Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

El transporte en San Francisco

Continuamos con nuestra guía de San Francisco, esta vez con todos los datos que debes conocer para moverte en esa ciudad…

Cómo moverse en San Francisco

Como dijimos anteriormente, para moverse en San Francisco no es necesario (y, en realidad, es más bien desaconsejable) rentar un automóvil, ya que las distancias dentro de la zona “turística” no son grandes, y el sistema de transporte público es muy bueno.

Este sistema público de transporte, conocido por las siglas MUNI, es bastante criticado por los habitantes de San Francisco, pero en términos generales funciona muy bien.

El mismo está formado por:

– Un sistema de autobuses (eléctricos en su mayoría) que recorren toda la ciudad, y cuyos recorridos y horarios podrás encontrar en todas las paradas.

Puedes cargar tu bicicleta en ellos, y las líneas más usadas por los turistas son la 5, 7, 15, 20 (o Golden Gate Transit, que es la que conecta el centro de la ciudad con el Golden Gate), 22, 28, 29, 30, 38, 41, 44, 45 y 71.

Los autobuses funcionan hasta la medianoche, y luego de esa hora solo circulan –con poca frecuencia- las líneas nocturnas especiales (los “Owl”, o búhos).

Los tranvías, por su parte, circulan toda la noche con un servicio reducido, con excepción de la línea M (que para alrededor de la 1 de la mañana).

– Un sistema de tranvías restaurados (streetcars) que circulan (y se detienen) por la parte central de las avenidas, y que son muy útiles para ir desde la zona costera (la línea F) y el downtown (la línea J) hasta el barrio de Castro.

– Un sistema de subterráneos, relativamente pequeño, que une fundamentalmente el downtown con la zona costera y luego se transforman en tranvías al alcanzar los suburbios.

– Los famosos “teleféricos” (cable cars) que seguramente has visto en infinidad de películas, y que son un destino turístico en sí mismos pero también muy útiles como medio de transporte (sobre todo para sortear las imposibles colinas que atraviesan la parte céntrica de San Francisco).

Cada billete (al momento de escribirse esta guía) cuesta 1 dólar (1,10 el billete mínimo en el caso del metro subterráneo) y puede adquirirse a bordo pero solo con cambio justo en el caso de los autobuses y tranvías.

En los supermercados y tiendas de abarrotes o ultramarinos pueden también comprarse bonos de un viaje un poco más baratos (0,80 dólares) y sin necesidad de tener el cambio justo.

Lo compre donde lo compre, no olvide pedir un trasbordo gratuito, que está incluido en el precio y sirve para otros dos viajes en tranvía o autobús y un descuento de 50% en el teleférico, en todos los casos siempre que se utilice dentro de los siguientes 90 minutos.

El teleférico, por su parte, cuesta 2 dólares por viaje (un sentido), y se compra a bordo (simplemente, te subes y esperas que te cobren).

Nuestra sugerencia, de todos modos, es comprar un pase –MUNI Passport- (hay para 1, 3, 7 y 30 días corridos) que proporcionan viajes ilimitados en todo el sistema MUNI y BART dentro de los límites de la ciudad.

Con este pase, te evitarás tener que ascender y descender una y otra vez a pie declives como este: 

Los mismos cuestan 6, 10, 15 y 35 dólares respectivamente, y por lo mismo que cuestan en promedio dos viajes comprados por separado tendrás transporte ilimitado (algo que agradecerás al final del día, ya verás) y podrás subirte toda las veces que quieras al mucho más caro –e interesante como experiencia- teleférico.

Como “bonus”, los pases te permiten comprar entradas con descuento en las principales atracciones de la ciudad (museos, la Coit Tower, el zoológico, etc.).

¡Atención!: Los pases no se venden en todos lados, por lo que es bueno aprovechar y comprarlos cuando se está o se pasa cerca de algunos de los puntos de venta: el aeropuerto, el San Francisco Visitor Information Center (Hallidie Plaza, en Market St., en el downtown), Holiday Inn Civic Center y en todos los puestos de venta de billetes ubicados en los extremos de cada línea de teleféricos.

No confundas el Muni Pass con el Weekly Pass, que es más barato pero solo vale para los autobuses y el metro (dejando afuera lo más interesante, que son los teleféricos).

Además del sistema MUNI, que es el principal, hay otros dos sistemas de transporte que es importante conocer: 

– El BART, que es un sistema de subterráneos que luego se transforman en trenes y que unen San Francisco con las localidades que están del otro lado de la bahía (Oakland y Berkeley, por nombrar los de mayor interés turístico).

Este sistema comparte las estaciones sobre Market Street (en el centro) con el sistema de subterráneos de MUNI, pero los pases de MUNI no sirven para los viajes a través de la bahía (cada billete cuesta, según el destino, entre 0,90 y 3,55 dólares).

Los billetes se compran en máquinas automáticas ubicadas en las estaciones, y son necesarios para poder salir. Los menores de 4 años no pagan, y los trenes del sistema BART circulan solo hasta la medianoche.

– Los transboradores o ferrys, de los que nos ocuparemos más adelante porque son parte del recorrido turístico al otro lado de la bahía. 

¿Tienes miedo a subir a un avión? ¿Quieres saber cómo superar el miedo a volar? Inscríbete ahora en nuestro curso gratis Basta de Miedo a Volar, y ¡súbete al avión!