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Por qué los comics gozan de aceptación universal

Arte para algunos, negocio para otros, las historietas o comics atrapan a la gente, representando y simbolizando sus ideas y fantasías. Humorísticas por lo general, políticas muchas veces, son parte de la cultura, y la historia, de todos.


Las
historietas o comics son tiras cómicas de dibujos que cuentan una historia. Existe
una enorme variedad de cómics y cada país tiene sus propias historietas. Pero
sólo trascienden a nivel mundial los que tratan temas de interés universal.

La
industria tuvo un enorme incremento, lo que llevó a que dejara de ser un
producto para convertirse en un género.

Actualmente hay una variedad casi
infinita de comics que van desde tiras cómicas (como las que aparecen en los
diarios y revistas) hasta novelas gráficas, con un despliegue literario y pictórico
que es reconocido por muchos como arte.

Los libros de comics son, tan antiguos como las películas. Si bien
tienen sus primeras apariciones a principios del siglo XX, buscando nuevas
formas de comunicación gráfico y visual.

Pero ya aparecen en las pinturas
prehistóricas de las cuevas y los jeroglíficos egipcios, con narrativas
visuales de imágenes.

Con el tiempo, fueron agregando símbolos como letras
para dar más información y acelerar la narración. Los adelantos de la prensa
y la tecnología de la impresión impulsaron el desarrollo del medio.

¿Cómo empezó el comic?

El
primer libro reconocido de comics fue The Yellow Kid (El Niño Amarillo), creado
por Richard Outcalt, en 1896. Era un niño que no hablaba, sus ideas aparecían
escritas en su camiseta.

El éxito fue tan grande que todos los periódicos
empezaron a publicar tiras cómicas en todas sus ediciones, hasta que en poco
tiempo fue necesaria una publicación especializada en historietas. El autor sintetizó lo que había hecho hasta ese entonces e introdujo un
nuevo elemento: el globo, dónde escribió lo que los personajes decían.

Aquí
comenzó un nuevo tipo de arte y un espacio para que se explaye la aventura, si
bien en los primeros tiempos tenía un carácter sobre todo humorístico.
Los
temas que trataban hablaban sobre los niños y los juegos con animales domésticos,
y la relación con la familia.

La
caída de la Bolsa de Nueva York, marcó un cambio en la historia de los comics
y en los años 30 experimentaron un enorme crecimiento, prufundizando el espíritu
aventurero.

Aparecen Flash Gordon
de Alex Raymond y una adaptación del Tarzán de E. R. Burroughs por Hal Faster.
Estas historietas formaron parte de La Edad Dorada de la historieta. Ciencia
ficción, historias descubiertas y aventuras en la selva.

También
se creó el primer personaje disfrazado, el Fantasma, escrito por Lee Falk . El
autor logró tener una vigencia con
el mismo personaje por más de 50 años.

En
esta época habían grandes libros de historietas en otros lugares como Francia
y Bélgica, pero eran poco conocidos fuera de sus países de nacimiento.

El
resultado de este proceso fue el nacimiento de una historieta típicamente
americana: nació el superhéroe, con el Superman de Siegel y Shuster.

Superman
es un hito, la culminación de la Edad Dorada de la historieta, el modelo para
muchos personajes y todo un mito. Fantasía indiscutida, atrapante para la mayoría
en la lucha contra el villano.

Hasta este momento
todo se limitaba a chistes breves o pequeñas aventuras, hasta que en 1938 surgió
Superman. El impacto fue tan grande que inmediatamente surgieron
otros "super héroes" y anti-héroes.

Las
historietas evolucionaron, y se extendieron a la cultura de masas. Entre
1940-1945 se crearon unos cuatrocientos superhéroes basados en el modelo de
Superman, aunque luego se fueran depurando.

Se destacan fundamentalmente dos de
ellos: Batman, creado en 1939 por Bob Kane, un personaje más oscuro y el Capitán
Marvel, de C.C. Beck, un muchacho que adquiría poderes mágicos cada vez que
decía la palabra mágica Shazam, una sigla de nombres de dioses antiguos.

Es
en la Segunda Guerra Mundial cuando
los libros de comics adquirieron un nuevo carácter: se volvieron armas ideológicas
para incrementar la moral de los soldados y el pueblo.

En
los 40´, se creó el formato de la revista de libros de historietas que
conocemos hoy, con El Espíritu de Will Eisner, un trabajo antológico que duró
doce años hecho con sólo siete páginas semanales que aparecían en el
suplemento dominical de un periódico.

Se usaron los elementos de los comics en
una forma nueva y creativa, con un intenso uso de la sombra y la perspectiva.
Los temas adquirieron un carácter más maduros que las historias típicas de súper
héroe.

Se comienza a tratar la vida cotidiana de la gente y sus problemas. Posiblemente l;a mejor historieta de todos los tiempos.

En
los 50´ comenzaron los problemas para las tiras cómicas. Con Hoover al poder
en Estados Unidos y la fobia al comunismo apareció un libro:

La Seducción del
Inocente, del psiquiatra F. Wertham, dónde se acusaba a los libros de
historietas de causar corrupción y delincuencia juvenil e incitar a la
violencia (lo que ocurriría también con el rocknroll y a la televisión).

Entonces, se decidió la creación de un Código de las Historietas destinado a
limitar y controlar lo que podía aparecer en las páginas.

Se autocensuró la
industria y se prohibió la violencia, corrupción, etcétera. Casi todos los
superhéroes murieron hasta la década del 80.

En
los tiempos de censura, otra gran historia nació en esos días duros, una tira
aparentemente inocente que trata sobre un grupo de niños: Peanuts, por Charles
M., Schulz.

Charlie Brown, es el personaje principal, un muchacho de 6 años, nacido
para perder.
Él simboliza la inseguridad y la falta de iniciativa, el
eterno perdedor. Su perro, Snoopy, es un sabueso filósofo siempre en la cima de su casa roja.

Esta tira empieza con la era del intelectual
de historieta, se destaca más el valor del texto que las imágenes.

En tiempos
de limitaciones a la libertad de palabra, los creadores utilizaron las historias
aparentemente inofensivas para decir entre líneas lo que querían.

En
Europa, se creó por esos días, uno de los mejores cómics: Astérix. Con un
gran sentido del humor, mucha información histórica, y atractivos dibujos que
hacen de la historieta una obra ejemplar.

Por medio del relato de las historias
de los habitantes de un pueblo galo 50 años antes de Cristo, se mezcla la
aventura, con chistes sobre los países europeos, citas latinas y caricaturas
sobre personalidades francesas de los ‘60. Astérix
es el best seller francés más vendido de todos los tiempos.

Por
los años sesenta, se levanta la autocensura de la industria del comic y vuelve el superhéroe con las historietas de Marvel. Lo nuevo es que los
personajes tienen ahora algún tipo de debilidad o defecto. Pronto
se volvería el primero en el mercado del libro de historietas.

Pero el
personaje más popular y heroico que se creó en esos tiempos fue El Hombre Araña
(Spiderman), la identidad secreta del adolescente frágil y tímido Peter
Parker.

En
la década del sesenta las historietas adultas se volvieron más usuales,
abriendo el espacio para la creación de historias como Barbarella en Francia;
Mafalda en Argentina, Valentina en Italia; El gato Fritz en Estados Unidos y en
París los trabajos de Moebius.

En todo esos trabajos podría verse sexo,
violencia, la visión intelectual, las críticas a la sociedad, el uso de color
y la planificación de la página en formas e intensidades diferentes.

Los
libros de comics ya no son más sólo para los niños; crecieron y se
sofisticaron en las formas más inesperadas. Comenzaron sus exposiciones en
museos y convenciones y también sus estudios en forma académica. Hasta
lograron unir en el gusto por ellas al underground y la cultura oficial.

Para
aquellos interesados en participar de convenciones de temas relacionados con
cómics, videojuegos, televisión, animación y cine, les comentamos que del 8
al 17 de diciembre de este año, en el Centro Municipal de Exposiciones, en
Figueroa Alcorta y Pueyrredón, se realizará la 5ta. muestra de historietas mas
importante de Sudamérica.

Arte,
rebeldía juvenil, humor, violencia, la preferencia de más de un niño y luego
de los adultos en un género gráfico seductor y ameno.