Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

Consejos para abuelos a la distancia

No son pocos los abuelos que viven lejos de sus hijos y nietos, pero ello no significa que el vínculo no pueda ser tan firme como si vivieran en la misma ciudad. En esta nota, algunas sugerencias para lograrlo


Tome usted la iniciativa para ponerse en contacto y a disposición de sus
nietos.
Recuerde que, en la mayor parte de las oportunidades, es la gente más adulta la
que  tiene mayor estabilidad financiera y flexibilidad de tiempo. 


Sepa que no puede quedarse sentado esperando que sus hijos lo visiten, por el
único hecho de ser “una persona mayor”.

Lo que usted piense, puede no ser lo
mismo que piense su hijo, y si privilegia el amor por sobre todas las cosas,
debe tomar el toro por las astas e intentar jugar un rol activo en la
organización del encuentro. Tenga en cuenta que sus hijos podrían estar con
muchos problemas de índole económica y familiar, y no con mala voluntad u
“olvido” para concertar la reunión.

 Tenga en cuenta que siempre se debe efectuar un arreglo previo antes de realizar
una visita. El ejemplo clásico es el de los abuelos que llegan sorpresivamente a
la casa de sus hijos un día después de que la mujer ha regresado del hospital,
luego de tener un hijo.

Alguna gente puede desear la ayuda de los abuelos, pero
otros pueden desear estar solos frente a la experiencia de convertirse o ser
nuevamente padres. ¡Pregunte siempre!

 Cuando los nietos son pequeños -demasiado pequeños como para comunicarse por
teléfono- mantenga viva su imagen enviándoles videos, fotos, o dibujos de sus
actividades diarias. Con sólo un vídeo 15 minutos, en el que podría incluir
muñecos y marionetas, cualquier pequeño podrá recordar a sus abuelos todas las
noches, antes de irse a dormir.

Los casetes de audio pueden ser también una
manera más económica y sencilla de estar cerca de sus nietos, utilizándolos para
grabar cuentos y narraciones, que también pueden servir para ponérselas a los
chicos antes de que se vayan a dormir.

 Separe de su presupuesto, de forma regular, un monto para las llamadas
interurbanas y para los viajes para visitar a sus nietos, o para pagarles el
boleto de micro o avión y hacer que ellos le visiten.

Los terapeutas familiares
sugieren esto a todo tipo de personas mayores, sin importar su nivel de
ingresos, ya que de lo que se está hablando, es de la prioridad que se le
asignará a la relación con los nietos, frente a otros consumos.

 Ofrézcase siempre para asistir a sus hijos en el cuidado de sus nietos, de modo
que los padres de los mismos puedan tomarse un fin de semana o vacaciones
cortas, lo cual ayudará a la pareja y le dará la posibilidad de mantener un
contacto mayor con sus nietos, es decir dos beneficios con una misma acción.

 Mantenga una agenda sobre los acontecimientos especiales en las vidas de sus
nietos, lo cual no solo incluye cumpleaños, sino también actos escolares,
deportes y cualquier otra cosa que sea importante para ellos.

 En
relación a esto último, considere también visitarlo durante otros momentos, que
no guarden relación con un acontecimiento especial, ya que en esos momentos los
chicos suelen estar muy excitados, con mucha gente alrededor y con poco tiempo,
con lo que no poseen el espacio necesario para compartir un momento intenso con
sus seres más queridos.

 Cuando sus nietos sean más grandes, déjeles saber claramente que ellos pueden
llamarle siempre, y cuando quieran, incluso con cobro revertido, si desean
hablar.

Tenga en cuenta que es muy importante que los chicos confíen en otra
persona adulta además de sus padres, sobre todo cuando no están convencidos de
lo que estos les sugieren u obligan. Cuando se crea una fuerte fraternidad y
confianza entre el abuelo y el nieto, el pedido de ayuda y consejos suele
extenderse durante toda la vida.