Mientras usted lee esto, tenga en cuenta que los motivos por los que los jefes disfrutan de estos hábitos, pueden ser entendidos fácilmente considerando su opuesto.

Usted demuestra responsabilidad

Su jefe tiene mucho más que hacer que asegurarse de que usted haga su trabajo en tiempo y forma. Él tiene su propio trabajo y probablemente también tenga un jefe al que tiene que rendirle cuentas. Si usted cumple con los plazos y los resultados esperados, estará contribuyendo al funcionamiento eficiente de la empresa.

Responsabilidad también significa que usted se haga cargo de sus fracasos, tanto como lo hace con sus éxitos. Esto también tiene que ver con uno de los hábitos que los jefes más odian: poner excusas.

Los jefes entienden que hay algunas situaciones que están fuera del control de cualquier empleado, pero la diferencia se hace en la forma en que uno reacciona ante estas situaciones. Las personas responsables no ponen excusas y punto. Por el contrario, hacen lo que tienen que hacer, y es por eso que la responsabilidad es uno de esos hábitos que los jefes aman.

Usted está preparado

Una máxima atribuida a Séneca, sugiere que la suerte y el éxito se producen cuando la oportunidad y la preparación se juntan. Enunciados como este pueden encontrarse en una amplia variedad de refranes y proverbios.

¿Qué significa esto y cómo se aplica? Cada vez que usted tenga programado participar en una reunión, sin importar que sea algo grande como una conferencia o pequeño como una conversación mano a mano con su jefe, usted debe afrontar la situación con toda la información pertinente que usted haya podido encontrar.

Por pertinente se entiende que debe estar relacionada ya sea a esa reunión en particular, a su posición en la empresa o a la industria en su conjunto. Los hábitos que los jefes aprecian pueden tomar muchas formas distintas, pero si él no tiene que explicarle todos los nuevos conceptos o estrategias porque usted ya está al tanto de ellos, esto podría transformarlo en su empleado favorito.

Los jefes aprecian que los empleados estén preparados, porque eso muestra tres requisitos básicos necesarios para ser un buen empleado: dedicación, motivación y confianza.

Usted trabaja de manera inteligente

Las horas de la jornada de trabajo son limitadas, y lo máximo que su jefe puede esperar de usted es que pueda sacar el máximo provecho de esas horas. La eficiencia es uno de los hábitos que los jefes más aprecian.

Usted se beneficiará mucho si aprende a maximizar su tiempo. Usted puede aprender esta habilidad tomando un curso de gestión del tiempo, donde usted entenderá, entre otras cosas la diferencia entre la eficiencia y la eficacia en el trabajo. Parte de esa diferencia está en tomarse el tiempo necesario para hacer las cosas de manera correcta, en lugar de simplemente sacárselas de encima.

Si usted trabaja hasta más tarde no necesariamente le dará a su jefe la impresión de que está trabajando más duro. De hecho, la interpretación más común es que usted está trabajando con cierto grado de ineficiencia, ya que no puede terminar sus tareas en su horario regular. Si usted necesita más tiempo para realizar su trabajo, logrará una mejor impresión si llega a trabajar más temprano en lugar de quedarse hasta tarde.

Usted se mantiene al día

Estar al día (ya sea en las noticias, tecnologías o procedimientos) siempre es beneficioso, pero es aún más urgente en el actual clima de negocios vertiginosos. Suscríbase para recibir, por mail o por correo, boletines informativos o publicaciones relacionadas con su sector y manténgase alerta para encontrar cursos o charlas a las que usted puede acudir para actualizar sus conocimientos y habilidades.

Mientras que algunas profesiones realizan exámenes anuales de nivelación, la mayoría no lo hacen, y cualquiera puede quedar atrasado rápidamente, debido a los vertiginosos avances tecnológicos.

Mantenerse actualizado es uno de los hábitos que los jefes aprecian, porque le demuestra que usted está motivado, interesado en lo que hace y seguro de usted mismo. Si usted puede sugerir ideas novedosas y recientes para aplicar en su trabajo, estará ayudando a su empleador a mantenerse en la vanguardia, y hará que su jefe quede como un genio por haberlo contratado a usted, y ambos se fortalecerán con esto.

Usted lo hace quedar bien

Este es un tema que se aplica a diversas situaciones, y que puede lograrse aplicando todos los hábitos que los jefes aprecian anteriormente enumerados, así como también esforzándose por eliminar aquellos que son odiados por los superiores. Pero esto no termina ahí.

Al tratar de hacer que su jefe quede bien, existe el riesgo de sor tomado como un “chupamedias”, y esta consideración no le ayudará en ningún aspecto de su carrera. En resumen, a nadie le gusta la adulación excesiva, y los aduladores nunca le han gustado a nadie, desde la escuela primaria. Los jefes no suelen tomar esta clase de comportamiento como algo positivo y, por esta misma razón, no es probable que esta actitud sea recompensada.

Por lo tanto, intente resistir la tentación de andar pregonando sus éxitos delante de los demás. Confórmese con la satisfacción de saber que estos éxitos le harán sumar puntos con sus superiores, y que eso será recompensado.

No se puede negar que estos hábitos de trabajo generan un alto grado de adecuación al lugar actual de trabajo. Pero no es un conformismo ciego o mecánico, sino que está más relacionado con aprender a adaptarse a las diversas situaciones que pueden generarse a su alrededor. Y este es un rasgo que, una vez desarrollado, puede aplicarse para cosas mucho más amplias que el trabajo.

No esperes que la suerte golpee a tu puerta y diga: “Tengo un trabajo para ofrecerte; uno que te hará sentir feliz y completo”. Tú puedes (y debes) organizar el futuro de tu carrera profesional. Este curso gratis de Planificación de tu Carrera Profesional te ayudará a lograrlo.