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Los hombres y las tareas del hogar

Desde el inicio de los tiempos, los hombres se mantuvieron ajenos a la realización de las tareas domésticas. Cómo hacer para que ambas partes se ocupen de las tareas del hogar sin peleas ni discusiones…


Los cambios sociales y económicos que se han ido generando han ido transformando
el panorama tanto para hombres como para mujeres. “En la actualidad, el
modelo para proveer la manutención del hogar se ha ido modificando.

No solamente puede ser el hombre quien se encargue de esta responsabilidad
sino que la mujer ha ido ganando terreno y es natural que exija también una
ayuda ya que no se puede estar en todos lados y cumplir todas las funciones
”,
comenta la socióloga uruguaya Catalina Gálvez.


Más allá de costumbres machistas o feministas hay que pensar en el bien común.
“¿Qué pasa si el hombre, único miembro de la pareja que trabaja se queda
desempleado o muere?

¿Qué ocurre si la mujer es la única que atiende a sus hijos y se encarga de
las labores domésticas y también sufre un accidente irreparable?

Hay que mantener una actitud solidaria el uno con el otro por el bien de cada
uno, por el bien de la familia y si hay hijos, por ellos también se debe hacer
un esfuerzo y cooperar en lo que más se pueda
”, destaca la profesional.


Cómo evitar conflictos por las tareas del hogar


1.- Hay que dejar de lado el rol de poder y el de sometimiento. “Se debe
acordar tener una relación en donde ambos miembros sean iguales. Tanto el hombre
como la mujer deben ser capaces de trabajar fuera del hogar y también deben ser
capaces los dos de poder encargarse de las tareas domésticas y de los hijos de
igual manera
”, comenta la especialista.


2.- Es habitual que la mujer exija a su pareja ayuda y se queje cuando éste no
coopera, pero “también es habitual ver a estas mujeres cuando tienen hijos
varones, no enseñarles cómo deben comportarse dentro del entorno familiar, no
les solicitan ayuda y es un comportamiento que se aprende desde pequeños ya que
luego cuando se es adulto será mucho más complejo revertir la actitud
indiferente con la que muchos hombres se deciden a vivir el matrimonio y la
familia
”, destaca la profesional.


3.- Alimentar la actitud de comodidad es un grave error que solamente ayudará a
perpetuar el inconveniente. “Hay maridos que son más hijos que hombres
adultos. Si la mujer está sobrecargada de labores, lo menos que tiene que hacer
es continuar en un plan de excesos.

Dejar de hacer cosas y atender aspectos vitales es un modo de reflejar
aquello que no se puede abarcar. La mejor manera de pedir auxilio, si la palabra
ya no da resultados, es dejar en evidencia y exponer todo aquello que requiera
de atención”
, determina la experta.


Es de vital importancia llegar a un acuerdo entre el hombre y la mujer. Aunque
es difícil lograr un equilibrio, éste es sumamente importante para que la
relación no se deteriore.

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