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El animal de raza: su atención y cuidado

Nadie duda que un simpático cachorro de raza indefinida puede resultar sumamente leal, juguetón y cariñoso. Pero muchas personas prefieren uno de pura raza. Consejos si ese es tu caso…

Elección de la raza

Sus preferencias personales no deben ocultar otras consideraciones de importancia suma. Infórmese sobre las cualidades positivas y las limitaciones de la raza animal que la atrae, de los cuidados que necesitan y de la alimentación que requiere.

El pastor alemán, por ejemplo, necesita grandes cantidades de comida y mucho espacio para moverse con cierta libertad. Es casi imposible mantenerlo en un apartamento pequeño.

¿Dónde comprarlo? 

Quizás tengamos la suerte de que algún familiar o amigo nos regale precisamente el tipo de animal que deseamos tener, pero tal vez no seamos tan afortunados. Pero hay establecimientos comerciales dedicados a la venta de animales.

Busque uno que goce de buen nombre y, en general, prefiera aquellos que se dedican a la venta de los mismos animales que crían. Otros, en cambio, los adquieren de  diversos criadores, lo que no ofrece al cliente la misma seguridad en cuanto a las características del animal.

No se sorprenda de que Ios precios sean altos. Un ejemplar de pura raza suele costar bastante. Si no se siente plenamente seguro de saber seleccionar bien, trate de hacerse acompañar de alguna persona entendida en la materia.

Prefiera comprar un animal joven, pero no demasiado.

Exposiciones y concursos 

Solo los ejemplares verdaderamente excepcionales llegan a ser admitidos en estos eventos. Es muy difícil decidir si un cachorro que promete ser verdaderamente notable se convertirá o no algún día en un futuro campeón. Defectos al parecer insignificantes para la persona Iega, como son loa de la dentadura del animal, pueden impedirle clasificar entre los ganadores.

La participación en estos concursos también acarrearía elevadísimos gastos para el dueño del animal, pero suelen quedar compensados por los premios en dinero que ofrecen muchos clubes y asociaciones de criadores.

La cría 

Poseer un animal fino es una cosa. Dedicarse a la cría de ellos, ya sea como negocio o por pura afición, es algo completamente diferente, que exige a la persona interesada documentarse ampliamente sobre las razas animales.

Lo más difícil es encontrar el ejemplar adecuado para hacer un cruce del cual salgan hijos verdaderamente finos. El embarazo en las hembras también impone atenciones. Especiales, y este es justamente uno de los aspectos que más desatienden los criadores novatos.

También sucede con mucha frecuencia que, si el animal tiene un parto múltiple, solo uno de los hijos llegue a ser de calidad excepcional, resultando sus hermanos muy inferiores. Por otro lado, las infecciones capaces de causar esterilidad en las hembras deben ser cuidadosamente atendidas por el veterinario.  

Protección para nuestras mascotas 

Todo padre sabe las mil y una peripecias en que puede inadvertidamente meterse un niño pequeño, poniéndose a veces en grave peligro de sufrir un accidente. Lo mismo cabe decir de nuestros animales domésticos.

Si Ie gustan y disfruta con ellos, si se encariña con sus perros o gatos, sean o no de raza fina, estas sencillas medidas contribuirán a evitarle disgustos. 

Los venenos para cucarachas, por ejemplo, suelen ser una da las sustancias que causa más daño entre los animales domésticos, así como también el alimento podrido o descompuesto que encuentran a veces en los depósitos de basura. Las tapas de estos deben estar firmemente cerradas en Ios lugares donde haya animales,

aunque estén bien alimentados, pues su curiosidad puede impulsarlos a comer lo que encuentren.

Con frecuencia relativa, aunque estos casos no abundan tanto como los anteriores, a la consulta del veterinario llegan perros que, entre otras cosas, han bebido líquidos limpiadores, pintura, insecticidas y, créalo o no, productos desodorantes y antitranspirantes, a consecuencia de lo cual se han intoxicado.

Evitando los accidentes 

Si de veras queremos evitar accidentes a nuestros animales favoritos, lo mejor que podemos hacer es adiestrarlos bien. Más de cinco millones de perros se pierden cada año, o son atropellados por automóviles y camiones, solo porque sus dueños les permiten andar sueltos por la vecindad.

Al perro debe tenérsele en un patio o traspatio cercado, mientras más grande mejor. Si lo sacamos a darle la vuelta a la manzana, debemos llevarlo con una correa.

Aun cuando tales precauciones se observen estrictamente, el perro debe tener siempre puesto su collar de identificación, con una placa en la que se ha de grabar el nombre y la dirección del dueño. Hoy en día encontrará en las tiendas hasta collares fluorescentes, que brillan en la oscuridad. 

Loa animales de raza, de considerable valor económico (algunos cuestan cientos de dólares), pueden y deben ser asegurados. Muchas compañías de seguro emiten estas pólizas por primas muy módicas. Quizás Ie parezca exagerado o tonto asegurar a un animal. Sin embargo, si posee un perro que vale el equivalente de 200 dólares o más, no Ie pesará tener una póliza si alguien se lo roba algún día o se lo mata accidentalmente. 

Una de las causas que provoca más muertes de cachorritos muy tiernos, tanto perros como gatos, son los alambres y conexiones eléctricas. El animalito muy joven tiende a masticar estos cordones.

No solo puede el animal quedar electrocutado, cosa que pasa con más frecuencia de la que creemos, sino que el alambre eléctrico, tan maltratado por los dientes caninos o felinos, también puede ser una amenaza para los humanos.

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