Pese a que la
mayoría de la gente cree que se trata de un solo hongo, en realidad es una
“colonia simbiótica” de muchas especies de levaduras y bacterias
asociadas, rodeadas todas por una membrana delgada que los mantiene en estrecha
unión.





El té puede llegar a contener normalmente hasta 1.5% de alcohol y varios
metabolitos (como etil-acetato, ácido acético y lactatos varios).

Esto último le confiere al té
una acidez particular, de tal magnitud que se recomienda “jamás”
almacenarlo en recipientes de cerámica o de cristal con contenido de plomo, ya
que ambos contienen elementos tóxicos que pueden volcarse en el té y generar
fenómenos de ACIDOSIS LÁCTICA.

Son numerosas las publicaciones científicas con referencias a los riesgos del
consumo de esta asociación de hongos y bacterias denominada Kombucha, pero para
no extenderme más de lo que sería prudente, incluimos a continuación algunas
de las comprobaciones hospitalaria en centros de urgencia y el nombre de los
profesionales que llevaron a cabo las investigaciones de cada caso en
particular.

Iowa, 1995,  Ph.D. Webb: dos mujeres que sufrieron cuadros severos de
acidosis metabólica.

1998 , Ph.D. Phan: joven pareja con síntomas de intoxicación por plomo al
consumir Kombucha en tazas con composición cerámica. Requirieron terapia
quelante, su estado fue grave.

2001,  Ph.D. Srinivasan:  2 pacientes con efectos colaterales
(reacciones alérgicas, ictericia por hépato-toxicidad, náuseas, vómitos,
calambres, dolor abdominal intenso).

En prácticamente todos los reportes que he recibido se destaca que en los análisis
de laboratorio ( aún los forenses) se ha corroborado la existencia de
infecciones gastrointestinales causadas por la asociación de levaduras (hongos)
con bacterias -la mayoría de ellas patógenas- y la presencia de hongos comúnmente
transportados por el aire ambiental y que hallan en la Kombucha un medio de
cultivo ideal para su desarrollo (Dr. Monson).

2001, Ph.D. Ernst: 3 casos de severa hépato-toxicidad consecuencia casi
inmediata del consumo de este producto.

En mi caso
particular, he estado advirtiendo a mis pacientes sobre ese riesgo desde el año
1995.





Un consejo: HABIENDO TANTOS VEGETALES MARAVILLOSOS Y NO TÓXICOS, PRESCINDIR DE
LA KOMBUCHA hasta que se aclare este punto (aunque corre por cuenta de cada uno
el decidirse o no por el consumo de esta especie).





Me sentiría más que satisfecho si
quienes desean ahondar más en profundidad sobre las propiedades de las plantas,
aprovechan estos datos para establecer un criterio más ecuánime en relación a
los riesgos de un consumo poco consciente de los tan difundidos “Tés del
Oriente”.