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Cómo enseñar a su perro a sentarse

Una de las órdenes más populares a las que responden los perros, es la de “sentarse”, puesto que es muy sencilla de enseñar. En esta nota, las claves para que su propio perrito comprenda y responda al clásico “sit”.

La edad ideal para
comenzar a entrenar a un perro, para que responda a la orden de sentarse, es a
partir de los dos meses, pero incluso los perros más adultos de esta edad pueden
aprender esta simple orden.

 Como con cualquier otra
instrucción, es importante que se utilice la metodología correcta de
entrenamiento. La mayoría de los perritos no responderán bien a los
entrenamientos que incluyan golpes o castigos físicos. De hecho, las
correcciones físicas y verbales muy duras, pueden causar que el perro tenga un
carácter tímido y temeroso, así como también arruinar el lazo que usted mantiene
con su mascota. La mejor motivación para que un perrito aprenda, entonces, son
los incentivos positivos.

 Un incentivo positivo
significa, simplemente, alabar y recompensar la conducta deseada. La mayoría de
los perritos cachorros están ansiosos de complacer a sus  nuevos dueños y están
dispuestos a hacer lo que sea para conseguir una sonrisa y un “buen perro” como
recompensa por parte de sus dueños. Las recompensas comestibles como las
“piedritas” de carne disecada, el hígado cocinado, o los huesos, también
lograrán a menudo que un perrito responda, se siente y note que algo bueno pasa
a su alrededor.



 
Comenzando el entrenamiento

El mejor momento para
entrenar a un perro con cualquier, tipo de orden es antes de su horario regular
de alimentación, cuando su hambre e interés en la comida lo mantendrá
concentrado en recibir la recompensa de los convites. Cuándo empiece con su
instrucción, déle recompensas comestibles inmediatamente después de cualquier
respuesta correcta.
 

Cuando su perrito mejore
en responder y en hacer lo que usted le ordene, alterne los elogios verbales en
lugar de los convites. Esto le asegurará que su perrito le obedecerá aún cuando
usted no tenga algún alimento en la mano.


 
A menudo, lo ideal es
mantener los convites en una bolsa de nylon transparente que sea fácil de
observar para el perro. Sin embargo, debe ser muy exigente para darle algunos de
estos alimentos. Coloque esta bolsa bien a su lado para que tampoco sea una
tentación constante para su “estudiante”, ya que puede ser irresistibles para
los perros más grandes en tamaño, cuando ellos suben su cabeza, y se ponen al
lado de la bolsa.

Además de las recompensas
comestibles, no le vendrá mal tener a mano una correa firmemente atada al cuello
de su perro. Esto lo prevendrá de que el mismo se escape del centro de la sesión
de entrenamiento. También podría dejar más floja la correa cuando su perro se
siente y responda las órdenes, lo que será otra forma de recompensarlo.

 También es recomendable
que lleve sus sesiones de entrenamiento en un área calma, silenciosa, y cerrada.
Los patios traseros son lo mejor, pues allí no existen distracciones como otros
animales, gente, o vehículos.

 Cuándo empiece la
instrucción de su perro para que aprenda la orden de sentarse, será necesario
comenzar con él mismo parado de su lado izquierdo, de forma paralela a su
pierna.

 Para comenzar la orden,
diga simplemente el nombre de su perrito seguida de la orden “Sit” (“sentarse”
es una palabra muy larga, es preferible decirlo en inglés, ya que la recordarán
mejor) de una forma firme pero con voz amistosa, y mantenga la correa entre sus
dedos índice y pulgar de la mano derecha.

 Después de haberle dado
la orden de sentarse, presione la parte posterior del perro con su mano
izquierda, y tire de la correa hacia arriba, hasta que el perro levante el
hocico y se siente, con una buena y erguida postura. Si responde sin problemas,
recompénselo con elogios efusivos y un convite comestible.  

Si el perrito no entiende
que debe sentarse, repite la orden verbal, y vuelva a hacer lo señalado
anteriormente, pero tirando más fuerte de la correa y presionando con más fuerza
su trasero. Esta maniobra forzará su perro a sentarse, ya que sino perderá el
equilibrio. Otra vez, será importante elogiarlo y recompensarlo, aunque haya
necesitado de la fuerza para dar una respuesta apropiada, ya que lo importante
será que asocie la nueva postura con los premios.

 Los períodos límite de
cada sesión de entrenamiento, deberían ser de diez a quince minutos. Después de
cada sesión, saque la correa al perro y juegue con él. Esto le demostrará al
perro que la clase ha terminado, y lo habituará a una rutina de concentración
durante el lapso de la misma, ya que sabrá que se le está tratando de enseñar
algo.

 Al igual que como con
cualquier otra orden que se le desee enseñar, siempre se deberá finalizar con
una “nota buena”, es decir recompensando al animal, aunque su desempeño no haya
sido optimo.