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Consejos para tenistas (o para quienes quieren iniciarse)

Uno de los deportes más populares entre las personas adultas es el tenis. El hecho de que sea muy fácil de organizar (a lo sumo se necesitan tres jugadores más), y el placer que brinda la práctica de este juego, suscitan que posea una gran cantidad de adeptos. Sin embargo, muchos de ellos no saben cuál es la mejor forma de practicarlo, ni en qué lugares…

Mediante el tenis no solo puede aumentar su velocidad y
destreza, sino que además puede lograr una mayor resistencia física.

Según un estudio efectuado en los Estados Unidos en 1996, el corazón de un tenista de nivel medio alcanza un promedio del 65 por ciento de su frecuencia cardiaca máxima durante un partido de individuales, y del 40 por ciento en el caso de los dobles. Calcularon, además, que el número de “pegadas” en un partido supera las 300.

Paralelamente, la Universidad de Illinois investigó los efectos del tenis sobre el aparato cardiovascular. El estudio, que incluyó a 28 jugadores, arrojó como conclusión que es fundamental efectuar un calentamiento previo de unos 20 minutos antes de comenzar a jugar.

Además, señalo la importancia de estar bien hidratado cuando la temperatura exterior supere los 30 grados, lo que se logra ingiriendo abundante agua (no gaseosas ni bebidas dulces) antes y durante el partido.

También se afirmó que en esas condiciones climáticas es necesario efectuar breves descansos cada 10 o 15 minutos, sobre todo si el jugador tiene mas de cuarenta años.

Pero si usted no suele practicar ningún tipo de deportes, es altamente recomendable que antes de jugar un partido de tenis realice caminatas prolongadas, aumentando los tiempos progresivamente. Puede comenzar caminando 20 minutos tres veces por semana, para quince días mas tarde aumentar a 30, y luego a 50.

Lesiones

El tenis
es uno de los deportes que menos riesgos presenta para el físico, especialmente si se lo juega en canchas de polvo de ladrillo. Este dato no es menor, ya que cambian bastantes cosas cuando se lo practica en superficies de cemento, en donde la pelota pica mucho más rápido y el cuerpo tiene una movilidad mas reducida.

En efecto, durante el Abierto de Australia celebrado en 1999, -que se juega en canchas “rápidas”-, los cinco mejores jugadores de ese momento, según el Ranking de la ATP (Sampras, Ríos, Corretja, Rafter, y Moyá) tuvieron problemas físicos (lumbares, en hombros, en tobillos) y sufrieron un gran agotamiento que les impidió obtener buenas performances.

Sucede que las superficies duras no absorben tanto los impactos que provocan los saltos, los giros bruscos de la cintura y todos los movimientos provocados a causa de los tiros a contrapié.

Quien si lo absorbe es el propio cuerpo, que además está en permanente riesgo por las caídas que se puedan ocasionar sobre superficies duras y rígidas, que provocan fuertes raspones y también fracturas.

Es que además de la velocidad que toma la pelotita al picar contra este tipo de canchas, las nuevas raquetas fabricadas con materiales como la fibra de vidrio, el titanio, el grafito, el kevlar o el hipercarbono, provocan que estas puedan desarrollar una velocidad superior a los 220 kilómetros por hora, haciendo exigir al límite el cuerpo de un tenista que no quiera fallar.

En cualquier caso, es fundamental que realice un calentamiento previo prolongado, moviéndose cerca de la red y efectuando voleas cortas, al igual que si estuviera jugando en la arena de la playa. A medida que sus músculos comiencen a entrar en calor, vaya alejándose hacia atrás, para realizar todo los movimientos que deberá efectuar durante el partido.

No crea que los tenistas profesionales realizan como precalentamiento solo el corto peloteo que usted ve antes del inicio de los partidos: este es solo el último paso de un programa que comienza 20 minutos antes, practicando en canchas auxiliares.

Un error común en el que no deben caer los tenistas amateurs, es concentrarse en mejorar su juego únicamente mediante la práctica de la técnica, como los golpes, el revés, y los saques.

Esto es fundamental, pero de poco servirá si además no se lo complemente con una práctica física en todo nivel. Un buen servicio es tan importante como “tener resto” para no llegar cansados al final del partido.

Lo fundamental para esto son sesiones prolongadas de trote y corridas. Pero si usted no acostumbra a hacerlas, no se largue como si fuera un maratonista experimentado, que intenta quebrar todos los records con sudor y lágrimas.

Lo mejor es que comience con trotes suaves durante no más de 20 minutos, para mejorar progresivamente la capacidad de su aparato cardiorrespiratorio.

Si realiza estos ejercicios tres veces por semana, podrá resistir sin problemas un partido de dos horas. Lo ideal es correr muchos kilómetros a baja velocidad en los entrenamientos, para poder realizar exactamente lo contrario durante los partidos de tenis.

Por último, recuerde que mejorando nuestra capacidad física, mejoramos también nuestra mente, algo que es sin lugar a dudas fundamental a la hora de disputar un partido.

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