5- Usted
hace alarde de todo lo que hace
Si cerró un trato por 10
millones o si hizo ahorrar $20.000 a la empresa usando productos reciclados, no
es necesario hacerlo notar. Ser jactancioso no le ayudará a ganarse el favor de
la gente. Piénselo: ¿a usted le cae simpático alguien que deambula con el
teléfono mientras camina por la oficina para que todo el mundo pueda oír lo que
está haciendo? A los demás tampoco.
Cómo
romperlo
Deje que los resultados hablen
por sí mismos. La gente se va a dar cuenta de que lo ha hecho sin la ayuda de la
autopromoción y lo van a admirar más por eso.
6- Usted
interrumpe a los demás
¿Cree que lo que tiene que
decir es tan importante que puede pasar por encima de los otros? Quizás piense
que puede ser mejor ofreciendo una mejor solución antes de que otra persona haya
terminado su pensamiento, pero haciéndolo no hace más que ser rudo y ofensivo.
Cómo
romperlo
Escuche a los demás mientras
hablan y ofrezca su opinión luego de que hayan terminado de redondear su idea.
7- Usted
está constantemente criticando
Una cosa es ofrecer consejos
para aumentar su desempeño en el trabajo. Pero si está revoloteando sobre los
trabajadores y poniendo la lupa sobre las pequeñas cosas (la manera en que
alguien usa la fotocopiadora o archiva un informe), entonces está frustrando a
la gente más que ayudarla.
Aunque sus intenciones son buenas, su ejecución no lo es. De hecho, usted queda
como un obsesivo, especialmente si en realidad no comprende qué está haciendo la
persona o por qué lo hace de la manera en que lo hace. Además, hay más de una
manera de hacer las cosas, ¿no?
Cómo
romperlo
Si tiene críticas respecto al
trabajo de cualquiera, asegúrese de ofrecer una solución. Entienda de lo que
está hablando antes de abrir la boca. Lo más importante, resista la urgencia de
ofrecer su consejo sobre cosas poco trascendentes.
8- Usted
hace todo según el manual
Usted internaliza todo lo que
los libros le enseñaron, pero todavía no se dio cuenta de que en el mundo real
no todo funciona como en la teoría. Es hora de cerrar los libros por un rato. La
teoría nos da un fundamento para nuestro conocimiento, pero el protocolo puede y
debe ser roto a veces.
Lo impredecible exige soluciones creativas que su profesor nunca le enseñó. Si
un colaborador está al borde del agotamiento, ¿usted le regurgita algo de lo
aprendido en las aulas o le responde como un ser humano?
Cómo
romperlo
Todo está en cómo estar alerta
de la situación corriente y trabajar sobre ello. Aprenda a confiar en su
instinto y aplique soluciones que parezcan ideales, no las que están en los
libros.
9- Usted
gasta de más en todo
Una cosa es gastar en un viaje
al exterior para una reunión de negocios, y otra muy distinta quedarse en la
suite presidencial y comer en un restaurante cinco tenedores. Gastar el dinero
de la empresa descuidadamente puede y debe ser mirado como un desprecio hacia
los demás.
Cómo
romperlo
Aplique la misma frugalidad
astuta que usa en sus negocios y en sus gastos. Ahorre dinero de la compañía y
le será reconocido.
Vuelva a aguzar su sentido para los negocios
Los Otros malos hábitos de negocios,
como todos los hábitos, son difíciles de romper. Son acciones automáticas
disparadas por determinados estímulos. Una vez que usted reconoce que su hábito
es dañino, ya hizo la mitad del trabajo.
Ahora trate de sorprenderse en el acto y en ese momento reflexione. Entonces
dígase a usted mismo qué debería hacer en lugar de lo que viene haciendo. Con
persistencia desterrará ese tic antes de lo que piensa.