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Facilitar el envejecimiento saludable

¿Estamos descuidando el aporte que podemos hacer al campo interdisciplinario de la gerontología?. ¿Qué tipologías desarrollamos para la vejez? Hay un abanico de alternativas para ofrecer a la comunidad

Por primera vez en la historia la

sociedad “es”
vieja. En la pirámide poblacional, l
a
mayoría de las personas tiene 50 años,

y el grupo que más rápido crece es el de 80 o más, así como l
os servicios
que demandan. Recién comienza a tomarse conciencia sobre estos nuevos
paradigmas, y el mercado en expansión que representa.


Un grupo privilegiado gozará de beneficios alcanzando probablemente los 120 años
con buena apariencia. Al resto nos conviene llegar en la mejor condición
posible, ya que será restringido el acceso al campo laboral, la salud, la
previsión social y la vivienda.



Las soluciones encaradas

para este tema en el mercado mundial, abarcan tipologías para adultos mayores:
autoválidos, asistidos ó mixtas; y de titularidad pública ó privada.

En EE.UU. la propuesta es privada,

Barrios
Temáticos



para jubilados
como pueblos satélites. Se realizan contratos parciales de servicios: por
vivienda (propia o rentada), recreación (deportes, eventos, fisioterapia),
servicios residenciales (aseo, comidas, jardinería, trámites) y/o servicios
médicos de asistencia (ambulatoria, tratamiento, internación por períodos,
etc.).



En España, para aquellas personas que son autónomas pero necesitan cierto grado
de atención sanitaria y de compañía, habilitan redes estatales de

Pisos
Tutelados


(departamentos con dormitorio, baño y estar, que comparten servicios
comunes: comedor, cocina y jardín) con apoyo social y psicológico.
Disminuyen así las internaciones, mejoran la calidad de vida, y favorecen la
incorporación comunitaria.



En el resto de Europa, el concepto más utilizado es

Aging in
place



(envejeciendo en el lugar, con adaptación de la vivienda propia),
que ha disminuido hasta un 40% los costos en las políticas de salud.



En todas hay un componente hotelero, uno
sanitario-asistencial y principalmente el social, que deberían separarse para
analizar a quién corresponde la cobertura de gastos en cada prestación (la gran
discusión abierta hoy en día).



Según lo determinara la 2º Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento (Madrid
2002), las futuras generaciones de viejos van a depender más de los grupos de
organización de pares que de las familias, que no van a poder resolver por sí
solas esta temática.




De a poco podrá sufrir pequeños trastornos que limitarán su funcionalidad en las
cosas de la vida diaria, y necesitará cuidados para la compra y el aseo de la
vivienda.


Si la situación se
complejiza o irrumpen convalecencias de largo plazo, aparece la conveniencia de
la internación en


Residencias Geriátricas:

Una tipología necesaria en determinado punto de quiebre de mantenimiento
domiciliario, pero que ocasiona costos afectivos y económicos al anciano y su
familia; por lo que debe concretarse en el momento adecuado: ni temprana, ni
tardíamente.



Es decir que existe una cantidad de alternativas previas a la
institucionalización:


Un equipo interdisciplinario puede analizar los recursos físicos y sociales de
cada individuo, y determinar que adecuación y tipo de servicio le otorgará una
vida activa dentro de la comunidad, por más tiempo a menor costo.


§ Adaptaciones parciales y permanentes,
a la vivienda propia.


§ Centros diurnos,
de apoyo (social) a las viviendas.


§ Hogares de día
(cuidados terapéuticos en horarios limitados).


§ Hoteles asistidos
(convalecencia y recuperación sociosanitarias)


§
Viviendas tuteladas


para autoválidos (con apoyo y teleasistencia)


§ Residencias Geriátricas
(actualizadas para que retrasen la dependencia)


§
Centros de estadía prolongada


para
dependientes crónicos.





La vejez no es una enfermedad.

El envejeciente autoválido no requiere ningún tipo de institución medicalizada,
sólo de un diseño ergonométrico y preventivo, para seguir desarrollando su vida
con autonomía.



Planificar y desarrollar las tipologías con viabilidad económica según las
características, instalar en la sociedad su difusión, (que incluye el
fortalecimiento del sistema familiar, redes informales de soporte, ocupación del
tiempo libre, jardines terapéuticos, etc.), será una de las claves de gestión.
Me refiero a asesorar al usuario acerca de los beneficios de optimizar su
propiedad a lo largo de la vejez, u orientarlo en la elección de la mejor opción
de servicio.



Fuente:



ARQ4



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