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¿Hiperconectados o hiperestresados?

Internet en vacaciones: ¿causa de estrés?

Si las vacaciones eran para desconectarse de las obligaciones e ir a la playa, ahora, precisamente es allí donde empresarios, profesionales y aficionados a Internet podrán navegar a gusto, debido a que en muchos lugares del mundo, se ofrece conexión de Internet inalámbrica en la playa. 

Lo paradójico de esta situación es que se ha comprobado, según el Centro Especialista en Trastornos de Ansiedad (CEETA), que estar pendientes del chequeo de la bandeja de entrada del correo electrónico o del seguimiento de los mercados a través de Internet contribuye en un alto grado al aumento de la ansiedad. 

Los especialistas, desde su centro en Pilar, notaron un marcado crecimiento de las consultas de pacientes que padecen cuadros de Trastornos de Ansiedad tras estar en constante interacción con este tipo de comunicación electrónica, incluso durante sus vacaciones.

Entonces, las vacaciones en vez de ser un momento para relajarse y olvidarse de preocupaciones, pasan a ser todo lo contrario, ya que la persona no logra desconectarse de su actividad laboral cotidiana.

La Lic. Gabriela Martínez Castro, directora del CEETA, aseguró que "para aquellos que tienen mayor predisposición a padecer alguno de los trastornos de ansiedad, el uso o abuso de la comunicación electrónica podría contribuir a desencadenarlos con más rapidez".

sicamente, la predisposición más importante es a aumentar los niveles de ansiedad y terminar con una cuadro de Trastorno por Ansiedad Generalizada, es decir, un trastorno por preocupación excesiva.

Las personas que padecen el Trastorno de Ansiedad Generalizada son aquellas que no logran establecer escala de jerarquías de importancia, y suelen vivir preocupados o nerviosos por todo, en la misma medida, aunque el motivo sea menor.

Por ejemplo, viven tan preocupados por la posibilidad de agravamiento de la enfermedad de un ser querido como por la espera del esperado e-mail.

Martínez Castro continuó asegurando que "la velocidad que toma el estilo comunicacional actual en lugar de aliviarnos la ansiedad, sólo contribuye a aumentarla, aunque en las primeras apariencias, la suavice, ya que enviamos y recibimos rápidamente la información deseada, pero, a mediano plazo, aumenta aún más, ya que se genera un círculo vicioso, y nos sentimos presos de la espera de la respuesta., además de contribuir a "enfriar" vínculos y a generar malos entendidos".

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