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Los adolescentes e Internet

Conciliando libertad y precaución a la hora del chateo de nuestros hijos

La tecnología ha influido sobre la vida de los seres humanos, sobre
todo en las últimas décadas. Entre tantas novedades, Internet se ha convertido
últimamente en el medio de comunicación más importante. Y los adolescentes
fueron los primeros en adoptarlo.

Pero esta herramienta se ha transformado en un arma de doble filo:
así como ayuda a aprender también favorece a la alienación por parte de los
jóvenes.


El chat
y el correo electrónico son los principales programas que los adolescentes
utilizan para comunicarse con sus pares y lograr así un sentido de pertenencia.
Además brinda la posibilidad de que la persona que lo use sea, y así poder expresar
cosas que jamás diría personalmente.

Muchos justifican esto como un antídoto
contra la timidez, pero también juega como una liberación donde los jóvenes
inventan códigos nuevos y se dicen cosas obscenas por la red.


Por
ejemplo, para muchos adolescentes las agresiones a través del chat o el correo
se volvieron moneda corriente. Y recién ahora los padres están preocupándose
por esto.


Según los
especialistas, muchos chicos sufren por estas agresiones recibidas. Desde
agresiones hasta insultos porque sí. También los comentarios sexuales están a
la orden del día. Estas situaciones pueden dañar a la persona que recibe estos
mensajes, tanto emocional como psíquicamente.


Hay una
frase que dice que a “las palabras se las lleva el viento”, y esto está
ocurriendo en Internet. Cuando los adolescentes aprietan el botón “enviar” en
sus computadoras el mensaje desaparece y se olvidan de él, sin medir las
consecuencias de lo que enviaron.


¿Y los límites?


El
tema es muy amplio para debatir. Muchos padres no quieren llegar al extremo de
prohibirles a sus hijos usar Internet, pero a su vez están muy preocupados por
esta situación. Algunos deciden que sus hijos sólo mantengan conversaciones
mientras ellos están presentes.


Otros
temores también preocupan a los adultos, no sólo el de los mensajes. Estos
problemas son la adicción, la alta frecuencia de mensajes y de estímulos que
podrían desembocar en una marcada ansiedad, el desarrollo de un lenguaje
acotado y pobre, y la falta de lectura e interés por temas intelectuales.


Como
existe una brecha generacional en el tema Internet (los padres apenas comienzan
a utilizar esta tecnología, mientras sus hijos ya son expertos) muchos adultos
tienen miedo de poner ciertos límites a sus hijos.


Por eso
es cuestión de encontrar soluciones tanto desde las escuelas como desde los
hogares para que Internet no se transforme en el único medio de socialización y
entretenimiento de los chicos.

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