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Herramientas de jardinería: ¿cuáles son las mejores para mi jardín?

El jardín, si de veras queremos estar orgullosos de él, requiere que trabajemos con los utensilios adecuados. Aquí te contamos cuáles son…

Además de los tres instrumentos básicos —pala, rastro y azada— encontraremos aquí una relación de varios otros que han de resolverte muchos problemas en tu jardín. 

Desyerbador o escardador

Los hay de mango corto, con hojas estrechas o en estilo de tirabuzón, muy prácticos para arrancar de raíz los dientes de león y la cizaña pequeña. Estos instrumentos no son caros.  

Algunos modelos sirven también para plantar semillas, pues penetran en la tierra hasta una profundidad de 20 cm. También los hay de mango largo y hojas ahorquilladas, que te permitirán hacer el trabajo sin inclinarte. 

Cultivadores

Algunos cumplen más de una función Los hay que son cultivador y azada en una sola pieza, o cultivador y rastro. Su precio suele ser más o menos igual al de los escardadores.

Un cultivador-rastro permite preparar un semillero y limpiar el área de bardas y escombros. Hay modelos provistos de afilados discos metálicos, ideales para cubrir el suelo con una capa protectora de estiércol y paja. 

Podadoras

Hay tijeras pequeñas de podar que escasamente pesan 170 gramos, y que puede llevar sin temor en los bolsillos, pues sus bordes afilados están protegidos para evitar una lesión accidental.

A pesar de su tamaño chico y peso ligero, resultan sumamente fuertes, lo suficiente para hacer con ellas hasta un 90% de toda su poda manual.

Hay, desde luego, tijeras de podar mucho más grandes, que resultan tres veces mas caras. Estas deben utilizarse para los rosales y, en general, para los lugares que no podamos alcanzar con el modelo chico.

Encontrará también sierras de podar, ajustables a una barra de aluminio, para alcanzar ramas de diversas alturas. El ajuste deseado puede hacerse a un largo que va desde de 1.65 a 3.22 m. 

Sembradoras

Útiles para plantar bulbos y semillas, algunas tienen hojas en que aparecen las medidas marcadas, de modo que puede calcular mejor la profundidad a que la hoja penetra en el suelo. 

Con estas sembradoras de bulbos es innecesario arrodillarse. También pueden interesarle las palas compactas plegables, con un mango que se alarga a voluntad desde 15 a 60 cm. Estas pueden usarse rectas o ajustarse a un ángulo de 90 grades.

Para cortar la hierba puede adquirir un oscilador de mango largo, similar a los palos de golf, con hoja de doble filo que corta lo mismo en el movimiento hacia adelante que en la oscilación hacia atrás.

Procure que no haya niños a su alrededor cuando la utiliza, pues podrían lesionarse accidentalmente. 

Para regar

Es asombrosa la variedad de aparatos que encontrará en el mercado y de instalaciones que puede montar expresamente para cubrir las exigencias de su jardín.

Hay hasta espitas y mangueras a las que se les adapta un reloj que automáticamente corta el suministro de agua a la hora en que usted Io fije. La diversidad de surtidores es también tentadora para todo enamorado del jardín.

Igualmente podrá comprar mangueras de riego especiales para canteros o hileras de plantas, que vienen con minúsculos agujeritos a todo lo largo, de modo que se les deja descansar sobre el suelo, en toda la longitud del área que desea regar, y el agua sale de la manga sin llegar a inundar la tierra, como sucede si dejamos una manguera ordinaria de una sola boca.
También hay dispositivos para regular la presión de salida del agua. 

Otros utensilios de jardín

Hay recipientes que contienen fertilizantes o insecticidas, susceptibles de ajustarse en el punto donde la manga de riego se une a la canilla de agua. 

Esta, al salir de la canilla y entrar en la manga, se mezcla con el fertilizante o insecticida en la proporción adecuada, lo que Ie evita el trabajo de mezclar o de medir tales productos para el jardín.

También existen pesticidas envasados en convenientes paquetes individuales, en cantidades ya medidas, para usar uno cada vez, con la ventaja adicional de que el paquete o envoltura se disuelve solo, dejando escapar el producto encerrado en su interior.

Son sumamente baratos. Lo único que se requiere es echar el paquete en agua, dentro de un recipiente provisto de atomizador. También puede comprar vasos de medida para preparar y mezclar fertilizantes, pesticidas e insecticidas. 

Existen también barras de acero ahuecadas, muy finas, dentro de las cuales se vierten los fertilizantes y abonos para que corran directamente hasta las raíces de la planta. La mezcla puede verterse en la barra hueca mediante una manga de riego. 

Muy practicas son las sembradoras manuales, que pueden aprovecharse para esparcir los fertilizantes en forma pareja, de modo que alcancen a toda el área que se pretende cubrir.

Estas sembradoras pueden colgarse del hombro mediante una cómoda correa que ya traen. Al sembrar en canteros o en hileras, puede utilizar un dispositivo especial que tienen para esparcir las semillas en línea recta. 

No olvide tampoco loa estuches para analizar el suelo del jardín, determinando su grado de acidez o alcalinidad.  

Para terminar, hay en el mercado grandes bolsas plásticas, sumamente resistentes, ideales para recoger escombros, hojas secas, basura y la hierba que hemos cortado.

Y para trabajar cómodamente, a la vez que protege sus pies, provéase de unas buenas botas lavables de jardín.

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