Tip No. 1: Dé la bienvenida a los nuevos empleados


Para comenzar su relación con el pie derecho,
haga que los nuevos empleados se sientan bien recibidos y motivados en su primer
día. Asegúrese de presentar a los recién llegados a las personas con las que
trabajarán y suminístreles materiales de capacitación. Si no tiene tiempo,
considere la posibilidad de conseguir el apoyo de los empleados más antiguos. Al
proporcionarles a sus nuevos empleados una conexión desde el comienzo, es
posible que se sientan más cómodos para hacer preguntas si se encuentran con
obstáculos o necesitan ayuda.


Tip No. 2: Ofrezca nuevos
desafíos


El dinero no es el único incentivo que hace que
sus empleados se queden en su organización. A menudo, los empleados más
talentosos están buscando un rol que no sólo les represente un desafío, sino que
coincida con sus pasiones. Si los empleados tienen que realizar el mismo trabajo
día tras día, quizás comiencen a buscar nuevas oportunidades.

Dieta cetogénica customizada

Tip No. 3:
Invierta en capacitación

A veces, motivar a los empleados puede ser tan
simple como ofrecerles capacitación en el trabajo. Identificar oportunidades
para que los empleados individuales mejoren — y luego proporcionarles
oportunidades de desarrollo — demuestra a su personal que usted está
personalmente interesado en su éxito. Esta capacitación podría incluir
seminarios, talleres informativos y orientación por parte de empleados de mayor
jerarquía.


Tip
No 4: Mantenga abiertas las líneas de comunicación

La buena comunicación genera relaciones y
trabajo en equipo de calidad, lo que hace que una oficina sea un lugar más
agradable para trabajar. Como empresario, considere abordar tanto las áreas de
éxito como las áreas que se deben mejorar. Un estudio demostró que los empleados
que recibían comentarios mayormente negativos de sus gerentes tenían 20 veces
más probabilidades de comprometerse que aquellos que recibían pocos comentarios
o ningún comentario, lo que demuestra que cualquier forma de comentario
proporcionado por un empleador es mejor que no recibir ninguno.

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Reúnete con tus empleados diariamente y semanalmente

Para comenzar un proceso de motivación con tus empleados y mantenerlo, debes buscar un hueco en tu agenda para reunirte con ellos diariamente y semanalmente.

Piensa que aunque te parezca que no tienes tiempo,  es una inversión. Las reuniones en las que se organice el trabajo y se fomente la comunicación van a ahorrarte luego tiempo y dinero.

Haz una reunión semanal principalmente para que te informen de cómo van las cosas y de los problemas a los que se enfrentan. Provoca conversaciones entre tus empleados delante de ti, para que puedas detectar cualquier resistencia o conflictos entre ellos y entonces poder indagar en lo que pasa.

Se trata de que adoptes el rol del líder-coach.

Haz también una reunión diaria, a primera hora de la mañana, en la que se organice el trabajo del día.

En las reuniones permite que tus empleados den su opinión, y provoca que la den (valorando sus comentarios), para poder buscar soluciones.  

Promueve la comunicación con tus empleados

 

 

Es importante además que estés muy al tanto de lo que pasa en todo momento con ellos.

Sería bueno que también te reunieras de cuando en cuando, aunque sea una vez al mes en privado con cada empleado para poder llegar a lo personal y a cosas que no se comenten en grupo por incompatibilidades con otras personas, o por vergüenza.

Haz por involucrarte, muestra interés en ellos haciéndoles ver que sus ideas son importantes para ti.  Felicítales sus ideas, aunque luego no se lleven a cabo por otras circunstancias y explícales siempre las razones para que no saquen sus conclusiones erróneas, ni se sientan infravalorados.

Motívales a que den su opinión y aporten sus ideas. Preocúpate por tus empleados  también a nivel personal y demuéstraselo.

Fórmalos en la asertividad.

Motiva a tus empleados sin provocar competencias tóxicas

Te recomiendo que crees incentivos comunes. Incentivos que no creen competencias entre ellos, sino que favorezcan el que cooperen.

Lo que se pretende con esto es que no se generen competencias entre los empleados, ya que estas no son buenas.  Y casi siempre la primera perjudicada con este tipo de competencias, es tu empresa.

¿Cuántas veces se habrá dejado de dar un recado para dejar mal a otro compañero? y todo eso al final va en detrimento de la empresa. Por ello es importante que no fomentes los individualismos.

Preocúpate por ellos a nivel individual, pero incentívalos como grupo. Prémialos a todos si se llega a unos objetivos.

Sigue estas estrategias con tus empleados y ya verás como aumenta la productividad, el buen ambiente, y tus empleados se involucrarán en tu empresa como si ésta fuera suya.

Por Ana Zabaleta                                                                                                                
“La Coach de la Empresaria”                                                   

www.coachdelaempresaria.com

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