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Determina si tu perro necesita asistencia médica

Aprende a interpretar los síntomas que indican algo malo en la salud de tu mejor amigo. Sólo necesitas aguzar los sentidos

Desde ya, aunque no seas veterinario, pero puedes contribuir mucho en la salud de tu perro. Al igual que ocurre con los seres humanos, la aparición de las enfermedades, en las mascotas, suelen manifestarse primariamente a través de una serie distinta de síntomas.  

Si alguna vez te preocupó, por ejemplo, la inapetencia de algún ser querido, los hábitos alimentarios de tu perro también deberían interesarte. Descubrir signos de enfermedad de manera temprana no sólo reduce el sufrimiento que su perro debe soportar, sino que puede hacerte ahorrar mucho en tratamientos y gastos veterinarios. Ya verás que controlar la salud de tu fiel compañero no es nada complicado. 

Pasos: 

  • Aprende la rutina diaria de tu perro. Observa de cerca sus distintas actividades, tales como sus hábitos en las comidas y en las bebidas, y sus patrones de micción y defecación, de modo que puedas detectar rápidamente cualquier cambio en su conducta normal. 
     
  • Aprende a realizar tareas simples como monitorear el ritmo cardíaco y el respiratorio, y como tomar la temperatura. La temperatura normal de un perro va desde 38,05 hasta 39,15 grados Celsius. 
     
  • Presta atención a síntomas como vómitos persistentes y arcadas, diarrea, y dificultades a la hora de defecar y orinar. Éstos pueden ser síntomas de serias afectaciones. Llama a tu veterinario inmediatamente. 
     
  • ¿Notas letargo o debilidad, renuencia a comer y beber, o tos y estornudos persistentes, acompañados de un cambio de conducta? Éstos son síntomas seguros de que tu perro necesita atención médica. 
     
  • Presta atención al excesivo babeo, a los constantes sacudones, a los temblores o convulsiones generalizados, a los ataques y a la respiración forzada, que pueden ser síntomas de envenenamiento o intoxicación. Por supuesto, en cualquiera de estos casos, llama a tu veterinario de confianza. 
     
  • Trata de no confundir los cambios normales de conducta y las variaciones de humor, que pueden ser provocados por alteraciones en tu rutina diaria o por cambios en las actividades del hogar, con verdaderos signos de enfermedad.  

¡Importante! 

El desinterés y la negación hacia la comida y la bebida suelen ser los primeros síntomas de enfermedad. El clima caluroso hace que los perros estén más inactivos y que coman menos, pero, de todas formas, el consumo de líquidos aumentará. 

Pregúntale a tus hijos si creen que su mascota está enferma. Recuerda que los chicos ven cosas que los adultos, cargados de trabajo y preocupaciones, suelen pasar por alto. 

Tiempo de actuar 

Toma cartas en el asunto ni bien notes el problema. Las demoras a la hora de llamar al veterinario pueden terminar en tratamientos prolongados, picos de estrés (tanto en el perro como en ti), aumento de los gastos, y la posible pérdida de tu mascota. 

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