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La verdad sobre los suplementos dietéticos

Existe un manto de sombra sobre este tipo de compuestos. ¿Son realmente útiles? Y en su defecto… podría ser incluso perjudiciales para la salud? En este completo informe, le advertimos los pros y los contras de esta forma de medicación

¿Qué es un suplemento
dietético?


Tradicionalmente, los
suplementos dietéticos se refirieron a productos hechos
con una o varias esencias nutritivas, tales como vitaminas, minerales, y
proteínas. Sin embargo, actualmente, esta definición se ha agrandado e incluye,
con algunas excepciones, a cualquier producto destinado a ser un suplemento de
una dieta humana.

Esto incluye vitaminas; minerales; hierbas, frutos, y otras
substancias derivadas de las plantas, pero también aminoácidos (que forman las
proteínas) concentrados, metabólicos, y los componentes y extractos de estas
substancias.


Los suplementos dietéticos vienen en muchas formas, incluyendo tabletas,
cápsulas, polvos, geles, y líquidos. Aunque se los asocia comúnmente con las
tiendas de alimentos de salud, los suplementos dietéticos se venden también en
supermercados, farmacias, y cadena de descuento, así como también por catálogos
de orden de correo, programas de televisión, Internet, y por venta directa.


Los suplementos dietéticos no son medicamentos. Un medicamento, que a veces se
puede derivar de plantas usadas en la medicina tradicional, es un artículo, que,
entre otras cosas, está pensado para diagnosticar, curar, mitigar, tratar, o
prevenir las enfermedades.


Antes de su venta, las drogas deben atravesar estudios clínicos por parte de los
organismos verificadores de medicamentos de cada país para determinar su
eficacia, seguridad, posibles contraindicaciones con otras substancias, y dosis
apropiadas. Y de hecho, muchos de estos organismos no autorizan ni aprueban los
suplementos dietéticos.


Por ello mismo, un producto vendido como suplemento dietético, que se recomienda
como un tratamiento o curación nueva para una determinada enfermedad o condición
específica, está infringiendo la ley de muchos países.


Otra cuestión importante, es que los suplementos dietéticos no son reemplazos de
dietas convencionales, según afirman los nutricionistas. Los suplementos no
proporcionan todos los beneficios nutritivos conocidos y quizás desconocidos de
los alimentos convencionales.

Las publicidades e
inscripciones


Las publicidades que anuncian beneficios muy saludables por parte de estos
suplementos dietéticos, siempre han sido muy polémicas. Los fabricantes a menudo
aseguran esto con el fin de vender sus productos. Pero los consumidores a menudo
se preguntan si ellos pueden confiar en esto.


Los productos contienen leyendas que describen el
nivel de nutrientes en una
comida o suplemento dietético. Por ejemplo, un suplemento que contiene por lo
menos 200 miligramos de calcio por podría llevar el cartel "alto contenido de
calcio". Un suplemento con por lo menos 12 mg. de vitamina C podría expresar en
su etiqueta, "excelente fuente de vitamina C".


En realidad, este tipo de leyendas no suele estar permitido en los medicamentos
y alimentos verificados por los organismos médicos, si no que sólo se debe
proporcionar la cantidad de nutrientes, sin ningún otro tipo de información u
opinión.


Pero como muchos suplementos dietéticos no se catalogan como medicamentos,
pueden poseer cualquier tipo de inscripción. De esta forma, ciertos suplementos
dietéticos tienen derecho a hacer referencia a la enfermedad en sus
inscripciones o “prospectos”, afirmando, por ejemplo, que:


• El suplemento contiene vitamina C, que ayuda a prevenir los resfríos… ( pero:
¿el suplemento contiene las suficientes cantidades de calcio?).


• El calcio reduce el riesgo de osteoporosis… ( ¿pero el suplemento contiene las
suficientes cantidades de calcio?).


• La cáscara de semilla de psyllium (como parte de una dieta baja en colesterol
y grasas saturadas) reduce las enfermedades coronarias… (¿pero el suplemento
contiene cantidades suficientes de cáscara de semilla de psyllium?).


Las leyendas con datos nutricionales pueden describir sólo una relación entre un
alimento nutritivo y la enfermedad o deficiencia que se puede causar si este
alimento nutritivo falta en la dieta de una persona.

Por ejemplo, la etiqueta
de un suplemento de vitamina C podría expresar que esa vitamina C previene los
resfríos. Eso es cierto, pero cuándo se usan estos tipos de inscripciones, la
etiqueta debe mencionar también qué probabilidades tienen los nutrientes del
producto de prevenir las enfermedades.


Estas inscripciones pueden referirse también sólo al efecto que el suplemento
provoca en la estructura del cuerpo o función, incluyendo las
contraindicaciones. Estos son algunos ejemplos de estas inscripciones:


• El calcio fortifica los huesos.


• Los antioxidantes mantienen la integridad de las células.


• La fibra ayuda en su trabajo a los intestinos.


Los fabricantes pueden usar inscripciones sin autorización de los organismos
verificadores. Ellos se basan en que sus inscripciones son una revisión e
interpretación libre de la literatura científica, y se amparan en la libertad de
información.


Este tipo de inscripciones es fácil de reconocer porque, en la etiqueta, ellos
deben adjuntar la frase "Esta declaración no ha sido evaluada por los organismo
médicos controladores. Este producto no tiene la intención de diagnosticar,
tratar, curar, ni prevenir ninguna enfermedad".


Como a menudo existe una línea muy delgada entre las inscripciones “científicas”
y las de “libre interpretación”, muchos organismos reguladores establecieron
propuestas para regular este tipo de etiquetas. Estas fueron algunas de las
propuestas a considerar:


• Denominar claramente una específica enfermedad o clase de enfermedades


• Usar una terminología científica o legal para describir el efecto del producto
en uno o más tipos de síntomas reconocidos por profesionales de asistencia
sanitaria y consumidores


• El nombre del producto


• Declaraciones acerca de la fórmula del producto


• Citaciones o referencias científicas sobre la enfermedad


• Usar las palabras "enfermedad" o "enfermo", para no dar lugar a ambigüedades


• Clarificar la información con símbolos y retratos


• Declaraciones que el producto puede sustituir a una terapia aprobada (por
ejemplo, un medicamento).


Si los consumidores encuentran suplementos dietéticos cuyas inscripciones o
publicidades anuncian que el producto puede ayudar a diagnostica, tratar, curar,
o prevenir una enfermedad (por ejemplo, "cura el cáncer " o "trata la artritis
"), deben ellos deben darse cuenta de que el producto se vende ilegalmente como
medicamento, y que como tal no ha sido evaluado de forma segura o eficaz.

Productos fraudulentos


Los consumidores necesitan estar muy atentos con respecto a los productos
fraudulentos. Estos son productos que no hacen lo que dicen hacer, o no
contienen lo que dicen contener. En el mejor de los casos, malgastan el dinero
de consumidores, y en el peor, pueden causar daños físicos.


Los productos fraudulentos a menudo pueden ser identificados por los tipos de
inscripciones en sus envases, la publicidad, y los folletos promocionales.
Algunos indicadores posibles de fraude, pueden ser:


• Anuncios de que el producto contiene una curación secreta, y el uso de ciertos
términos como "ruptura", "mágico", "curación milagrosa", o "nuevo
descubrimiento". Si el producto fuera una curación para una enfermedad grave, se
informaría extensamente en los medios y se usaría extensamente por todos los
profesionales de asistencia sanitaria…


• La jerga "pseudomédica", al describir los efectos del producto, tales como
"desintoxica", "purifica" y "vigoriza". Estos anuncios son vagos y difíciles de
medir, pero son muy tentadores para ciertas personas, aunque nada de todo esto
se haya verificado realmente.


• Los anuncios de que el producto puede curar una gran variedad de enfermedades
no relacionadas: ningún producto puede hacer esto.


• Los anuncios de que un producto está apoyado por estudios científicos, pero
sin la lista de referencias, o con referencias inadecuadas. Por ejemplo, si se
proporciona una lista de referencias, y las citas no se pueden encontrar en
la bibliografía o los “doctores” que aparecen no se pueden rastrear.


• Los anuncios de que el suplemento tiene sólo beneficios y ninguna
contraindicación. Un producto "que ayuda a ser más musculoso" debe causar
efectos secundarios.


• Si poseen acusaciones hacia la profesión médica, los laboratorios, las
compañías farmacéuticas o el gobierno, a quienes endilgan suprimir información
acerca de cierto tratamiento.

Sería ilógico que todos estos organismos se
comploten para retener información acerca de terapias médicas cuando pueden ser
un beneficio para la salud de ellos mismos, sus familias, y amigos, y por
supuesto para su progreso económico.


Aunque a menudo es más difícil de hacer, los consumidores también pueden
protegerse del fraude económico en los suplementos dietéticos, una práctica
bastante usual en la que los fabricantes inescrupulosos sustituyen una parte o
todo un producto con un ingrediente más barato, y luego venden este producto
falso como real, aunque a un costo más bajo.


Por ello mismo, los especialistas advierten a los consumidores evitar comprar
productos vendidos a precios considerablemente más bajos que los del mercado.
Si es demasiado barato, el producto probablemente no es lo que pretende ser.

Calidad de los productos


Las prácticas irregulares en la fabricación de los producto para la salud, no
son exclusivas de los suplementos dietéticos, pero el creciente mercado de los
suplementos, dentro de un ámbito no regulado y menos restrictivo, fomenta que
estos suplementos sean “medicinas” con muchos problemas de control de calidad.


Se han identificado varios problemas con respecto a las hierbas, las plantas, y
otros de sus ingredientes ya que no se los ha probado adecuadamente para
determinar si estos ingredientes estaban libres de contaminantes.


Para poder protegerse de estos productos, los consumidores deben:


• Buscar productos con certificación de organismos públicos de regulación, lo
que indica que el fabricante ha seguido los estándares establecidos.


• Entender que el término "natural" en una etiqueta, no garantiza que un
producto sea seguro. Piense en los hongos tóxicos: ellos son muy naturales.


• Considerar especialmente el nombre del fabricante o del distribuidor. Un
suplemento hecho por un fabricante reconocido de alimentos y medicinas, por
ejemplo, probablemente tendrá muchos controles públicos, ya que estas compañías
tienen estándares de fabricación muy regulados. De cualquier forma, siempre se
debe estar atento…


• Escribir al fabricante del suplemento para solicitar más información.
Preguntar a la compañía bajo qué condiciones estos productos fueron realizados.

Lectura e información


Los consumidores que usan estos suplementos dietéticos siempre deben leer las
etiquetas del producto, seguir sus indicaciones, y hacer caso de todas sus
advertencias.


Los consumidores de suplementos que sufran efectos o enfermedades perjudiciales,
y que piensen que se puede relacionar con el uso de los suplementos, deben
llamar de forma urgente a un médico para su asistencia sanitaria.


Mientras que muchas cuestiones permanecen desconocidas con respecto a muchos
suplementos dietéticos, como por ejemplo sus beneficios para la salud y sus
riesgos potenciales, existe una cosa con la que los consumidores pueden contar:
la disponibilidad de una gran variedad de tales productos, muchos de los cuales
sí son buenos.


Por eso, los consumidores que deciden aprovecharse de este expansivo mercado,
deben tomarlo con mucho cuidado, cerciorándose de tener la información
necesaria, y consultando todas sus dudas con sus médicos y otros profesionales
de la salud, tanto como lo necesiten hacer.


Fuente:

FDA (USA)

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