Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

El estrés no es un juego de niños

La presión por parte de la escuela, de los pares, e incluso de los padres, está poniendo a un creciente número de chicos bajo los efectos del estrés. A continuación, todo lo que necesita saber sobre el estrés infantil, y cómo ayudar a sus niños a superarlo.

Los especialistas ven a menudo muchos
pacientes con síntomas inquietantes. Sin embargo, lo llamativo no son los
padres con problemas de trabajo o los adolescentes preocupados por entrar al
colegio.
Aún en las familias que parecen muy calmas, la escuela resulta un elemento muy
estresante. Es frecuente ver a niños -angustiados por el exceso de tareas- que
sienten frustración y destrozan su tarea si cometen un error.

Algunos niños se comportan así -sintiendo rabietas- mientras que otros muestran
síntomas físicos como dolores de cabeza e insomnio. Algunos terminan
consumiendo medicamentos o se autocastigan.

Para los padres, estas conductas representan importantes señales de que algo
anda mal. Deben darse cuenta de que cuando un niño se comporta mal, no
necesariamente se trata de una simple etapa "que ya pasará".

Es que la sociedad pone mucho énfasis en clasificar a las personas, incluyendo
los niños, en “ganadores” y “perdedores”. Desde muy temprano, existe una
presión para estar en el camino que conduce al éxito.

Y no son sólo los más chicos quienes se encuentran en este momento delicado;
los mismos padres están también bajo estrés, ya que vivimos en una sociedad
donde, a menudo, ambos padres trabajan.

La presión por el éxito causa estrés, lo que empeora aún más en los niños. 
Y los
padres llegan exhaustos a sus casas, y los chicos no reciben la atención que
necesitan.

¿Hacer nada?

Entonces, ¿qué deben hacer los padres? Para
decirlo en una palabra, nada. Nada de actividades programadas o planes
estructurados.
Los chicos sólo necesitan más tiempo para jugar y hacer cosas de niños,
sin presiones ni significaciones agregadas por los adultos.

Hay que asegurarse el suficiente tiempo sin actividades agendadas o -al menos-
para actividades elegidas por los propios niños, que les den placer y que
puedan ser tomados como un juego, y sin presiones de los adultos ni que
importen “los resultados”

Los especialistas recomiendan también que las familias pasen una buena cantidad
del tiempo libre practicando actividades familiares, como por ejemplo: juegos
de mesa, comidas familiares, mirar películas juntos o andar en bicicleta. 

El
descanso y la relajación reducen el estrés, y aumentan la sensación de
seguridad y contención familiar en los niños.

¿Es saludable hacer mucho
deporte?

La actividad física también es importante. Sin
embargo, lo mejor es practicar sólo una a la vez, debido a la superposición de
actividades.

Los chicos de hoy en día tienen tantas actividades que atender (fútbol,
básquet, natación, gimnasia, ballet, etc.) que no tienen tiempo para jugar.
Estas actividades, si bien saludables, no son lo mismo que el juego libre, es
decir los tradicionales juegos creativos e imaginativos, sociales y antiguos.

Estar en casa y dibujar, o jugar con los niños de la casa de al lado o de la
escuela, es también imprescindible ara la socialización del niño.

Los niños, además, siempre quieren pasar tiempo con sus padres, aunque no los
vean tanto como quisieran. 

Por ello, Intente, al menos, pasar cinco minutos diarios con
sus hijos, dedicados sólo a ellos y sin estar haciendo –o pensando- en otra
cosa al mismo tiempo. 

Puede resultar muy difícil cuando estamos ocupados, pero
es asombroso lo feliz que hace a los niños y el saludable efecto que tiene en
ellos.

Hágase tiempo para los niños

Como
dijimos, los niños anhelan pasar más tiempo con sus
padres, y simplemente esperan que esto ocurra. A veces puede ser como hacer
malabares, especialmente para los padres que necesitan trabajar duro, pero una
buena solución puede ser incrementar gradualmente, y en pequeñas cuotas, el
tiempo que están con sus hijos.

Algunas veces, claro, los padres necesitarán tiempo para ellos mismos. Una
buena idea es esperar a que sus hijos estén dormidos para tener unos minutos
para si mismos, individualmente y como pareja. Luego, pueden volver a
"ponerse el traje" de mamá y papá y estar listos para los niños.

Y, claro, siempre es bueno buscar ayuda en caso de que los padres necesiten
descargar sus tensiones.
Es necesario, además, no demorarse y enfrentar la situación en cuanto aparezcan
los síntomas de estrés en los chicos. Siempre es mejor prevenir que curar.

De todas formas, estar atentos al presente es la mejor recomendación de todas.
Lo que ocurre hoy es lo más importante. No se trata sólo de la escuela y las
notas. Demuestre el amor que siente por sus hijos, ellos quieren su compañía. Y
el tiempo que pase sin ellos hoy, no lo recuperará mañana.

¿Su hijo está
estresado?

Cualquiera de los siguientes puede
ser un síntoma de estrés:

Mal comportamiento: Los niños pueden reaccionar al estrés teniendo
rabietas y mostrando problemas de convivencia con los demás.

Rabia: Puede ser un
síntoma de depresión en niños. Un aumento en los niveles de agresividad y del
grado de distracción pueden ser aspectos a tener bajo observación.

Accidentan: Los chicos que se
hieren o accidentan con frecuencia están expresando de ese modo sus emociones. Es un pedido de ayuda muy
importante.

Uso de drogas: El abuso de una sustancia es una señal de que algo
pasa. Irónicamente, el desarrollo de un problema más serio, como es el uso de
drogas, puede ser una manera de desviar la atención
de los padres sobre las presiones que ejerce la escuela.

Insomnio o pesadillas: Los chicos más grandes pueden tener insomnio o
pesadillas, mientras que los más pequeños puede experimentar terrores nocturnos y
querer empezar a dormir con los padres.

Síntomas físicos: Los
chicos con estrés se pueden quejar de dolores de cabeza, estómago o,
simplemente, de no sentirse bien sin poder explicar muy bien qué es lo que
sienten. 

Y, siempre, esté atento a los cambios de conducta de su
hijo. Si nota algo extraño, preste atención y no demore en consultar o en
pedir la ayuda profesional que sea necesaria.

Si
quieres aprender a relajarte, inscríbete
ahora en nuestro curso gratis de Visualización,
haciendo clic
aquí
.