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Guía de San Francisco: Mission, Castro y Japantown

Continuamos nuestro recorrido por la ciudad de San Francisco, esta vez por los barrios de Mission, Castro y Japantown

Mission  

El barrio de Mission, al sur de Market, toma su nombre de la Misión Dolores, en la intersección de las calles Dolores y 16.

Su nombre es, en realidad, Misión de San Francisco de Asís, y es la sexta de las misiones de California fundadas por el Padre Junípero Serra, en este caso el 29 de junio de 1776.

El edificio, construido con gruesos muros de adobe, tejas rosadas, vigas de secoya y techos decorados con temas indios, es el más antiguo de San Francisco.

El altar y las imágenes se trajeron de México. Junto a la antigua misión se encuentran las ornamentadas torres de la basílica, de estilo renacimiento español, construida en 1916, un museo y un cementerio.

La Misión está abierta todos los días desde las 10.00 hasta las 16.00. y puede visitarse (previo pago).

El corazón del Mission se extiende al este de la Mission Street entre las calles 16th y 24th.

Allí apreciará el sabor latino original del distrito, con tiendas y restaurantes nicaragüenses, salvadoreños, costarricenses y mexicanos, además de mercados que venden frutas tropicales y panaderías que cocinan pastas tradicionales.  

No obstante, en los últimos años, la multitud de habituales baja hasta una franja de la Valencia al sur de la 16th, donde hay una nueva concentración de bares, cafés y restaurantes modernos.

La profusión de librerías independientes y tiendas caras en la zona hace que sea muy agradable de visitar, y la cercanía de la 22nd Street se ha convertido en un nuevo barrio de comida de gourmet.

En la fábrica de Levi Strauss & Co, en 250 Valencia St. (visitas gratuitas los miér., 10 y 13 h.), podrá ver cómo se hacen los vaqueros más famosos del mundo.  

Sin embargo, lo que realmente diferencia al Mission de los demás barrios son sus murales: hay más de 200 en total.

Un brillante tributo al héroe local Carlos Santana adorna tres edificios donde la 22nd Street se encuentra con South Van Ness, mientras que todas las superficies posibles de la Balmy Allwy, entre Folsom y Harrison saliendo de la 24th Street, se han cubierto de murales que representan problemas políticos de América Central.

La organización Precita Eyes ofrece visitas guiadas de los murales los fines de semana a pie, en bicicleta o autobús (4-30 dólares; 415/285 2287).  

Castro 

El barrio de Castro, muy cerca de Mission y Haight Ashbury, ha sido la vanguardia de la revolución gayen el mundo a partir de los años sesenta.  

Es un lugar muy agradable para pasear, con tiendas y restaurantes donde el personal es muy educado y tolerante. De las ventanas pende la bandera del Arco Iris, símbolo de la revolución homosexual.

Algunos insisten en que es todavía el lugar más salvaje de la ciudad, y otros piensan que es una sombra de lo que era; todos están de acuerdo en que las cosas no son iguales que hace 10 o incluso 5 años atrás.

Todavía está la mayor parte de los bares y locales, pero actualmente sirve a una clientela diferente en general y más conservadora, y todo lo que vale la pena ver se encuentra en las manzanas alrededor de las calles Castro y Market.

Si va en familia, tenga en cuenta que en todas las cuadras comerciales de Castro St. se encuentran comercios dedicados a mejorar la vida amorosa, con vidrieras muy “explícitas”… y difíciles de explicar a los niños. 

La Harvey Milk Plaza, junto a la estación de Castro Muni, está dedicada al asesinato del concejal gay que era dueño de una tienda de fotografía en el Castro.

El hombre que disparó a Milk y al alcalde George Moscone, Dan White, era un ex supervisor disgustado, que dimitió en protesta por su política liberal.

En el juicio, su alegato de locura momentánea causada por los aditivos dañinos de su comida rápida, la «defensa Twinkie», le proporcionó una sentencia de 5 años de prisión por homicidio sin premeditación.

La comunidad gay reaccionó furiosa; los disturbios posteriores fueron de los más violentos que haya visto nunca San Francisco, con los manifestantes realizando una marcha hasta el Ayuntamiento y quemando coches de policía a su paso.  

Antes de bajar por Castro Street hasta el corazón del barrio, vaya en un momento al Visitor Center del Names Project en 2363A Market St (todos los días, 10-19 h), que financió la creación de «The Quilt», una gigantesca manta en la que cada paño mide 2 por 1 m (el tamaño de una lápida) y lleva el nombre de una persona muerta de sida.

Realizada por los amantes, amigos y familiares de las víctimas, los paños están cosidos juntos y recorren regularmente el país y el mundo; se ha extendido varias veces en el Mall de Washington DC para representar la epidemia.

Dentro del taller, podrá ver miles de paños guardados en estanterías, y unos pocos están expuestos colgados.

Los que estén interesados en hacer su propio paño, pueden hacerla en el Quilting Bee, que se celebra todos los miércoles por la tarde desde las 19 hasta las 22 h.  

El cruce de la Castro con la 18th Street, conocido como las «cuatro esquinas más gays de la Tierra», marca el centro del Castro, lleno de librerías, tiendas de ropa, cafés y bares.

Las calles laterales ofrecen comida un poco más exclusiva de delicias exóticas, buenos vinos y lujosas florerías, y territorio residencial atractivamente frondoso.  

Si está allí en junio, coincidirá con el Gay and Lesbian Film Festival, la Gay Pride Week y el Gay Freedom Gay Parade.

El Teatro Castro, en la calle del mismo nombre, es el escenario del Festival mencionado, y el resto del tiempo es una divertida sala donde a veces proyectan películas mudas con un pianista que toca en directo.

Al llegar octubre, las ferias callejeras están en pleno apogeo, y en Halloween, durante años el cenit del calendario social del Castro, tradicionalmente muestra la belleza y los trajes de fiesta con entusiasmo.

La vida gay en San Francisco

Aunque en la década de 1980 se produjo el florecimiento de una cultura lesbiana que rivalizara con el auge de la masculina en la década de 1970, casi todos los bares para mujeres han cerrado (con la excepción del Lexington Club del Mission), y la vida nocturna se limita a unas cuantas noches para mujeres en los clubes.

The Sentinel, Oblivion, The Bay Area Reporter y el Gay Times son las publicaciones gratuitas que informan de los acontecimientos, los servicios, los clubes y bares, y se pueden encontrar en los bares y cafés del Castro. On Our Backs y Bad Attitude son de uso particular de las lesbianas. 

Lo mejor que pueden hacer los gays hombres es comprar un ejemplar de la Betty and Pansy’s Severe Queer Review (11 dólares), disponible en las librerías gays, al igual que The Lavender Pages, un libro de teléfonos y recursos.

La AlDS Hotline (415/863 2437) y la Lavender Line, una centralita para gays y lesbianas (510/841 6224), ofrecen consejos y orientación.  

Japantown

Más pequeño que el Barrio Chino, se extiende al sur de Fillmore Street y su punto de mayor ebullición es el Japan Center (sobre Geary Blvd..), un centro comercial inaugurado en 1968 y ubicado en tres modernas plazas con restaurantes japoneses, una pagoda de cinco plantas y tiendas.

En los baños Kabuki, 1750 Geary Blvd, se puede disfrutar de esta modalidad de baño y masaje japonés de 10.00 a 22.00 horas y con diferentes días para hombres o mujeres.

Catedral de Santa María

Situada cerca de Japantown, en 1111 Gough Street, la elegante y moderna catedral católica de St. Mary”s es obra conjunta de varios arquitectos locales y del arquitecto italiano Pierluigi Nervi.

Las puertas de bronce de la entrada principal, así como las numerosas esculturas de bronce del interior de la catedral, son creaciones de Enrico Manfrini.

De especial interés son las vidrieras policromadas, el altar de mármol botticino, el baldaquín de aluminio, el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe y el órgano Ruffatti con 4.842 tubos. 

Twin Peaks

En los días despejados, estos dos picos idénticos situados en el centro geográfico de San Francisco, a una altitud de 320 metros, ofrecen una vista panorámica espectacular de 360 grados que abarca toda la ciudad y la bahía de San Francisco.

Bautizados con el nombre de "Los Pechos de la Choca" por los españoles, los dos picos gemelos son frecuentemente azotados por los gélidos vientos del océano Pacífico e invisibles bajo la niebla.

Cuando el tiempo lo permite, la mayoría de los autobuses turísticos de la ciudad hacen parada en este punto para admirar la vista, lo que también puede hacerse subiendo en automóvil desde Market Street hasta el final de Twin Peaks Boulevard.

Si utiliza el transporte público, tome la línea F hasta Church Street y después el autobús Muni 37 Corbett hasta la parada de Parkridge-Bumett. Desde allí hay una buena caminata, fatigosa pero que merece bien la pena, hasta la cumbre.

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