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Ejercicios contra el Alzheimer

Es un gran mostruo, pero nada cuesta hacer los ejercicios propuestos. El hemisferio derecho del cerebro, le va a agradecer….

Gimnasia para el cerebro

El desafío de estos ejercicios es hacer todo aquello contraria a la rutina, obligando al cerebro a un trabajo adicional.

Alguno de los ejercicios:

–  Use el reloj en el pulso contrario al que normalmente lo usa;

–  Cepíllese los dientes con la mano contraria al de costumbre:

–  Camine por la casa, de espalda (en la China, esta rutina lo practican en los parques);

–  Vistase con los ojos cerrados;

–  Estimule el paladar con cosas diferentes;

–  Vea las fotos, de cabeza para abajo (o las fotos, o usted);

–  Mire la hora, en el espejo;

–  Cambie de camino para ir y volver del trabajo;

–  Muchos otros, dependiendo de su inventiva.

La idea es cambiar el comportamiento de rutina. Tiente hacer algunas cosas diferentes, con su otro lado del cerebro, estimulándolo de esa manera. ¡Vale la pena probar!

¿Que tal si comienza practicando ahora, cambiando de mano el manejo del Mouse y enviando ahora a sus amigos, este mensaje… usando el Mouse, con la otra mano?

Sigan las instrucciones, se lo recomiendo. Aunque yo tuve algunas dificultades, a saber: 

  • Cambié el reloj de muñeca y cada vez que me preguntan la hora y miro automáticamente la muñeca izquierda, me ponen cara de "¿éste es idiota  o tiene Alzheimer?".
  • Intenté manejar el cepillo de dientes con la zurda: lo agarré por las cerdas y le puse pasta a la punta de plástico. Me quedaron las encías a la miseria.
  • Caminé de espaldas por mi casa (cuando no había nadie, claro, para que no me tomen por loco), pisé un juguete de mis nietas y me fui a la miércoles. Tuve que esperar que regresara mi mujer para que me ayudase a levantarme. ¡Me c… en los chinos!
  • Me vestí con los ojos cerrados: me puse el calzoncillo que me había quitado la noche anterior (duermo desnudo) y que había dejado para lavar (y bien que lo necesitaba…), y me calcé mocasines de distinto color.
  • Quise estimular el paladar con cosas diferentes y me agarré una borrachera morbosa con grappa Chisotti.
  • Si pudiera ponerme de cabeza trabajaría en un circo, así que intenté girar 180 grados las fotos de la compu, pero como, en cumplimiento de estas sanas directivas, manejé el mouse con la maldita zurda, borré gran parte del archivo de fotos (¡mi hija me va a matar!).
  • Casi ni veo la hora en mi reloj… ¡y pretenden que la mire en el espejo!
  • Me equivoqué, y en lugar de cambiar de camino para ir y volver del trabajo, cambié de lugar de trabajo. Fui al anterior y me sacaron de los pelos.
  • Por último, mandé este mensaje tratando de dominar el maldito ratón con la remaldita zurda e incluí en la lista por error a todo el Directorio de la empresa. Al rato me llamó mi gerente para preguntarme si siempre fui así de estúpido o si estoy haciendo un master. 

Enviado por Martín. ¡Muchas gracias!

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