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¿Cómo es el capacitador ideal?

Hay que dar algo más que un curso, que una materia, ¡hay que generar emoción, aportar algo a la vida de las personas que les permita inspirarse!

Con un cerebro tan pleno, tan rico y
tan vasto, es un delito usarlo a la mitad, la mayoría de las personas dedicadas
al aprendizaje, sólo utiliza el lado izquierdo del mismo o mayoritariamente en
ese se apoya, dejando de lado, el ritmo, la música, los juegos, y la imaginación
que son parte integral de las vidas humanas desde su
nacimiento.


Se utilizan la vista y el oído para
enseñar mayoritariamente, y el aprendizaje también llega por los aromas, las
sensaciones y lo que hacemos.

Los porcentajes conocidos son:

  • Vista 29%
  • Oído 34% y
  • Kinestesico 37%

El modelo del líder juega su papel,
entonces la integridad o al menos la coherencia en las conductas de quien
imparte se convierten en fuente de aprendizaje, de esa misma forma aprende el
niño sus primeras palabras, actitudes y valores.

¿Cómo nutrimos el alma del
participante?


De igual forma que un
bebe se nutre
de su madre, el alma humana se nutre de experiencias, de emociones, de ideas,
por eso entre más emotivo el trabajo del facilitador más significará en la vida
del participante, ese es el reto, reconocer que se es un modelo y que su
responsabilidad, no es dar solamente un curso, contar los mejores chistes,
presentar las dinámicas de moda, sino está en ofrecer un regalo para la vida de
los participantes, a través de su trabajo.

Está en reconocer que se puede
aportar algo, inspiración, fe, esperanzas, deseos.


“La tradición védica se basa en la premisa de la unidad última de la vida y en
la capacidad del cerebro humano, un instrumento muy valioso en el universo, para
experimentar directamente la unidad central y vivirla.
Y así usted observa la
estructura del cerebro humano detalladamente, ve que está diseñado de modo
específico y estructurado con cuidado para experimentar el campo unificado, para
experimentar la unidad de la vida”


John Hagelin Ph.D


Hay que dar algo más que un curso, que una materia,
aportar algo a la vida de las personas que les permita inspirarse
,
y ese es el papel del líder que se atreve a ponerse frente a un grupo a impartir
cualquier asignatura, ¡Hay que generar emoción!


¿Eso significa que las emociones son buenas o malas?


No, las emociones están diseñadas de modo que refuerzan químicamente algo en la
memoria a largo plazo, por eso las tenemos.


Joe Dispenza

Al final como líderes, como modelos,
tenemos que dejar algo más que datos, que herramientas, tenemos que ser los
Cristóbal Colón, los Vasco de Gama, los Leif Erikson, que despertemos en los
participantes, alumnos o como quiera llamarlos, el deseo de explorar nuevos
caminos, de arriesgarse a conquistar nuevas fronteras.


Ludwik Fleck, el epistemólogo y microbiólogo polaco que inspiró a Thomas Khun la
noción de paradigma, se dio cuenta cuando los alumnos principiantes se les
entregan secciones microscópicas para su observación, al principio no pueden
hacerlo; no pueden ver lo que está allí.


Por otra parte a menudo ven lo que no está allí. ¿Cómo puede ser?


La respuesta es simple: porque la percepción- en particular las formas
sofisticadas de percepción- necesita un entrenamiento y desarrollo rigurosos. Al
cabo de un tiempo, todos los alumnos empiezan a ver lo que hay ahí para ver.

Al final tendremos que pensar qué
estamos haciendo cada día, y replantearnos el objetivo de estar donde estamos, y
de asumir con coraje y entrega la
hermosa labor de aportar por medio de la
enseñanza – aprendizaje.


¿Cómo podemos decir que hemos vivido plenamente cada día, por el simple hecho de
experimentar las mismas emociones a las que nos hemos hecho adictos todos los
días?


En realidad lo que estamos diciendo es que tengo que reconfirmar quién soy y mi
personalidad es “tengo que hacer esto”, “tengo que ir allí”, “tengo que ser
eso”.


Pero un Maestro es alguien que ve el día como una oportunidad a tiempo para
crear sendas de realidad y emociones no nacidas, para que el día se convierta en
una fecundación de infinitos mañanas.


Anterior: Cómo ser un buen profesor


Por Martín Arellano S


www.kapacítate.com.mx

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