poder
tener una apariencia un tanto pobre. Sólo mucho dinero permite estar más allá
de lo que éste permite.

La riqueza no es exactamente una necesidad de
posesiones materiales, sino un estado de la mente. Es la habilidad de volver a
ser rico si alguna vez perdemos todo, es la intención, irrevocable y por ello
autocumplida, de tener muchísimo dinero.  

Finalmente, si hemos visto la lista anterior,
seguramente nos habremos dado cuenta de que tenemos alguno de los mitos
anteriores firmemente encastrados en nuestras mentes. Y poder superarlos, ahora
que los conocemos, es el camino hacia el éxito.

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